MILEI EN TIERRA DEL FUEGO. Una multitud gritó junto al libertario que ataca a la casta política y que se negó a responder preguntas (Por Guillermo Worman)
Casi media hora de arenga en favor de la libertad de mercado terminó con la imposibilidad de hacer preguntas en la fallida conferencia de prensa que organizaron los anfitriones de la venida de Javier Milei a Ushuaia. Terminada la puesta en escena, el libertario convocó una multitud en pleno centro de la ciudad.
La visita de Javier Milei a Ushuaia el día de ayer dejó una fuerte impresión en la comunidad fueguina. Durante su conferencia de prensa, Milei no aceptó responder preguntas, pero sí expresó su posición contundente sobre la situación política y económica del país, con fórmulas económicas y fiscales de casi imposible aplicación.
La trama de su discurso en privado se basó en presentar soluciones simples y elementales para afrontar los múltiples y complejos problemas económicos, fiscales y productivos que tiene la Argentina desde hace varias décadas.
El sermón del economista libertario fue una charla de simplezas: sin intervención estatal se resuelven todos los problemas. Algo así como dejar que todo se autoorganice entre las partes sin ningún tipo de intervención pública.
En su homilía, Milei atacó otra vez a la casta política.
Acusó a la dirigencia política en general de enriquecerse gracias a sus posiciones de poder, de eternizarse en los cargos y de solucionar primero los problemas de sus familiares y amigos, mientras los graves problemas de la gente quedan sin resolverse.
Milei sostuvo que estos grupos, a su entender parasitarios de la cosa pública, no pueden resolver la inflación, ya que están más preocupados por enriquecerse que en ocuparse por el bienestar de la gente.
Su prédica no tuvo repreguntas. Terminó su sermón en el salón céntrico frente a la Avenida Maipú y salió disparado a encontrarse con una multitud.
Fueron mucho más que dos
El economista de melena profusa entendió el malestar de un sector grande de la sociedad. La falta de respuestas y soluciones por parte de la clase política tradicional ha generado un profundo hartazgo en la población, que ve cómo sus necesidades básicas no son atendidas.
Del otro lado, la gran mayoría de la dirigencia política se mantiene eternizada en sus cargos por largos periodos de tiempo y fuera del alcance de los golpes del descalabro económico que azota al país.
Por eso mismo, la visita de Milei, con su mensaje de cambio y su crítica a la política establecida, resonó fuertemente en Ushuaia y atrajo a una multitudinaria concentración de personas en el centro de la ciudad.
Un llamado de atención: la presencia de tantas personas reunidas en apoyo a un dirigente político es algo poco común en Tierra del Fuego, y refleja la frustración y el anhelo de cambio de la población.
Muchos de quienes estaban expresaron que nunca antes habían visto una movilización de tal magnitud en apoyo a un líder político en la provincia. Y que esto es un indicativo claro de que la gente está buscando alternativas y está dispuesta a manifestarse para exigir un cambio real en la forma en que se hacen las cosas en la política argentina.
Esa multitud evidenció el descontento de la población con la clase política que en campaña electoral se acerca a la gente y se muestra hiperactiva y con ganas de comunicar. Todo lo contrario al distanciamiento que se muestra antes del inicio del marketing político.
El mensaje de Milei es claro, sin precisiones y sin profundidad. Un mensaje de esperanza y cambio sin saberse bien hacia dónde y cómo se instrumentará.
Melella y campera de cuero
En resumen, la visita de Javier Milei a Ushuaia y su posterior concentración de seguidores en el centro de la ciudad dejan varios llamados de atención. El primero es la multitud que se concentró en el centro de la capital fueguina. Lo segundo es determinar la capacidad de atracción de votos que tendrán los candidatos locales. La tercera y última incógnita (quizás la más peligrosa) es develar cómo y cuánto impactarían las políticas libertarias en Tierra del Fuego, una provincia con intervención estatal hasta el exceso.
¿Seguirán radicadas las plantas fabriles en Río Grande sin políticas de promoción estatal? ¿Cuál será el futuro de la defensa de soberanía sobre las Islas Malvinas, la Antártida y todo el Atlántico Sur entre tanto discurso promercado y antiestado? Si hay menos impuestos en todo el territorio nacional ¿cuál es el incentivo de quienes invierten en Tierra del Fuego justamente por esos mismos incentivos y con costos logísticos absolutamente adversos y deficitarios?
¿Cuál sería el futuro de Tierra del Fuego, un sistema que vive de transferencias estatales nacionales, si el Estado deja de intervenir para que todo se autorregule por las reglas del mercado?
Son todas las preguntas, y otras tantas más, que no se pudieron hacer por el apuro de Javier Milei y su entorno por hablar mucho, escuchar poco y salir eufórico a encontrarse con una multitud que colmó el centro de la ciudad más austral del mundo.
*Fotos: cuenta de twitter de Javier Mieli
