POLÉMICA ORDENANZA. Von der Thusen criticó a los veterinarios que no quieren hacer guardias

El concejal autor de la polémica ordenanza de Río Grande, Raúl Von der Thusen, dijo que los veterinarios que no cumplan con la obligatoriedad de las guardias “tendrán que habilitar un pet shop”. Abrió así una confrontación importante con ese sector de profesionales.

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Raúl Von der Thusen, concejal de Río Grande, se refirió por FM Master’s a su controvertido proyecto de ordenanza que obliga a los médicos veterinarios de esta ciudad a someterse a un cronograma de guardias de 24 horas para atender casos de animales en situación de emergencia. La iniciativa parlamentaria ya fue sancionada, pero con la abierta oposición del colegio profesional de esa materia.

El propio presidente de la institución que agrupa a los veterinarios de toda la provincia, Adrián De Antueno, anticipó su desacuerdo con la norma, a su juicio inconstitucional e ilegal por pretender regular la profesión, una facultad que le compete únicamente a los propios profesionales, por delegación del Estado.

Ante esta respuesta, Von der Thusen dijo que igual deberían hacer las guardias, pero “por vocación de servicio y por lo que han estudiado. Apelo a su buena voluntad y así el Estado no tendría que estar regulando esta situación”.

En realidad, afirma que el Concejo no regula el trabajo del veterinario con la polémica ordenanza, sino que “el Estado municipal sí tiene la Facultad de competencia para regular el comercio de la ciudad. Lo dice la Carta Orgánica, no es un invento de Von der Thusen” redobló en tercera persona.

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Raúl Von der Thusen, presidente del Concejo Deliberante de Río Grande.

El presidente del Concejo riograndense argumentó que la ordenanza responde a que hay “miles de fueguinos que noche tras noche estamos en busca que un veterinario atienda a nuestras mascotas”. Ante el planteo de los profesionales, advirtió que “nadie está planteando que un veterinario ponga una vacuna a las 4 de la mañana cuando el vecino se olvidó de vacunarlo, o desparasitarlo. Estamos hablando de una atención primaria para estabilizar a un animal en una emergencia o urgencia”.

Cuestionó la rotunda negativa de los médicos veterinarios, “que cuidan la salud y vida de un animal, han estudiado para eso, cuando juraron y terminaron su carrera sabían que eran auxiliares de la salud”.

Von der Thusen fue incluso más allá, y amenazó concretamente que si los veterinarios no quieren hacer las guardias “tendrán que habilitar un pet shop, vender huesitos, vender alimentos, cascabeles para el gato, casitas. Eso lo van a poder hacer, pero otro tipo de actividad no van a poder habilitar en la ciudad de Río Grande si no llevan adelante esta Guardia”.

Manifestó luego que la norma sólo pretende contribuir a cumplir la obligación de Estado de “hacer garantizar los derechos de los animales, de manera directa o indirecta”. Quien no lo haga sería pasible de sanciones pecuniarias crecientes hasta la clausura del local, como cualquier comercio al que se inspecciona.

“Nadie está pidiendo un trasplante de corazón a cielo abierto (sic) a las 3 de la mañana. Estamos pidiendo que haya un lugar todas las noches y fines de semana, cuando no hay apertura comercial en las veterinarias, que un médico veterinario esté preparado para poder asistir de manera primaria al animal” agregó luego.

Uno de los reproches que había planteado De Antueno es que se obliga a todos los veterinarios a ejercer las guardias, cuando no todos tienen la especialidad para ello. Al respecto, Vonder Thusen dijo que la ordenanza exige “exactamente lo que hacen en la tarde. Parece que por la tarde tienen todas las especialidades, pero en la noche no. A la tarde cualquier médico veterinario te estabiliza el animal y te cobra, a las 4 de la tarde, o si vas con un animal intoxicado o deshidratado. Sí lo pueden hacer en la tarde y no lo pueden hacer en el horario nocturno”, sospechó.

El edil de Río Grande dijo haber consultado “a todas las universidades” argentinas donde le dijeron que todos los veterinarios “están preparados para atender un animal que ha tenido un accidente o una intoxicación”. Y que está recibiendo llamados “de todo el país” para que explique el proyecto para así aplicarlo en otros lugares.

Tras aventurar que, más temprano que tarde “esto va a ser una realidad”, anticipó que acudirá a la Legislatura para lograr “la modificación de la Ley de colegiación, donde un artículo diga que quien quiera ejercer su profesión en Tierra del Fuego, va a tener que obligatoriamente cumplir un sistema de guardia, por lo menos una o dos veces al mes”.

Finalmente rechazó también la propuesta de De Antueno de la creación de un hospital veterinario municipal, en lugar de obligar a los veterinarios a atender fuera de horario: “No tengo los votos para poder aprobarlo, es una decisión política y presupuestaria que puede costar $ 300 o 400 millones”. Pero, se preguntó, “mientras tanto esto suceda, ¿qué hacemos? ¿que los animales se sigan muriendo?”.

Según el cronograma propuesto, y de acuerdo con la cantidad de 15 veterinarias en la ciudad, y 23 profesionales, cada una debería hacer entre una y dos guardias por mes. “No creo que sea un gran problema que les estamos generando” consideró Raúl Von der Thusen a modo de conclusión.