SOBERANÍA ALIMENTARIA. Califican de exitosa la experiencia municipal con tomates en Río Grande

Luego de una primera instancia con producción de pollos frescos que impulsó el municipio riograndense, ya se cosechan y comercializan tomates de producción hidropónica, bajo la marca estatal RGA Alimentos. La calidad, y el precio, son sorprendentes.

El contador Matías Lapadula, secretario de Desarrollo Económico y Ambiente de la Municipalidad de Río Grande, denotó su satisfacción por la interesante iniciativa de producción hidropónica de tomates en la ciudad, que se comercializan bajo la marca estatal RGA Alimentos, en el marco de la política de soberanía alimentaria instrumentada por el municipio.

Desde la primavera pasada, Río Grande dispuso la utilización y puesta en valor del invernadero hidropónico que formaba parte del convenio con la escuela Agrotécnica Salesiana, que permitió desde 2022 desplegar una producción de pollos frescos, con singular aceptación.

Después de reacondicionar el invernadero, se llevaron los primeros plantines de tomate “y hoy podemos decir contentos que estamos sacando la primera cosecha de tomates agroecológicos, frescos, locales” reflejó Lapadula. Esa producción se presentó y comercializó durante el fin de semana en la Margen Sur, dentro de la red de alimentos a través de la sociedad del estado municipal.

“Esto comenzó como una prueba piloto y aprender cuál es la mejor forma de producir estos tomates. Los resultados han sido muy buenos” consideró, y adelantó que la cosecha y comercialización tiene su continuidad asegurada para los próximos meses.

Al igual que lo que se viene haciendo desde la Municipalidad con los pollos de RGA Alimentos, “todos los comercios locales que quieran adquirir este producto para comercializarlo, lo van a poder hacer” anunció el funcionario.

Un interesante detalle compartió Lapadula, y es que, si bien se trata de un producto de calidad, “nos enteramos que un comercio local muy importante de frutas y verduras, bajó a la mitad el precio de los tomates Cherry”, que hace una semana vendía a $ 800 y hoy los vende en oferta a $ 400. “Evidentemente este tipo de políticas que llevamos adelante desde el Estado municipal no solo sirven para que los vecinos y vecinas puedan tener en su mesa un producto de calidad, sino que los precios de referencia que ponemos hacen también que puedan tener a disposición productos más baratos”, importante teniendo en cuenta la situación económica.

Lapadula consignó una cantidad muy importante de productores locales a los que el municipio permanentemente apoya. “Cuando asumimos en 2019, desde la Dirección de Desarrollo Local se entregaban 300.000 plantines por año. El año pasado entregamos un millón y medio. Hemos cuatriplicado la producción local de lechuga, acelga y espinaca”. El secretario lo inscribió en “el trabajo y este eje de gestión de soberanía alimentaria, apoyar a todos los productores y productoras para ir escalando en la producción local de alimentos, alimentos sanos y casi en casi todos los casos agroecológicos”.

Distinguió luego Lapadula que además de tratarse de productos frescos, agroecológicos, que suman para la calidad de vida de vecinos y vecinas en tanto alimentarse saludablemente, “nosotros remarcamos que tenemos derecho a comer rico. ¿Por qué no podemos tener derecho a comer rico? Realmente los productos estos, frescos, sanos, también son más ricos” argumentó, considerando que son mucho más sabrosos que los tomates que llegan a la isla en cámara frigorífica.

“Esto es fruto de un trabajo planificado, un eje de gestión que nos marcó el Intendente Martín Pérez de soberanía alimentaria y que tiene que ver con todas estas cuestiones que llevamos adelante de la gestión municipal, para construir una Río Grande mejor, para toda la vida” resumió sobre el final el contador.

En cuanto a los próximos pasos dentro de su área, Matías Lapadula hizo mención de dos proyectos en marcha financiados por el Banco Interamericano de Desarrollo, la planta modular de alimento balanceado y una nueva plantinera tecnificada. “En las dos ya se inició la obra con un plazo de construcción de 7 meses” indicó.

Específicamente sobre la planta de alimento balanceado, servirá para abastecer a todo el sector pecuario de la provincia, afectado por el alto costo del alimento traído desde el continente. “Contar con esta planta de alimento, que va a ser la única en la Patagonia Sur, nos va a permitir contribuir al crecimiento de la producción pecuaria. Después será empezar a trabajar con todos los productores y productoras para que puedan comprar ese alimento a valores mucho más baratos y poder fortalecer su producción” concluyó.