RESCATE MILAGROSO. El perro salvó a la mujer y al niño que cayeron en un pozo

El dramático incidente ocurrido en Ushuaia, tuvo un final feliz gracias a la rápida intervención de un perro y vecinos solidarios. Una mujer embarazada y su hijo de 4 años cayeron en un pozo nevado, pero fueron rescatados a tiempo.

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En un giro sorprendente del destino, un perro se convirtió en el salvador en medio de un dramático incidente en Ushuaia, cuando un niño de 4 años y su madre embarazada cayeron en un pozo nevado, desencadenando una carrera contra el tiempo que involucró a vecinos y bomberos para su rescate.

Martín Álvarez, el padre del niño, relató FM 93.1 los detalles del incidente: “Ellos estaban jugando en la nieve. Yo llegué del trabajo, nos íbamos a encontrar y a los 5 minutos me llama mi mujer que se había caído a un foso. Ellos venían caminando con el trineo, de repente ella mira para atrás y no lo ve a mi nene, corre para buscarlo y ahí se cae también al pozo”.

El pozo, que resultó ser una cámara séptica de aproximadamente tres metros de profundidad, estaba lleno de nieve y pasó desapercibido. El hijo y la madre quedaron atrapados en su interior, gritando en vano por ayuda.

El perro de la familia fue el héroe inesperado de la situación. “Entre los gritos a lo lejos mi perro lo escuchó y fue corriendo. Y salimos todos atrás, así pudimos encontrar el pozo. Me ayudaron entre todos, ahí me metí yo que soy alto. Mido 1,90 metros, imaginate que el pozo me tapaba a mí. Saqué a mi nene primero y después a mi mujer”, relató Álvarez.

Bomberos rescate
“Cualquiera podía caerse en ese pozo”, advirtió Álvarez.

La pronta respuesta de los vecinos y el cuartel de Bomberos Zona Norte fue crucial. “En seguida llegaron los bomberos, al toque que llamamos. Ella se golpeó la pierna nada más, unos moretones pero nada grave. Mi nene no se golpeó por suerte, al caer sobre la nieve se amortiguó un poco”, indicó Álvarez.

El incidente puso de manifiesto la ahora evidente falta de seguridad en el área: “cualquiera podía caerse en ese pozo”, advirtió Álvarez. A pesar de que el pozo era lo suficientemente ancho para ser peligroso, solo estaba cubierto por “dos maderas cruzadas”.

El padre alabó la intervención oportuna y el apoyo recibido, y alertó sobre lo que pudo haber sido. “Mi mujer fue a maternidad y por suerte bien el bebé. Se ve que es un pozo de la DPOSS, porque después había una camioneta ahí, pusieron un cartel de desvío arriba de las tarimas que puso mi tío para alertar. Pudo haber pasado algo peor”, concluyó Álvarez.