A mayores ingresos provinciales, más deudas con las ciudades

Desde comienzos de año Tierra del Fuego vive una situación inexplicable, mientras que la Provincia recibe cada vez más recursos, muy por encima de la inflación, los municipios reclaman cada vez con mayor firmeza por deudas de coparticipación que superarían los 1000 millones de pesos. A su vez cientos de trabajadores independientes y pequeñas empresas continúan esperando las promesas de asistencias económicas mientras que los fondos PROGRESO se encuentran inmovilizados.

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Mientras vemos como mes a mes aumentan las estructuras políticas del gobierno, a la par que sus funcionarios acumulan aumentos salariales que como minimo triplican los niveles de inflación, los trabajdores de la construcción reclaman por la falta de obras y la consecuente pérdida de fuentes de trabajo.

Récord de recaudación

Desde comienzos del presente año los ingresos provinciales se han incrementado muy por encima de los niveles de inflación.

Según la información publicada por AREF la recaudación de marzo superó en más de 20 puntos a la inflación acumulada en los últimos 12 meses, a su vez los ingresos de origen nacional (coparticipación nacional) superaron en un 79% al mismo mes del año pasado (ver “La provincia recibió un 79% más de recursos“).

Y la tendencia parece consolidarse, mientras que en abril del 2020 la Provincia recibió transferencias nacionales por un total de 1.462 millones de pesos al día 27 del corriente, y cuando aún restan 3 días para finalizar el mes, las transferencias nacionales superan los 2.846 millones de pesos.

Demorando el Progreso

El 17 de mayo del 2020 el Gobernador Melella soliitó a la Legislatura declarar la “Emergencia Económica, Fiscal, Financiera y Social” en el ámbito de la Provincia.

Habian transcurrido los primeros dos meses de restricciones a la apertura de comercios producto de las medidas implementadas por la pandemia del COVID19, tan solo 10 días después de recibido el proyecto a Legislatura sancionaba la Ley 1.312 en la que, entre otras herramientas, autorizó al Poder Ejecutivo a utilizar temporalmente 2.000 millones de pesos para ser destinados a financiar el Programa PROGRESO, el que tendría como objeto “la asistencia económica y financiera destinada a las micro, pequeñas y medianas empresas ” autorizando al gobierno a destinar estos fondos “a la implementación de créditos no bancarios, a subsidiar tasas de interes y a otorgar todo tipo de subsidios“.

A fines de febrero del 2.021 el Poder Ejecutivo publicaba un informe sobre la ejecución del Programa Progreso informando que habia otorgado 771 millones de pesos. Mientras que día a día vemos crecer la cnatidad de personas que intentan acceder a un ingreso mínimo instalando puestos de venta de choripanes, vendiendo mapples de huevos y otras actividades el Ejecutivo mantiene más de 1.200 millones de pesos sin destinarlos al fin para el que fueron autorizados.

La celeridad de los legisladores en dar tratamiento y autorizar las herramientas solicitadas por Melella para asistir a los sectores más perjudicados no tuve su correlato por parte del gobierno, que a 9 meses de la sanción de la ley otorgó menos del 40% de esos recursos.


Obras públicas paralizadas

En el primer trimestre del año el Poder Ejecutivo ejecutó 13.668 millones de pesos de los cuales solo el 1,25% fue destinado al rubro construcciones. A comienzos de año asistimos a una situación inédita, escuelas que estuvieron cerradas durante todo el 2.020 por las restricciones de la pandemia no pudieron iniciar el ciclo lectivo en forma normal por problemas de infraestructura edicilia lo que generó fuertes reclamos de setores que conforman la alizan de gobierno como fue el caso del Legislador Pablo Villegas.

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Mayor cantidad de ingresos y mayor deuda? Récord de recaudación y empresas que quiebran por falta de asistencia provincial? Obras paralizadas y 150 millones de dólares sin ejecutar?

Algo no cierra en las finanzas provinciales y todo parece indicar que asistimos a un festival de gastos corrientes financiado con deudas por coparticiación y fondos que deberían asistir a los sectores más afectados por la crisis y a la ejecución de obras de infraestrutura cuya demora o cancelación genera serias complicaciones en el sector de la construcción. Por ahora la bicicleta financiera del gobierno le ha permitido transitir sus primeros 15 meses de gestión y la pandemia ha sido el escudo que lo blinda de mayores presiones.