Pablo Paredes, director de Manejo del Fuego de la provincia, dijo que el incendio está “controlado” y “circunscripto”. Sin embargo, queda “un trabajo extenso por delante” a raíz de la constante aparición de pequeños nuevos focos por la sequía y el viento.
Hace dos meses se desató, en el Corazón de la Isla, el incendio más grande que atravesó el bosque nativo de Tierra del Fuego. El director provincial de Manejo del Fuego, actualizó el estado del control del fuego y vaticinó el tiempo que podría quedar para extinguirlo definitivamente.
Paredes dijo que, en cuanto a su duración, el de Tolhuin está “dentro de la normalidad de los incendios de esta magnitud, que generalmente duran entre dos y tres meses”.
El estado actual en el que se encuentra el incendio es, técnicamente, circunscripto: “esto quiere decir que todas las tareas rodearon la totalidad del incendio y después se fue haciendo el control del mismo” reflejó.
Cuatro de los seis sectores del incendio están controlados. El grupo de brigadistas de Guardaparques, Parques Nacionales, Bomberos Voluntarios de Tolhuin, Defensa Civil de Tolhuin, y Armada, lo que están haciendo en esta instancia es recorrer todo el sector buscando puntos calientes para liquidarlos. “Todos los días encuentran focos calientes, cada vez que se levanta un poco de viento también se levantan las columnas verticales sobre la zona quemada. Tenemos todavía un trabajo extenso por delante” aseveró a continuación.
Contabilizó un promedio de 50 personas trabajando en el operativo por día. El organigrama de cada emergencia va modificándose conforme lo que presente la situación. Paredes relató que en horas de la tarde del jueves “tuvimos un inicio de un fueguito en una isla de vegetación, dentro del sector afectado, y tomó una dimensión importante que se mide en más de un kilómetro de largo por casi 300 metros de ancho”.
Las islas vegetales dentro de la zona quemada cobran ahora una gran importancia ambiental, “porque son árboles longevos, que son los semilleros que van a hacer que la Reserva empiece a regenerarse naturalmente, más allá de las tareas de remediación que se pueden hacer desde el cuerpo de Guardaparque Provincial y las instancias que correspondan desde la Secretaría de Ambiente”.
“La idea es llegar a nombrar el incendio como extinguido lo más rápido posible” confió el funcionario. Las características particulares de este incendio, marcado básicamente por una gran sequía en todo el territorio provincial, provoca que el fuego pueda penetrar por las raíces de turba y esté quemando de forma subterránea.
El personal afectado en el terreno puede pasar varias veces por un lugar sin detectar humo ni olor. “Entonces hay que volver a pasar hasta que el fuego consuma tanto la raíz como para que pueda salir el humo hacia la superficie y ahí se hace la tarea de enfriamiento y liquidación” explicó técnicamente el director.
Con las 50 personas que están afectadas al operativo lo que se hace es “recorrer, recorrer, recorrer y cada vez que se encuentra un punto caliente, liquidarlo” aseveró.
La estrategia para el ataque de un incendio forestal utiliza herramientas de análisis del comportamiento futuro del incendio día a día: “tiene que ver con la meteorología, con el relieve de la zona, el material combustible, y así se puede ir sabiendo día a día los mejores horarios en los que los trabajos van a ser efectivos” explicó el experto.
Particularmente en este incendio, recordó cuando en las primeras diez jornadas “no se podía hacer mucho, meter gente en un incendio de estas características es casi en vano”, por lo que en esa primera etapa se buscó proteger la única estructura que podía afectarse, el casco de la estancia Carmen.
“Lo que se hace es buscar los momentos donde los trabajos van a ser efectivos, tanto de los helicópteros, de los aviones y particularmente del personal, que es el que más sufre el deterioro físico durante el tiempo que están expuestos a las llamas” concluyó Pablo Paredes.