DETERIORO COSTERO. En Ushuaia formulan llamado a la acción comunitaria

Ángeles De la Peña, referente de la fundación Por el Mar, alertó sobre la degradación de los entornos costeros de Ushuaia y destacó la necesidad de una participación activa de la comunidad para su preservación.

El panorama costero de Ushuaia se ve empañado por una preocupante degradación, una realidad que ha captado la atención de expertos como Ángeles De la Peña, referente de la fundación Por el Mar. De la Peña por FM Master’s aportó su perspectiva sobre esta problemática e instó a la comunidad local a tomar medidas concretas para abordarla.

Uno de los aspectos más alarmantes es el resurgimiento de lo que se describe como una suerte de cantera en el estuario entre el río Olivia y el canal Beagle. Este fenómeno, junto con otros signos evidentes de deterioro, subraya la urgencia de una acción inmediata.

En sus propias palabras, De la Peña afirmó: “Creo que es un fenómeno histórico que pasó también a lo largo de nuestro país, en lo que fue las conformaciones de las ciudades, la arquitectura y las construcciones, donde muchas veces se construyó o nos instalamos un poco de espaldas al mar”, reflexión que destaca la necesidad de revisar las prácticas urbanísticas y de desarrollo que han contribuido al alejamiento de la comunidad de sus recursos marinos.

Sin embargo, se manifestó optimista sobre el potencial de cambio. Señaló el crecimiento del interés por vincularse con el mar en los últimos años, especialmente en lugares como Ushuaia, donde la comunidad muestra un fuerte deseo de recuperar y proteger sus entornos costeros. “Creo que Ushuaia es un gran ejemplo de eso, del crecimiento de Ushuaia, de las ganas que tiene la comunidad de poder habitar el mar y la costa y hay una necesidad de replantear muchas cosas y de tomar medidas al respecto”, añadió.

Para ella, la solución no reside únicamente en las acciones de las autoridades o de las organizaciones ambientales, sino en el compromiso individual y colectivo de los habitantes de Ushuaia. En sus propias palabras, “me imagino que será un proceso lento, pero que en la medida en la que todos nos involucremos como comunidad, como habitantes, de poder informarnos y entender qué podemos hacer en nosotros como ciudadanos”.

La responsabilidad individual es un tema recurrente en las reflexiones de De la Peña. Destacó cómo decisiones diarias, desde la gestión de residuos hasta el reciclaje, tienen un impacto directo en la salud de la costa. “Todos tenemos decisiones que impactan en la salud de la costa de Ushuaia. Ojalá que en los próximos años esto se revierta, que se recupere la costa, que se recuperen los espacios públicos para que la gente los pueda disfrutar y que salga también integrando la posibilidad de disfrutar el mar, de disfrutar los productos que vienen del mar, y que todos de a poquito nos vinculemos un poquito más”, afirmó.

La colaboración entre diferentes actores también es fundamental para abordar esta problemática. De la Peña reconoció la importancia de trabajar en conjunto con instituciones locales, grupos comunitarios y pescadores artesanales para promover la conservación costera. “Estamos convencidos que es una gran forma de articular con un montón de actores que están de por sí vinculados al mar, por más que no sea a través de una fundación o de una ONG, a través de la investigación, de la academia, de la recolección o la producción, y que la pesca es una de ellas”, destacó.

La fundación Por el Mar ha estado desempeñando un papel crucial en la sensibilización y la movilización de la comunidad. Ángeles De la Peña describió cómo los talleres y actividades organizados por la fundación han atraído a personas interesadas en contribuir a la protección de los recursos marinos locales: “Lo que nos va pasando a lo largo de las actividades es que muchas de las personas que vienen siguen repitiendo y siguen viniendo porque se va generando esa pequeña comunidad de personas interesadas desde su propio lugar, cuidar el mar y el lugar donde vivimos”.

En resumen, el deterioro costero en Ushuaia es una realidad que requiere una acción decidida y coordinada por parte de la comunidad local. Los desafíos son grandes, pero con un compromiso colectivo y un enfoque holístico, hay esperanza de restaurar y proteger los valiosos entornos costeros de esta región única.