NOVEDOSAS ESTAFAS. Preocupa a la Justicia el aumento de denuncias por fraudes virtuales

Desde la Justicia fueguina reconocieron un notable aumento de denuncias de particulares víctimas de estafas virtuales o telefónicas. El novedoso delito se ha generalizado en todo el país, y Tierra del Fuego no es la excepción.

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Hay preocupación en las autoridades del Poder Judicial fueguino a raíz del exponencial aumento de casos de la modalidad delictiva conocida como fraude virtual o estafa digital o telefónica, que se traduce en un impresionante número de denuncias que se presentan tanto en la Fiscalía como en las distintas comisarías.

Así lo certificó el periodista de El Diario del Fin del Mundo, Darío Ayala, quien por FM Master’s compartió las características de las principales variantes de estafas digitales que arrecian en nuestra provincia en este último tiempo.

Explicó el periodista por ejemplo el muy común fraude de las ventas por plataformas como Market Place de Facebook, donde, consignó, “uno publica algo para vender, se contacta alguien, un interesado que compra por ejemplo por $ 10 mil. A los pocos minutos vuelve a llamar y dice que en lugar de 10 mil pesos depositó 100 mil, y exige la devolución urgente”.

El estafador es una persona preparada que desarrolla un acting de desesperación. Muchas víctimas, sin chequear, aceptan un link al WhatsApp que les envían y le introducen así una aplicación que captura todas las contraseñas e información del teléfono.

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El delincuente se especializa en obtener datos de seguridad de cuentas bancarias.

“Hay que abstenerse de tocar esos links que llegan por WhatsApp o mail. Es impresionante la velocidad con la que pueden tomar conocimiento estos estafadores de todas sus contraseñas, accesos a home banking, tarjetas de crédito”, llegando en ocasiones estas personas a tomar créditos preaprobados en plataformas como Mercado Pago, por ejemplo.

Está tan generalizado el novedoso delito, que, según afirmó Ayala, habrían estafado inclusive a funcionarios del gobierno y del Poder Judicial, más concretamente del Superior Tribunal.

Respecto de una eventual protección frente a esto, dijo que existe “una nebulosa legal, una falta de legislación para poder de alguna manera que la persona no quede indefensa en estas situaciones”.

Por ello, la principal premisa es “mejor dudar, desconfiar. Y no entregar ningún tipo de información ni activar ningún link que le llegue al teléfono o al mail”, añadió Ayala, así como intentar corroborar con otras personas o consultar a un familiar. Y fundamentalmente no dar información de ningún tipo, ni activar en el teléfono o en la computadora nada que pueda llevar a estos estafadores a hacerse con toda la información de las cuentas bancarias.

Otra modalidad que mencionó, es la de personas con número telefónico de otra jurisdicción que “toman una foto de tus redes sociales, saben todos tus contactos, clonan los contactos y envían a todos tus contactos diciendo ‘cambié el teléfono, soy tal’, con la foto que sacaron de una red social”. Esa misma estratagema se utiliza para transmitir que se está pasando un momento de necesidad, y lisa y llanamente piden que le presten plata. “Y vos crees que es un amigo tuyo o un contacto, y no te metiste en el perfil a ver que el número no es de acá”, explicó.

Cada vez hay más cantidad y variedad de estafas, “y la verdad, nadie está exento de esto. Nos agarran en un momento que uno está trabajando, está distraído y uno comete el error”.

Los ardides son innumerables y se van renovando en nuevas modalidades día a día. Una muy en auge es contactar a una víctima simulando ser un encargado de cuenta de una billetera virtual. Le dice que debe desconocer una supuesta compra que alguien hizo en su nombre. Van guiando a esa persona por teléfono y terminan haciéndole sacar un crédito, que luego es transferido a otra cuenta. La víctima no denuncia, por lo que la plataforma empieza a cobrarle regularmente las cuotas del crédito.

En los últimos meses, proliferaron estafas de este tipo, delincuentes simuladores que se crean perfiles en redes sociales con el logo de las billeteras virtuales, con una gran habilidad para obtener los datos de seguridad o inducir a la víctima para sacar un crédito y girar el dinero a otra cuenta.