EFECTO LATERAL. La cotidianeidad de los tolhuinenses cambió debido al incendio

Oscar Heredia, periodista local, describió cómo es la vida cotidiana en Tolhuin a partir del amenazante incendio a pocos kilómetros del casco urbano. Turismo suspendido, menos ventas, brigadistas aquí y allá, y un único tema de conversación.

Debido al feroz incendio que ya lleva consumidas cerca de 10.000 hectáreas de bosque en la reserva provincial Corazón de la Isla, no hay presencia de visitantes de Río Grande y Ushuaia, menor tránsito en la ruta y en las calles del pueblo, disminución de ventas en carnicerías, campings cerrados y cancelaciones masivas de reservas en cabañas y alojamientos. Así es el panorama actual de la localidad de Tolhuin, sumida en un estado de alerta y emergencia.

El periodista de Tolhuin, Oscar Heredia, compartió esas y otras apreciaciones por FM Master’s, un cuadro de la situación actual que el incendio trae aparejado, por demás angustioso y preocupante.

El fin de semana largo pasado, que como cualquier otro despertó no pocas expectativas en la comuna, “ha sido muy distinto a otros, máxime en este tiempo donde los fines de semana suelen ser de mucha concurrencia” expresó Oscar.

Confirmó que los campings de la zona permanecieron cerrados y el sector turístico experimentó muchas cancelaciones “de gente que tenía previsto venir este fin de semana pasado y el próximo o para las Fiestas. Gente que pensaba venir, quizás andar por el campo y hacer un asado, y ahora no se puede hacer” reflejó.

En cuanto a ventas, Heredia percibió una notable merma en comercios como carnicerías o venta de bebidas alcohólicas y leña: “Ha bajado, ni el fin de semana pasado ni en los próximos se venderá mucho”.

En relación con el camping Laguna del Indio, además de reconfirmar que se encuentra cerrado, “los trabajos que dicen que van a realizar, se van a hacer el año que viene”. En otros espacios también ocurre algo similar, según evaluó: “Mucha gente ha estado trabajando mucho tiempo para poner en condiciones campings, en forma privada. No se sabe lo que va a pasar con eso y hay mucha expectativa” señaló.

En cuanto a lo que se vive en el pueblo cotidianamente, con el fuego a pocos kilómetros y la columna de humo visible en todo momento, Heredia relató que “seguimos en emergencia, los brigadistas siguen yendo y viniendo, alojándose en distintos lugares, comiendo en el polideportivo y en la escuela 45”.

Además, son muy notables “los aviones que pasan a cada rato y cargan agua en la pista, al igual que los helicópteros”. Inclusive comentó que el martes, mientras se disputaba el partido de fútbol entre Argentina y Croacia, “se escuchaban los aviones y helicópteros que seguían pasando y trabajando. Es una lucha desigual y triste”.

El ritmo intenso y extraño que envuelve por estos días a Tolhuin se puede percibir claramente “con solo pasar por el polideportivo o en el clásico lugar de encuentro, en la panadería La Unión, donde se encuentran pilotos, brigadistas y hay mucho movimiento”. De hecho, conjeturó que “se ha dejado de hablar de otros temas”.

Y también se han dejado de hacer muchas cosas que estaban previstas, como por ejemplo la Fiesta de la Lenga: “Era una obviedad que había que suspenderla, así como muchos otros eventos culturales, deportivos y sociales que han quedado en el camino y que ya no se van a realizar” declaró tristemente el periodista tolhuinense.

“La vida en Tolhuin se va de a poco tornando mucho más lenta” reflexionó Oscar Heredia analizando la actualidad. “Otras actividades se hacen a media máquina, incluso se notó muchísimo el cuidado que muchos funcionarios tuvieron de no hablar, no dar notas y simplemente manejarse con partes de prensa de gobierno” denotó en relación con la profesión que ejerce. 

Confirmó que la esperada presencia de la sanadora lluvia llegó efectivamente hace algunos días a la zona del incendio, lo que “un poco aplacó la situación, pero no mucho. Algo de frío y humedad ayudó, el escenario era un poco más favorable que otros días donde había muy fuerte viento y alta temperatura”.

Finalmente opinó que lo que ayudó mucho “fue la decisión que tomó la gente de los aserraderos que maneja maquinaria pesada, para ir a hacer cortafuegos y trabajar en la zona. Eso ayudó bastante” según consignó finalmente Oscar Heredia.