VIVIENDA. José Seoane explicó por qué la Ley de alquileres es “un fracaso rotundo”

El titular de la inmobiliaria Seoane, de Ushuaia, marcó punto por punto por qué a su entender es un fracaso rotundo la nueva Ley de alquileres, que el gobierno nacional acaba de anunciar su vocación de suspenderla, aunque en principio deberá ir al Congreso.

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José Seoane, responsable de la inmobiliaria Seoane, corredor público y agrimensor de la ciudad de Ushuaia, evaluó los anuncios hechos este martes por el presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía Sergio Massa, quienes conjuntamente anunciaron la vocación del Ejecutivo nacional de impulsar o la suspensión o la modificación de la Ley de Alquileres, por las incontables dificultades que trae tanto para locadores como para locatarios.

Seoane afirmó, en FM Master’s, que la nueva Ley de Alquileres “ya quedó demostrado que ha sido directamente un fracaso rotundo, incluso de todo el arco político. Hay que recordar que esta Ley se impulsó durante el gobierno de Cambiemos, el principal impulsor fue Daniel Lipovetsky, que incluso llegó a reconocer públicamente que es un fracaso, y cuando llega Alberto Fernández, la promulgan. Yendo hacia atrás, todos son culpables”.

La principal consecuencia que la malograda norma generó para el sector inmobiliario es que “la oferta ha desaparecido del mercado” según apreció. “Ahora el gobierno viene y dice ‘yo creo que algo hay que hacer’, pero hay que cuidar también las formas. Esto es una ley, ¿cómo que la van a suspender? El Ejecutivo no tiene esas circunstancias, a menos que sea mediante un decreto que también es discutible. Esto tiene que pasar por el Congreso”.

Sin embargo, el problema es que, considera, el Congreso “no está a la altura de las circunstancias y hace tres años que vienen debatiendo y no hay consenso para sacar una nueva ley”.

Identificó lo que para él son los dos puntos más conflictivos, uno el plazo del contrato de locación, que “son tres años con la ley actual, antes era dos” y el otro el tema del ajuste “que ahora es anual, cuando antes las partes pactaban semestralmente un ajuste entre las partes y siempre se ponían de acuerdo”.

A modo de ejemplo, recordó cuando años atrás con una inflación de un 30% anual “los contratos cada seis meses se pactaban un 15% de acuerdo. O sea, la gente no necesita un índice del Banco Central para en un contrato saber cuál es el ajuste que van a hacer”.

Otro asunto que se anunció, y que Seoane espera que se confirme, es que aparentemente las modificaciones también van a venir por el lado impositivo. Asunto que generó mucho temor cuando se promulgó la Ley, ya que se dio intervención a la AFIP para que todos los contratos de locación se registren, o que los departamentos en alquiler comenzaban a pagar ganancias.

“La gente que actualmente está alquilando se tiene que quedar tranquila, que hay derechos adquiridos y que por el momento todo esto son ideas, proyectos, creo que se están diciendo muchas cosas, creo que cualquiera opina, gente no formada en materia de inmuebles, y hemos llegado a esta triste en realidad” aconsejó al respecto.

Puesto a evaluar sistemas o estructuras que podrían implementarse, mencionó el caso de Uruguay, donde la contratación entre las partes se puede hacer por seis meses o por un año, no hay un mínimo. “A mí no me gustan las regulaciones estatales, creo que cuanto más se meten las narices en las cuestiones entre partes, así nos va a ir. Esto ya quedó demostrado”, aseguró.

Dentro de su lógica por experto en la materia, razonó que “en 70 años, más o menos fuimos caminando, fuimos haciéndonos, las partes se fueron arreglando, llegaban siempre a un entendimiento. Llegaron las regulaciones, llegaron los iluminados, los cráneos que decían tener soluciones a todos los males del mercado de alquiler, y estamos en el cuello de botella que la ciudad de Buenos Aires tiene un déficit de 3 millones de viviendas”.

Criticó que actualmente “se ha abandonado la política de soluciones habitacionales”, y ejemplificó con su propio caso, ya que en la cuadra donde vive hace 30 años “debe haber no menos de 15 departamentos vacíos”.

Explicó la situación en que los propietarios “tienen miedo, tienen miedo de sacar las propiedades del alquiler, y por eso hay un montón de propiedades a la venta, no hay crédito, desapareció el crédito, la última experiencia cuando se quiso reactivar el mercado inmobiliario a través de la venta fue la experiencia nefasta en los créditos UVA, que el único lugar del mundo donde no funcionó, es en Argentina”.

Así también recordó que cuando existía el crédito hipotecario, “nadie quería alquilar, porque el costo de un uno o dos ambientes, por ejemplo, en esos años 2002 o 2003 eran $ 400 pesos, y por $ 600 pagaba la cuota de un crédito hipotecario y la gente compraba”.

Sobre el final, José Seoane esbozó un resumen de lo que debiera ocurrir para corregir el vapuleado mercado inmobiliario, en función de los anuncios del gobierno nacional: “muy simple, volver al plazo de los dos años, la libre pactación del ajuste entre las partes, y que la AFIP, por favor, no esté sobre la gente con una lupa, sobre aquellas personas que tienen uno o dos departamentitos de alquiler y que viven de eso. Esos tres puntos, desde mi punto de vista, son los principales” concluyó.