GREMIO CONTRA SUS TRABAJADORAS. La UOM condenada a reincorporar a una trabajadora expulsada por Oscar Martínez
Se trata de la trabajadora metalúrgica Andrea Gamiz que había sido expulsada del gremio por presentarse a elecciones para ser delegada sin acuerdo de Martínez. La Justicia laboral ordenó su inmediata reincorporación.
La Justicia laboral del distrito Norte de Tierra del Fuego dejó en evidencia un conflicto en el ámbito sindical que afecta directamente a las trabajadoras mujeres que se desempeñan en fabricas radicadas en la provincia. Esto es a consecuencia del fallo contra Oscar Martínez, secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), que fue condenado por los tribunales a garantizar la participación de las mujeres en las elecciones internas del sindicato.
Las denuncias señalan que Martínez se ha opuesto sistemáticamente a que las mujeres, quienes representan más de la mitad de los puestos de trabajo en las industrias de la ciudad, participen en la actividad gremial.
El pasado 19 de mayo, el juzgado de Primera Instancia del Trabajo Número 2 del Distrito Judicial Norte de Tierra del Fuego emitió una orden que obliga a la seccional liderada por el perpetuo dirigente gremial a reincorporar a Andrea Gamiz como afiliada al gremio.
Gamiz había sido expulsada de la afiliación por presentarse como candidata a delegada en las elecciones internas del sindicato.
El tribunal calificó la medida tomada por Martínez como “totalmente ilegal, ilegítima y arbitraria”, ya que no se respetaron los parámetros establecidos en el Estatuto de la UOM ni en las leyes argentinas e internacionales que garantizan los derechos de los trabajadores en materia de actividad gremial.
Sin embargo, antes de que el fallo se hiciera público, Martínez aceleró la convocatoria a elecciones internas el 24 de abril, lo que generó un conflicto con el resto de los trabajadores. En la planta de Brighstar, representantes del sindicato liderado por Martínez intimidaron y amenazaron a las trabajadoras que mostraban interés en postularse como candidatas a delegadas. Pocos días después, una situación similar ocurrió en las instalaciones de la empresa Solnik.
Lorena Noemí Saldivia, otra trabajadora metalúrgica, presentó una denuncia ante la Justicia Laboral acusando a Martínez y al sindicato de impedirle presentarse como candidata a delegada.
Luego de analizar la situación, la Justicia Laboral decidió suspender el proceso electoral sindical “hasta que se garanticen los derechos constitucionales que la Sra. Saldivia considera avasallados y que están establecidos en el art. 14 de la Constitución Nacional y reglamentados en los art. 4 inciso b, 12, 40, 47 de la ley 23.551”.
Estos fallos judiciales revelan un patrón preocupante en el accionar del sindicalista y exdiputado nacional, Oscar Anselmo Martínez, quien parece no permitir el ejercicio de las reglas básicas de la democracia en su gremio. Es especialmente alarmante que esto suceda cuando se trata de mujeres trabajadoras, cuya legítima participación podría amenazar su continuidad en la conducción sindical.
La lucha por la igualdad de género y la participación activa de las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad, incluido el sindical, es un desafío que debe abordarse con urgencia. Las trabajadoras merecen tener voz y voto en las decisiones que afectan sus condiciones laborales y derechos gremiales. Es fundamental que se respeten y garanticen los principios democráticos en el seno de las organizaciones sindicales, permitiendo la participación plena y equitativa de todos sus miembros, sin distinción de género.
