PEDRO SABORIDO. Fantasía y realidad de la vida en el Fin del Mundo

En su espacio radial, Pedro Saborido arrojó luz sobre cómo los urbanitas idealizan lugares remotos como Ushuaia, imaginando una vida de postal. Sus agudos comentarios desnudan la enorme brecha entre la fantasía y la realidad.

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En su característico estilo analítico y mordaz, el productor, director, guionista y escritor Pedro Saborido, también conocido -por él mismo- como el “sociólogo de pizzería”, arrojó una luz crítica sobre la imagen que los habitantes de los grandes centros urbanos del Norte del país tienen de los lugares remotos y legendarios, como Ushuaia, en su programa radial en FM Master’s.

Desde su espacio en la emisora ushuaiense, Saborido exploró cómo la mentalidad de los urbanitas a menudo teje una visión distorsionada y simplista de la vida en lugares icónicos, como Ushuaia, a los que suelen referirse como “el fin del mundo”. Con su característico sarcasmo, Saborido señaló que muchos habitantes de las ciudades metropolitanas del Norte tienden a fantasear con la vida en estos remotos enclaves como si fueran un escape de sus realidades urbanas.

“¿Cuál es la fantasía muchas veces del porteño, el tipo que vive en la gran ciudad? que no puede irse de viaje a Ushuaia, a Bariloche, al Norte, no puede, no puede, entonces ¿qué hace? por eso toma un clonazepam, que es como tener un pequeño Ushuaia en el bolsillo, chiquitito. Te calma y decís ‘estoy en El Bolsón, de golpe estoy en El Bolsón’, sin haber ido a El Bolsón”, ironizó Saborido, señalando la tendencia a buscar un alivio que les evite vivir la experiencia real.

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Pedro Saborido, sociólogo de pizzería.

El sociólogo de pizzería destacó cómo las fantasías se tejen en torno a estos destinos remotos, a menudo desde una visión simplista y superficial: “Cuando de pronto tiene familia en esos lugares, tiene parientes, amigos que se han ido, fantasea. Dice ustedes ‘viven en un lugar, en el paraíso’. Y se creen que ‘viven en una postal’. Y tienen esas fantasías”, expresó, subrayando cómo estas fantasías pueden alejarse de la complejidad de la vida cotidiana en dichos lugares.

Saborido también desafió la noción de que la vida en Ushuaia o en otras localidades remotas es un eterno estado de relajación y disfrute. “A la gente se le mezcla todo, los lobos marinos, Puerto Madryn, Bariloche, la Antártida, desde allá se ve todo como aplanado. Pero a su vez también tienen esa fantasía que están todo el tiempo tranquilos, como si vivieran de vacaciones para el tipo, es como si ustedes estuvieran todo el tiempo disfrutando”, señaló con una razonable dosis de sarcasmo.

Más allá de las bromas, hizo hincapié en cómo estas visiones distorsionadas pueden impactar la percepción de la realidad en los lugares remotos. Desde la imagen de “vivir en una postal” hasta la percepción de que los habitantes de estas zonas disfrutan de un eterno descanso, Saborido cuestionó cómo estos estereotipos pueden afectar la comprensión genuina de la vida en estos lugares.

Puntualmente sobre la capital fueguina, reflexionó que “lo más famoso que tuvieron durante muchos años era un faro y lo otro famoso era una cárcel. No era una buena prensa como para arrancar, era un imaginario donde decía ‘de ahí no salís’ casi. Mirá donde te mandaron, era como la Siberia argentina” analizó, no exento de razón.

Con sus comentarios perspicaces y humorísticos, Pedro Saborido dejó claro que la fantasía urbana del “fin del mundo” no siempre se alinea con la complejidad y diversidad de la vida real en lugares icónicos como Ushuaia. Sus palabras sirven como disparador de la importancia de explorar más allá de los estereotipos y preconceptos para comprender verdaderamente las experiencias de quienes habitan estas regiones remotas.