Los enemigos perfectos (Por Guillermo Worman)
Como los ingleses son los enemigos ideales para unirnos y confrontar hacia el afuera, todo aquel que cuestione la continuidad de la Ley 19.640 pasa a estar en una condición similar.
Los ingleses nos ayudan a no pensar en quiénes gobernaban en abril de 1982, como tampoco en la lógica y legitimidad de aquella decisión de iniciar un conflicto armado para recuperar las Islas Malvinas por fuera de la vía diplomática.
Un escenario similar sucede contra quienes atacan a la columna vertebral de Tierra del Fuego. Entonces, juntemos las cabezas, pongamos hombro con hombro y vayamos juntos contra nuestro enemigo en común. Nada más útil y trillado para unificar a una sociedad.
El enemigo perfecto
El viernes empezó a circular desde las 4 de la tarde el proyecto de Ley de un diminuto grupo de diputados de la Coalición Cívica que plantea en su artículo primero ¨la eliminación progresiva del Régimen de Promoción Industrial creado por la Ley 19.640¨.
El espacio político de Elisa Carrio no tiene representación institucional en Tierra del Fuego. Ni un legislador para votar los malones legislativos que ingresan sobre tablas en el parlamento provincial, tampoco un concejal para acordar cualquier aspecto municipal en las tres ciudades.
Solito y solo, Tomas Bertotto es la máxima autoridad local del espacio político que pidió la guillotina para los beneficios que sostienen la matriz social y económica de la isla.
Ahora bien, con la Coalición Cívica no hay nada que negociar de la gobernabilidad local. Ni la aprobación del presupuesto provincial, tampoco nuevos endeudamientos, ni la reforma de la Carta Orgánica que ya terminó. Nada de nada.
Es el enemigo perfecto.
Un enemigo externo para unificarnos
En la década del 50 del sigo pasado el matrimonio norteamericano Sherif desarrolló un poderoso estudio de investigación. Allí se llegó a la conclusión que la posibilidad de un ataque inminente por parte de un enemigo exterior genera una fuerte motivación para agruparse y unificar posturas para combatir a la amenaza externa.
El trabajo entre los 22 jóvenes que participaron produjo conclusiones que hoy no nos sorprenden: necesitamos sentirnos parte de un conjunto definido, tener unos colores que seguir y una bandera por la que pelear; pero también nos enseña que da igual lo enfrentados que puedan estar dos grupos ya que, cuando de verdad hace falta que colaboren para defender los intereses que consideran como propios, no tardan en dejar a un lado todas sus diferencias y unirse en contra del enemigo común.
El último de los mohicanos
Bertotto solo salió a aclarar que nadie lo consulto antes de presentarse semejante iniciativa e hizo un carta abierta que no logra apaciguar las llamas que generó el proyecto de ley.
Muchos en su lugar ya habrían presentado la renuncia y pegado flor de portazo.
Hasta ahora nadie lo comunicó.
Si los ingleses nos ayudan a no pensar críticamente hacía adentro porque nuestras energías están puestas contra ellos, el bloque de la Coalición Cívica en diputados genera el mismo efecto sobre la sacro santa Ley de Promoción Industrial fueguina.
Unidos contra, haciendo esfuerzos por repudiarlos, dejamos de lado cualquier tipo de revisión sobre los abusos y excesos que hasta ahora se siguen cometiendo.
Tampoco nos sentamos a evaluar la falta de inversiones genuinas por parte de la mayoría de las empresas, ni el perfil económico y productivo de cara a las próximas décadas.
Nos hacen un gran favor desde afuera.
Nos atacan para que unamos y contestamos las amenazas sin tener que correr los riesgos de pronunciarnos sobre la separata que presentó el propio megaministro Sergio Massa al ingresar por mesa de entradas de Diputados el proyecto de presupuesto nacional 2023.
Contra Tomy Bertotto, y los diputados Olivetto, López y Zuvic se nos hacen fácil.
Y hacía allí vamos con toda la fuerza de nuestras posiciones pro Tierra del Fuego.
Solo reconfirmamos los resultados de aquel experimento social que indicó que es fácil unirse cuando hay un enemigo externo en común.
