EDITORIAL: Melella y el teorema de Baglini

El conflicto Provincia-Municipios sobre las deudas de coparticipación, por recurrente y contradictorio, merece una mirada sobre la cultura política, más que sobre la infraestructura normativa. No falta derecho, sobran mentiras.

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A pesar de los proyectos de ley que se han presentado, parece oportuno afirmar que las transferencias automáticas de coparticipación a las municipalidades, ya se encuentran normativamente impuestas.

En este sentido, la ley de coparticipación federal -ley 23548- establece la obligación de la Nación de transferir automáticamente los fondos a las Provincias (art. 6), y éstas, a su vez, el compromiso de remitir a los municipios los fondos que les correspondan,  “asegurando la fijación objetiva de los índices de distribución y la remisión automática y quincenal de los fondos” (art. 9, inc. g, ley 23.548).

A esa obligación de transferencia automática, en la actualidad se le ha agregado a partir del año 2009 un convenio homologado judicialmente que obliga a las mismas conductas (expediente Nº 2220/09 STJ, Resolución ME 665/09).

No existe un vacío legal, como se ha visto, sino una cultura del incumplimiento. En el libro “Un país al margen de la ley”, Nino recordaba que los virreyes del Río de la Plata recibían cédulas reales con la célebre frase “se acata pero no se cumple” y en la obra más representativa de nuestra literatura gauchesca, el Martín Fierro, el viejo Vizcacha manifiesta serias dudas sobre la imparcialidad de la ley, legisladores y jueces, incitando claramente a su desobediencia. 

La posibilidad de que un sistema no se fuerce más allá de sus principios, depende también de la calidad de los hombres que actúan en su esfera. Y no es esto un problema exclusivamente de normativas. Una anécdota pinta de cuerpo entero lo expuesto. Cierta vez preguntaron al político brasileño Capistrano D´Abreu sobre el contenido que debía tener la constitución de su país; D´Abreu expresó que debería constar de un solo artículo que dijera “todo habitante está obligado a tener vergüenza”.

El Gobernador Melella, se encuentra ante a un desafío incómodo. Enfrentarse consigo mismo. Después de cuatro años de diatriba en favor de la autonomía, debe poner a prueba la verdad del teorema de Baglini.

Nota editorial: El diputado nacional Raúl Baglini (UCR) dijo el 7 de marzo de 1986 su famoso teorema ¨ el grado de responsabilidad de las propuestas de un partido o dirigente político es directamente proporcional a sus posibilidades de acceder al poder¨.