TENSA ESPERA. Avizoran incierto futuro para el sector textil de Tierra del Fuego

Se demora la resolución nacional sobre la industria textil en el sub régimen provincial, aunque se avizora para el sector condiciones restrictivas debido a presiones del lobby textil del continente. Está en riesgo la estabilidad laboral y la planificación de las fábricas.

El apoderado de la Cámara Fueguina de la Industria Nacional (CAFIN), Alberto Garófalo, expresó su preocupación ante la demora en la resolución por parte de la Secretaría de Industria de la Nación sobre la reincorporación del sector de la industria textil en el sub régimen promocional de Tierra del Fuego. Se especula que las condiciones propuestas podrían comprometer seriamente el futuro de las fábricas instaladas en la provincia.

Garófalo, en Radio Nacional Ushuaia, comentó: “oficialmente no hay nada. Sabemos que hay alguna deliberación al respecto, sabemos que han avanzado en esa discusión, pero no han escrito aún la resolución. Tenemos entendido que va a salir con algunas restricciones importantes a la operación de las textiles”.

La incertidumbre genera preocupación en el sector, ya que la falta de definiciones dificulta la planificación y el abastecimiento de las fábricas. Al respecto, el directivo agregó: “el decreto no dice cuáles son las condiciones que deberían cumplir ni tampoco ese plazo plurianual de cuánto va a ser. Lo que ahora va a salir es una resolución, porque el decreto autoriza a la autoridad de aplicación a llevar adelante la prórroga para las textiles, bajo ciertas condiciones y esa resolución va a fijar determinadas condiciones”.

Dio cuenta de la fuerte presión por parte de sectores textiles del continente, así como las dificultades que generan los precios en el mercado, como aspectos que complican aún más la situación: “a nadie se le escapa cuáles son las presiones que tiene hoy el Gobierno Nacional de parte del sector de textiles del continente, y lo que esos sectores vienen reclamando, desde el extremo de que no haya renovación, hasta condicionar de tal manera a la industria textil de Tierra del Fuego a tal punto que ya no represente una competencia” denunció.

La falta de acceso a los despachos oficiales y el lobby del continente han hecho que la discusión sea desigual. Garófalo afirmó: “es una pelea desigual, pero bueno, hace más de 40 años que estamos en esto, no nos vamos a rendir ahora”.

La posibilidad de una acción judicial por parte del gobernador Gustavo Melella es una opción que se baraja en caso de no salir prontamente la resolución. A este respecto, Alberto Garófalo aportó: “Si bien nuestra preocupación es de cuánta velocidad se le puede imprimir a una acción judicial, nos parece bien, porque por lo que se supone que van a escribir, me parece que se van a infringir algunas cosas”.

“Siempre lo que se ha discutido en definitiva es una cuestión de precio en el mercado. La industria textil nacional debe ser el sector más protegido de la industria nacional. Y aun así encuentra una competencia en las textiles fueguinas, que, por tener acceso a materia prima importada, puede llegar al mercado en condiciones de precios mejores que la industria nacional lo hace, a pesar de toda la protección” remarcó respecto de la verdadera razón detrás de la demora en la resolución nacional.

El representante de CAFIN insistió en el poder de presión que tienen en el continente frente a los funcionarios nacionales: “Esto es una guerra sin cuartel. Ellos han participado en las discusiones de una forma que nosotros no hemos podido. Ellos se muestran muy activos en los despachos oficiales a los que nosotros no tenemos acceso”.

La resolución final y las condiciones propuestas determinarán sin dudas el futuro del sector textil fueguino, que Alberto Garófalo no ve con demasiado optimismo. La industria se encuentra a la espera de definiciones claras para poder planificar y mantener la estabilidad laboral en la provincia.