¿QUIÉN DEFIENDE LA EDUCACIÓN PÚBLICA? Otra vez paro docente en Tierra del Fuego
En una medida de acción directa que interrumpe nuevamente las clases, el SUTEF convocó a un paro de 24 horas para mañana, que incluirá movilización y la organización de una olla popular.
La medida de fuerza está programada para comenzar a las 11 de la mañana y tendrá lugar en diferentes puntos estratégicos de Tierra del Fuego: la Escuela N°1 de Ushuaia, la esquina de San Martín y Belgrano en Río Grande, así como la rotonda en Tolhuin.
El motivo detrás de este paro, según el gremio docente, es la grave situación económica que enfrenta la provincia, exacerbada por la devaluación de la moneda y el impacto de la desenfrenada inflación.
La medida de fuerza se conoce al tiempo que ayer este medio publicó el avance del sistema de jubilaciones de privilegio para docentes en uso de licencia como funcionarios o gremialistas podrían jubilarse a los 50 años, tal como afirmó Rubén Bahntje en la edición de ayer.
Sus demandas incluyen un aumento urgente de salarios y la promesa de que ningún docente quede en la categoría de pobreza en Tierra del Fuego. Además, solicitan una intervención estatal en el mercado de alimentos e inmobiliarios, así como la convocatoria al Consejo Económico y Social de la provincia para abordar las emergencias planteadas.
Desde el SUTEF argumentan que estas son medidas de urgencia necesarias y posibles por las que están dispuestos a luchar. Sin embargo, cabe preguntarse si un paro, con movilización y olla popular, es realmente la solución más efectiva para abordar estos desafíos económicos.
Si bien es innegable que Tierra del Fuego enfrenta dificultades económicas significativas, el paro como forma de protesta plantea interrogantes sobre su impacto real en la resolución de problemas complejos. ¿Cómo afectará esta medida a los estudiantes y sus familias? ¿Es el paro la mejor manera de promover el diálogo constructivo con las autoridades para abordar las preocupaciones económicas?
Es importante recordar que mientras los docentes buscan mejoras legítimas en sus condiciones de trabajo y remuneración, la sociedad en su conjunto se ve afectada por las consecuencias de los paros en la educación y otros servicios públicos.
La solución a los problemas económicos de la provincia debe ser un esfuerzo conjunto y dialogado entre todos los sectores, y quizás es hora de repensar la efectividad de las medidas de fuerza como la principal herramienta de cambio.
