SCHIAVINI. El problema de los perros asilvestrados no encuentra solución

El investigador Adrián Schiavini analizó la creciente e irresoluta problemática de los perros asilvestrados, en términos de salubridad pública, consecuencias sobre la producción agrícola ganadera, seguridad y amenaza sobre la diversidad biológica.

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En la ciudad de Ushuaia, el Dr. Adrián Schiavini, investigador principal del Cadic Conicet, planteó un análisis crítico sobre la problemática de la proliferación de perros asilvestrados, destacando y analizando sus impactos negativos en distintos aspectos.

Según apreció Schiavini en FM Master’s, estos perros asilvestrados representan “un predador ordinario, berreta, poco experimentado”, capaz de atacar a animales silvestres y convertirse en portadores de enfermedades zoonóticas. En sus propias palabras, “tenés suelto en el ambiente extra urbano un animal que produce daño en varias dimensiones”.

En cuanto a la génesis del problema, el investigador subrayó cómo el perro doméstico, producto de la intervención humana en la genética de animales silvestres, se ha convertido en un verdadero problema: “El perro evolucionó, por ejemplo, la capacidad de digerir almidón, cosa que sus antecesores no tenían” ejemplificó.

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Dr. Adrián Schiavini, investigador principal del Cadic Conicet.

El análisis del Dr. Schiavini se basa en datos concretos recopilados en encuestas a productores rurales: “En el año 2018 hicimos una encuesta a 26 productores rurales, prácticamente las dos terceras partes de los productores y todos coincidieron en que el problema está escalando en los últimos cinco años”.

Un aspecto preocupante y nuevo es la presencia creciente de crías nacidas en el campo, con lo que eso conlleva. Schiavini explicó: “Hace 15-20 años atrás lo que había eran perros sueltos que representaban mayoritariamente animales que se habían ido de las ciudades por una mala tenencia de las mascotas por parte de la gente” y algunos otros factores similares. Ahora, sin embargo, se ha detectado “muchas crías en el campo, en dos oportunidades, están pariendo dos veces al año como los perros domésticos”.

El investigador también señaló las implicancias del entorno en el desarrollo de estos perros asilvestrados: “Un cachorro nacido en silvestría no conoce al ser humano durante el período crítico, por lo tanto, después su comportamiento va a ser el de un perro que no conoce al ser humano. Y eso es muy grave”.

Además, Schiavini advirtió sobre la naturaleza de estos perros como depredadores: “Es un predador ordinario porque no sabe cazar, nosotros lo hemos modelado y no queremos que ataque al ser humano ni a otros animales, entonces cuando sale a acosar lo hace de una manera berreta, ordinaria, que mezcla el juego con la predación”.

El investigador subrayó la relevancia global del problema, apuntándolo como no exclusivo ni de Tierra del Fuego ni de Argentina, sino que se da en todos los países “curiosamente con más cultura y con más desarrollo social”.

Asimismo, abordó lo que considera son posturas extremas en grupos animalistas: “Hay un continuo bastante importante que va desde pensar que no deberíamos matar a ningún animal, hasta pensar que son seres humanos como nosotros”.

Ante este escenario, Schiavini destacó la necesidad de medidas equilibradas y decisiones razonables: “Hay un proyecto de ley presentado en la Cámara de Diputados el año pasado que postula que no se puede sacrificar a ningún animal, ni siquiera para investigación, ni siquiera para experimentación”.

El experto concluyó alertando sobre las consecuencias de tales restricciones: “Careceríamos de medicamentos, careceríamos de vacunas, careceríamos de terapias adecuadas”. En definitiva, denotó que en Ushuaia el desafío persiste y requiere una acción coordinada y urgente para preservar la salud, la producción y la biodiversidad en toda la región.