Preocupaciones sobre los votos nulos y en blanco en Tierra del Fuego (Por Guillermo Worman)

Días antes de las PASO se hizo un taller en un Colegio de Ushuaia, donde participaron jóvenes que votarían por primera vez en las primarias del 12 de septiembre. Terminada la explicación sobre el alcance de las primarias abiertas simultaneas y obligatorias, se abrió un espacio para preguntas.

La primera fue: ¿Cómo se vota en blanco y se anula el voto, y qué efectos tiene cada uno?

A los pocos días, Tierra del Fuego alcanzó el record de votos nulos a nivel nacional con el 9,12%, mientras que el promedio del país fue el 3,72%.

Los votos anulados se convirtieron en la cuarta opción del electorado fueguino, detrás de Juntos por el Cambio, el Frente de Todos y Somos Fueguinos.

Como la elección tuvo la simpleza de tener de colocar una sola boleta, sin que intervengan los sistemas de tachas o preferencias -como tampoco boletas para otros estamentos-, todo hizo pensar que un sector considerable de la sociedad fueguina optó deliberadamente por no votar por ninguno de los candidatos y que no se trató de un fenómeno de anulación por confusión de procedimientos.

Sumados al 2,18% de los votos blancos, casi el 12% de los electores habilitados optó por no votar.

En un relevamiento de la Consultora Zuban-Córdoba se determinó que el 73,8% de los consultados no se sintió representado por los discursos previos a las PASO. En esta línea, Gustavo Córdoba, politólogo y codirector de la consultora junto a Paola Zuban, reflexionó en sentido que “Este modelo de campañas lejos estuvo de movilizar, y comprometer a la ciudadanía, la gran mayoría prefirió hablarle a la política y no a la sociedad”.

Por su parte, Zuban señalo en el programa ¨Laberintos¨ que ¨falta contenido que acerque políticos y gente. Hay una desconexión entre la política y la sociedad, y se ve reflejado en los datos de las encuestas: el 65% de los votantes sienten que los políticos no le hablan a la sociedad¨, explicó la codirectora de Zuban-Córdoba.

Otra voz autorizada en la comunicación política, el politólogo Mario Riorda, advirtió en redaccionmayo.com que ¨se sabe que una plataforma electoral es una pieza de arqueología: más del 80% de los contenidos comunicacionales en una campaña está destinado a hablar de las candidaturas y no de sus propuestas. Así, las causas son las de los liderazgos, las ideas son las de los liderazgos, las historias son las de los liderazgos. Muchas veces el contenido estrictamente político es nulo¨, sintetizó el especialista.

Desde otra perspectiva, la investigadora Mariana Llanos dijo que se trato de “una desconexión” entre la agenda del gobierno y lo que es importante para los ciudadanos.

La campaña nacional, al igual a la que se desplegó en Tierra del Fuego, se caracterizó por la falta de atención en las necesidades del electorado. La tentación por el juego de adversarios en lucha desplazó de la agenda las necesidades de la sociedad. Junto a esto, particularmente en las redes sociales, los mensajes más intensos fueron las noticias falsas y la desinformación entre candidatos, y no propuestas concretas para atemperar los efectos del desempleo, la crisis en la educación de los niños y adolecentes, junto a la incertidumbre ante el futuro individual y colectivo.

¿Dónde quedaron los problemas de la gente en medio de una crisis? En ningún lugar. Se trató de contendientes beligerantes solo preocupados por descalificarse en lugar de aprovechar el momento previo a las PASO para ponerse en lugar de los sectores que más sufrieron los impactos de la crisis social y sanitaria.

Particularmente en Tierra del Fuego, el distanciamiento entre representantes y representados se agudizó. Previo a las PASO se conoció que los legisladores provinciales se autorizaron un aumento de sus dietas, llevando sus ingresos mensuales a $712.000 , y los funcionarios del gobierno provincial tuvieron un incremento en el plus por desarraigo en más del 30%, lo que implicó que pasen a cobrar más de $50.000 mensuales de sobre sueldo para el pago de sus viviendas.

Basta recorrer las ciudades fueguinas para notar el aumento de la venta ambulante de maples de huevo, venta de sándwiches en la vía pública, el crecimiento de puestos de choripanes y la aparición de carros para venta de tortillas asadas. Todo esto llegó desde el inicio de la cuarentena, y parece que es un fenómeno de exclusión que vino para quedarse.

¿Gestos públicos? Pocos o ningunos, en medio del crecimiento de privilegios imposibles de explicar de quienes se asumen como representantes de las personas que más sufren.

Roberto Gargarella, reconocido pensador y jurista, sintetizó la trampa estructural en donde cae apresada la ciudadanía: ¨ tenemos un sistema que no nos permite expresarnos y muchas veces nos pone en esta situación de extorsión, en donde para apoyar lo que queremos, tenemos que votar lo que repudiamos¨, apuntó además de explicar que no se puede decir que la ciudadanía ha votado mal, cuando se le otorga ninguna herramienta para que se exprese. Gargarella advierte que las herramientas que se tienen, típicamente el voto, no dan voz, y anota que funciona como sí se tirara una piedra contra la pared que no escucha ni tiene voluntad de prestar atención a las demandas de la sociedad.

No tiene que llamarnos la atención el record del voto nulo en Tierra del Fuego. Debiera ser una alerta del nivel de desconexión que existe entre la política profesional y las personas que peores momentos atravesaron desde el inicio de una crisis impensada, donde un sin número de personas pasaron momentos de suma angustia y adversidad sin que la gran mayoría de sus dirigentes preste atención a sus necesidades más elementales.

Desde esta perspectiva, la opción del voto nulo o del voto en blanco para expresar descontento no ha sido otra opción que la vía pacifica de un sector de la sociedad que vivió con indignación la falta de empatía de un gran sector de dirigentes, que no presto atención ni entiende las necesidades que tienen los sectores que necesitan respuestas efectivas en momentos de suma angustia.