GRAVE. Una mujer víctima de trata reclama apoyo estatal en Ushuaia

Érica, una mujer que víctima de explotación, reveló la difícil situación de vivienda que enfrenta en Ushuaia y criticó a las autoridades provinciales por la ausencia de protección. A pesar de formar parte del programa nacional de protección, no se le garantiza alojamiento ni sus derechos fundamentales.

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Durante una entrevista en FM Master’s, Érica, quien está amparada por el programa nacional Protex para víctimas de trata, expresó su angustia debido a la falta de respaldo por parte del área encargada de políticas de género y desarrollo de la provincia: “no es Protex quien me ha dejado deja de proteger, sino el área de políticas de género y desarrollo de la provincia”, afirmó.

Érica continuó explicando su situación actual y los compromisos incumplidos: “al momento sigo bajo el programa de inserción, tanto en la sociedad como en lo laboral. Se me paga un sueldo mínimo vital y móvil hasta tanto termine la capacitación, y así ingresar al mercado laboral. El trato era, una vez yo establecida laboralmente, se me daba alojamiento. Pero esto aún no ha pasado, es más, todavía ni empiezo los cursos de capacitación que empezarían esta semana. Esto no se está cumpliendo”.

La víctima de trata también destacó la falta de atención a tratados y normativas nacionales que protegen a las sobrevivientes de trata: “he buscado información, hay tratados nacionales para nosotras las víctimas o sobrevivientes de trata, a los cuales el gobierno nacional y de la provincia está haciendo caso omiso. Es inhumano el trato que estoy recibiendo. No me quiero victimizar, pero la realidad es otra”.

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La situación se agrava debido a que Érica es madre de tres hijos menores, quienes también están siendo afectados por la falta de protección y alojamiento: “tengo tres hijos menores, están a mi cuidado y en un periodo de un año nos sacaron cuatro veces de diferentes lugares. Y este ya es el último, porque la policía constató el día de ayer, vino a notificarme que debería dejar el lugar, porque ni políticas de género ni desarrollo se hace cargo más de mi alojamiento”.

La comunicación con las autoridades competentes también ha sido problemática, según relató Érica: “las señoras están apuradas, no sé. No tengo trato, ellos no tienen trato directo conmigo. Yo me entero por policías, por notificaciones. A quien le compete en esta secretaría, no me da respuesta y no me da la cara y también me bloqueó desde el whatsapp”.

Insólitamente, en el propio momento en el que Érica era entrevistada telefónicamente, la dueña del lugar en el que se aloja interrumpió para exigirle que desaloje de inmediato: “era la dueña del lugar. Dijo que tengo que dejar hoy este lugar. Hace cinco meses que vivo aquí. Antes estaba en otro edificio, otro hotel que trabaja con Desarrollo” relató el diálogo que se escuchó perfectamente al aire por FM Master’s.

Érica, quien llegó a Tierra del Fuego poco antes de la pandemia, continuó con el diálogo y destacó la falta de apoyo y la difícil situación que enfrenta ella y sus hijos: “cuando llegué a la isla, yo contaba con mis propios fondos para poder alquilar, e iba a ponerme mi micro emprendimiento de panadería, o costura, lo que saliera. Pero, como todos saben, la pandemia no a todos nos agarró bien parados, así que después de dos años, pedí ayuda a políticas de género”.

La ausencia de respaldo y el incumplimiento de los compromisos afectan no solo a Érica, sino también a sus hijos: “en el caso que no les interese mi vida, mi caso, lo que me está pasando, lo que quisiera resaltar es que se están vulnerando los derechos de los niños. No tienen nada que ver mis tres hijos con este sistema. Tampoco están siendo apoyados, esto no está bueno que lo pasen. Ante todo soy madre, y ver a mis hijos mal dormidos, nerviosos, no saben mañana cómo van a amanecer. Se fueron al colegio, mal dormidos, nerviosos, están preguntando qué pasa” describió con angustia.

En definitiva, la incertidumbre y la falta de opciones habitacionales ponen en riesgo la salud y la vida de Érica y sus hijos: “no sé qué va a ser de mí, porque literalmente, por la salud, por la vida de mis hijos, no tengo dónde ir” concluyó Érica.