REPUBLICANOS TDF. Tibaudin apuntó contra el sub régimen industrial fueguino

El candidato libertario a intendente de Ushuaia, en concordancia con su referente nacional Javier Milei, consideró que el sub régimen promocional, tal como está diagramado, no tiene sentido en Tierra del Fuego.

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Ricardo Tibaudin, candidato a intendente de Ushuaia por Republicanos TDF, desplegó alguna de las propuestas que piensa llevar adelante en caso de ganar los comicios del 14 de mayo.

También comentó alguna apostilla que dejó la llegada a la ciudad del máximo referente nacional del sector, el economista y diputado nacional Javier Milei. Por ejemplo, relató que desde la organización se decidió no avisar detalladamente sobre su arribo, anoche, “pero los pasajeros del avión en el que vino todos se sacaron fotos con él y él muy amable, se puso para la selfie e incluso les ayudaba a acomodar el teléfono y ese tipo de cosas”.

Estimó Tibaudin que la presencia de Milei “supongo que contribuye, más que nada nos ayuda a difundir noticias. Hay gente que sabe desde antes que yo voy a ser candidato a intendente, que Agustín va a ser legislador, que Gastón Porfirio va a ser el concejal. Pero una noticia de este tipo implica que la gente va a leer no solo la parte de arriba de la notita de Milei, sino que Milei confía también en nosotros, que nosotros confiamos en él”.

Admitió que Republicanos de Tierra del Fuego se encuentran estudiando el tema del sub régimen industrial, y que, al igual que a Milei, “también a nosotros no nos convence, no voy a negarlo”.

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Ricardo Tibaudin, candidato a intendente de Ushuaia por Republicanos TDF.

Separó por un lado la Ley 19640, “esto de bajar impuestos que ha generado población y un estándar de vida bastante superior al resto del país, a pesar de que tenemos las mismas condiciones, acá hay argentinos”. Aclaró que “esa parte nosotros la apoyamos totalmente y, es más, quisiéramos que la reducción impositiva se extendiera a buena parte del país”.

En cambio, arremetió contra el sub régimen industrial propiamente, que según entiende, “genera una serie de complicaciones. No quiere decir que no se puedan producir cosas en Tierra del Fuego, pero probablemente tendríamos que apuntar no solo al mercado nacional, sino al mercado internacional” para que sea generador de riqueza.

Criticó el status quo actual, que explicó en su mecánica de la siguiente manera: “le ponemos un impuesto a todo lo que entra de afuera, para que lo que fabricamos en Tierra del Fuego se pueda vender en el resto del país más caro de lo que se consigue internacionalmente. No parece ser una buena solución”.

“Los dólares por los insumos se van igual. Cuando las empresas locales compran las partes con las que van a ensamblar los productos, esos dólares salen igual” cuestionó puntualmente el candidato a intendente por los libertarios. Consideró que en la provincia “nosotros le agregamos mano de obra, alguna que otra cosa, packaging, alguna cosa por el estilo”.

Por lo mismo, concluyó que “si no podemos competir con el mundo, nos conviene más comprar el producto terminado. Al país se le conviene más el producto terminado”.

Asimismo, definió a los miles de trabajadores de las distintas fábricas como a quienes “les interesa su puestito”, pero dio por sobreentendido que no es ese interés lo trascendente: “cuando vos hacés medidas nacionales, lo que estás buscando es el bienestar de todos” razonó.

Luego añadió que la industria fueguina, en el contexto de Argentina, podría convertirse en competitiva porque los sueldos en el país “son más bajos que en China en este momento”. Otra alternativa es “hacer lo que hace cualquier país del mundo, trata de encontrar actividades en las que tenga ventajas comparativas”, lo que no ocurriría en Tierra del Fuego con producción “para vender a 3.200 kilómetros de distancia”.

Dos propuestas concretas para una eventual gestión al frente del municipio anunció Tibaudin.

La primera, una política de transporte que “define cómo funciona una ciudad, no es broma esto, no sólo cómo funciona, define hasta precios de las tierras, precios de los alquileres”. En ese aspecto, su idea es establecer “paradas de colectivo calefaccionadas, que tengan una persona a cargo, que ni siquiera sería municipal, sino que tenga un pequeño negocio, un kiosco, que pueda vender café o chocolate caliente, un sándwich para que alguien coma mientras va en el colectivo”. Además, que las unidades “sean calefaccionados, que nadie tenga que caminar más de cuatro cuadras para llegar a una parada, que los colectivos no tarden más de diez minutos, que esté claramente señalizado cuál es el recorrido de cada uno, pantallas con recorridos, cuánto falta para que llegue, wifi arriba del colectivo”.

Según presume, todo esto induciría a las personas “a dejar el auto en casa y subirse al colectivo” con el consiguiente beneficio en términos de contaminación y mantenimiento.

La segunda propuesta de Tibaudin es vetar el nombre de “Cristina Fernández de Kirchner” que nombra a la Casa de la Mujer, en el caso de asumir: “lo vamos a sacar, porque aparte en la Carta orgánica ya se saldó ese problema, no se puede poner nombre de personas vivas a las cosas”. No obstante, expresó su opinión política al respecto, y consideró: “me parece mal que alguien procesado y condenado tenga un nombre de algo municipal”.