Sospechosos gestos de la Justicia y el Gobierno a gremialistas que “bancaron el acampe de 2016”
Al menos dos de los principales dirigentes sindicales que impulsaron y sostuvieron el acampe frente a la Casa de Gobierno de 2016, contra la gestión de la ex gobernadora Rosana Bertone, fueron favorecidos por fallos de la Justicia y designaciones de sus hijos en planta permanente, según reconstruyó este medio de acuerdo a distintas fuentes.
El caso más conocido es el de Horacio Catena, secretario general del SUTEF y el dirigente más combativo en aquella protesta derivada de las modificaciones al régimen previsional.
Catena tiene una condena firme por los disturbios que protagonizó (junto a militantes de otros gremios, en especial el de camioneros) en la famosa toma de la Casa de Gobierno de 2013, durante la gestión de la ex gobernadora Fabiana Ríos.
La gestión del PSP comenzó los sumarios y las exoneraciones de sindicalistas por aquellos incidentes. En el caso de Catena, fue exonerado de la administración pública a través del decreto 430/16.
En marzo de este año Catena se vio beneficiado por un fallo del Superior Tribunal. Ese pronunciamiento le habilitó la posibilidad de recurrir judicialmente la exoneración, algo que el gobierno le impedía con el argumento de que se habían vencido plazos procesales.
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Con la llegada de Ernesto Löffler como Juez del STJ Catena se benefició con un fallo que le habilitó a recurrir su exoneración.
Esa sentencia se conoció, además, en medio de las negociaciones paritarias entre el SUTEF y la gestión del gobernador Gustavo Melella, de buena relación con Catena. Y el fallo fue firmado por el juez Ernesto Löffler, impulsor de la candidatura de Melella en 2019 junto con un sector del Movimiento Popular Fueguino.
Papá rompe, nene a planta
No solo la Justicia tuvo gestos con el líder docente. El Ministerio de Educación provincial designó a Juan Manuel Catena (hijo del sindicalista) en un cargo de maestro tutor en el Colegio Kloketen, según se desprende de la disposición 58/20 del 6 de julio de 2020, y además posee 21 horas cátedra en la Secretaría de Deportes.
Más allá de las llamativas designaciones, la Administración Melella favoreció en forma directa al Club que depende del SUTEF con una cancha de césped sintético por más de $140 millones de pesos en la ciudad de Ushuaia. La entrega de la cancha se hizo en forma directa y no a través de alguna de las federaciones deportivas de la provincia.
Además tiene financiamiento público para desempeñar 40 horas mensuales como profesor de educación física en el gimnasio del club CAEF, vinculado al mismo gremio docente que lidera su padre.
Directo a planta
Pero el de Catena no es el único caso de un gremialista combativo de 2016 favorecido con decisiones judiciales de 2022.
Otro ejemplo es el de Marcelo Kuba, secretario general de uno de los gremios judiciales (el SEJUP) y activo militante durante los cortes de calle e incluso de la Ruta Nacional Nº3, en 2016.
Marcelo Kuba fue uno de los dirigentes que encabezó el “acampe” del 2016 y gestionó la reunión de la “Unión de Gremios” con integrantes del Superior Tribunal de Justicia en mayo de ese año.
Según reconstruyó este medio, Kuba logró que su hijo Silvio Marcelo Kuba fuera designado en el “Área de Servicios Generales del Distrito Judicial Sur”.
El nombramiento se realizó sin concurso público, debido a la “urgencia de la incorporación” y atendiendo a “los antecedentes y las entrevistas realizadas oportunamente”.
Así se desprende de la Acordada 142/21, a la que accedió este medio, suscripta por los cuatro jueces del Superior Tribunal de Justicia (incluido Loffler) el pasado 17 de noviembre de 2021.
Es decir que un segundo gremialista “del acampe” logró un beneficio judicial tras la victoria de Melella y la llegada de Löffler a su cargo.
Pero el otro dato sugestivo es que la acordada 142/21 estuvo varios meses sin ser publicada en el sitio web del Poder Judicial.
Bancar el acampe
Una fuente vinculada al caso le reveló a este medio que los gremialistas gestaron o profundizaron su vínculo con uno de los actuales jueces del Superior Tribunal, precisamente durante la protesta callejera contra la gestión Bertone.
“Ellos se reunían periódicamente con el juez, en un departamento céntrico de Ushuaia, en un living con un amplio ventanal con vista directa al Canal Beagle. Allí hablaban de la situación y el magistrado bancaba el acampe”, relató la fuente que pidió no ser identificada.
También agregó con la ayuda del magistrado “se realizaban tareas logísticas y se conseguían viandas que luego se repartían en las carpas armadas frente a la Casa de Gobierno”.
“Desde entonces quedó una relación, y algunos fallos y designaciones en planta tienen relación con aquellos compromisos”, afirmó la fuente.
