La oposición le pregunta a Melella por el destino incierto de los dólares depositados en el BTF

Varias preguntas claves sobrevuelan Tierra del Fuego en momentos en que encabeza el índice de desempleo más alto de la Patagonia y tiene millones de dólares en sus cuentas:

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¿Dónde están los millones de dólares destinados a obras públicas?

¿Cuántos puestos de trabajo se hubieran generado con la reactivación de obras públicas provinciales?

¿Los créditos Progreso y la línea de subsidios llegaron a quiénes lo necesitaban o fueron destinados a un lote de comerciantes y empresarios aliados con el gobierno provincial?

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Qui lo sa (¿Quién lo sabe?)

EN EL PAÍS DE NUNCA JAMÁS (Neverland)

Hace cuatro años el gobierno provincial, en resguardo financiero del dinero público, colocó el bono el Bono TFU 2027 por 200 millones de dólares de ese entonces, depositados en el Banco de Tierra del Fuego. Todo bien.

Son fondos significativos para inversiones en obras públicas tan necesarias que generan multiplicidad de puestos de trabajo, Créditos Pro. Gre. So. (reactivación económica y social provincial-COVID-19), entre otros.

Pasó un largo tiempo y subsiste la pregunta inicial: ¿En estos tiempos incluyendo más de un año de cuarentena que acrecentó la pobreza, la falta de trabajo, quiebre de empresas, etcétera, qué hicieron con los recursos de todos?: sin respuesta rápida e inequívoca por parte del gobierno provincial, como si fuera una impertinencia preguntar por lo que es de uno.

YA ES EL COLMO

Por la opacidad de la información y el secretismo anómalo gubernamental la situación ha llegado a tal punto que las legisladoras Laura Colazo y Victoria Vuoto (Bloque del Partido Verde) preocupadas por el destino de los valiosos recursos económicos, mediante un pedido de informes fechado el 28 de junio de 2021, requirieron datos específicos, incluyendo su aplicación precisa, casi como un habeas corpus del dinero de todos con fines específicos.

La falta de información también acrecienta la incertidumbre general, la desazón de la población y el descrédito de las promesas electorales que resultan ser un engaño o, por lo menos, una grave incompetencia para gobernar para todos.