La gasté y ahora la debo: Confesiones por la deuda de coparticipación

Las vueltas de la vida pusieron al gobernador Gustavo Melella en el lugar que tanto criticó en su paso por la intendencia de la ciudad de Río Grande.

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El mandatario reconoció en FM Aire Libre que la solución para terminar con el conflicto de las deudas de coparticipación con los municipios pasa por pedirle a la Nación que envié recursos que la Provincia ya se gastó.

El problema que envuelve a la actual gestión es que el récord de recaudación y de envío de fondos nacionales no le alcanza para solventar el gasto corriente que tiene la provincia. De allí que usan los fondos coparticipables de las tres ciudades para poder sostener el gasto propio del gobierno provincial.

GASTAR Y DEVOLVER

La novedad surgió con la confesión del propio gobernador: ¨La deuda está y no la desconocemos. Estamos trabajando con el gobierno nacional para que la provincia se haga de unos fondos especiales, y cerrar así las deudas que tenemos con los municipios¨, explicó.

En la entrevista con el Daniel Puebla, Melella habló sobre el incremento de los fondos coparticipables que envía automáticamente el Estado Nacional, pero dijo que las transferencias record que recibe Tierra del Fuego no son suficientes para pagar los costos mensuales del gobierno.

La gestión Melella trazó dos grandes líneas de inversión. Por un lado, la consolidación de la clase política provincial con ingresos salariales que han superado el 300% de incremento en tan solo 15 meses, y el pago de adicionales de todo tipo a la estructura de gabinete. La segunda decisión fue satisfacer las demandas de todos los sectores estatales.

Para esto, aumentó astronómicamente el presupuesto de la Legislatura y del Poder Judicial. Luego cerró el acuerdo con el gremio docente que conduce Horacio Catena. En el presupuesto provincial están incluidas un número sideral de horas cátedras extraordinarias que las distribuye el SUTEF, que junto con el aumento salarial llevaron al presupuesto educativo a niveles extraordinarios.

Como los recursos provinciales no alcanzan, a pesar de los mayores ingresos, el melellismo le gasto los fondos que les corresponden a los intendentes, para después pedirle a la Nación que salga en su salvataje.

La obra pública también la paga la Nación

El otro indicador que da cuenta de la situación es la paralización de obras públicas con recursos provinciales. Dentro de este esquema, el gobierno optó por destinar todos los recursos a la masa salarial estatal y desactivar el plan de obras públicas que se venía sosteniendo.

La totalidad de las obras provinciales que se han anunciado se corresponden a gestiones frente a la Casa Rosada, resignando los fondos propios de la provincia exclusivamente para el pago de sueldos.

El parate en la obra implica tiene dos consecuencias directas: La caída abismal del nivel de ocupación de mano de obra de la construcción y la baja de consumo de materiales de construcción.