GEOLOGIA-USHUAIA. Otorgaron el premio Strobel de la UBA al científico que descubrió el primer dinosaurio en Antártida

La Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA) le otorgó hoy el premio “Pellegrino Strobel” al geólogo fueguino Eduardo Olivero, responsable de uno de los descubrimientos más importantes de las últimas décadas como fue el hallazgo de los primeros restos de un dinosaurio en la Antártida, en 1986.


Según el jurado de esta distinción científica considerada una de las más antiguas del país, Olivero recibió el galardón por “sus extraordinarias cualidades intelectuales, sus destacados aportes científicos, sus importantes contribuciones a los estudios estratigráficos aplicados al conocimiento de la geología argentina y su continua dedicación a la comunidad de las ciencias de la Tierra”.

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El premio “no es por un hecho puntual sino por una trayectoria en la investigación. En especial a la estratigrafía, que es una disciplina de la geología que se dedica al ordenamiento espacial y temporal de sucesos”, explicó Olivero en diálogo con Télam.


En ese sentido, mencionó que dentro de su especialidad, los fósiles ocupan un lugar preponderante y por eso haber encontrado los restos del dinosaurio en Antártida constituye “un hito muy apreciado por un conjunto de instituciones argentinas y forma parte de la actividad por la que me han dado el premio”, señaló el investigador.


Olivero se desempeña desde 1992 en el Centro Austral de Investigaciones Científicas (Cadic) ubicado en la ciudad de Ushuaia y dependiente del Conicet.
Su descubrimiento de los restos de un Anquilosaurio -un dinosaurio herbívoro de 11 metros de largo por 2,5 metros de alto y 4 toneladas de peso- entre las rocas de la isla James Ross, en el noreste de la actual península antártica, ayudó a demostrar que alguna vez la Antártida estuvo unida al resto de las masas continentales.

“Por ese entonces, la teoría de la deriva de las masas continentales tenía detractores, y uno de los argumentos era que nunca se iba a descubrir un dinosaurio en Antártida porque ese continente siempre había estado separado del resto. Los fósiles que hallamos colaboraron en corroborar que en algún momento, el continente antártico estuvo unido a América del Sur”, detalló Olivero.

Incluso sostuvo que por su importancia, se lo consideraba el “último gran premio de la paleontología”.

Pellegrino Strobel fue un profesor italiano contratado por la Universidad de Buenos Aires en 1865 y a él se le adjudica haber dictado la primera clase de geología en esa casa de estudios.

El premio fue instituido en 1881 a propuesta del propio Strobel y con fondos donados por él, para distinguir “a aquellos argentinos nativos que se destacaran en el campo de las ciencias de la tierra”.

La UBA lo relanzó desde 2001 y durante su vigencia, una pléyade de ilustres naturalistas han recibido la prestigiosa distinción.

Durante esta edición también se entregaron los premios otorgados en 2020 y 2021 a los doctores Carlos Alberto Gulisano y Susana Ester Damborenea.

Por otro lado, se dictó la clase magistral a cargo de la doctora Andrea Inés Pasquini, de la Universidad Nacional de Córdoba, sobre “Cambio global y el ciclo hidrológico en el Antropoceno”.


“Estos actos marcan cómo se ha desarrollado la ciencia en el país, sobreponiéndose a enormes dificultades y convirtiéndose, como el caso de la geología, en un motor de desarrollo económico por sus aportes a campos como la prospección de hidrocarburos, las ciencias mineras o ambientales”, reflexionó Olivero a quien también se conoce como el autor “del otro gol a los ingleses” porque el hallazgo del dinosaurio antártico se produjo en plena competencia con otro grupo de investigadores británicos.