El 17% de las y los trabajadores fueguinos subsisten gracias a la economía popular

No son personas empleadas, ni en blanco ni en negro, ni trabajadores independientes. Se inventaron un empleo y subsisten y se desarrollan, como pueden, en las márgenes del mercado. Lo explica el representante del Registro Nacional de trabajadores/as de la Economía Popular.

Roberto Trujillo, representante del Registro Nacional de trabajadores/as de la Economía Popular, pasó por los estudios de FM Espectáculo como invitado en el programa Noticia de Tapa Radio, y compartió conceptos y sorprendentes cifras sobre la actualidad del sector, que en anteriores épocas se denominaba “economía informal”.

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“Se le llamaba informal por estar fuera de las formas jurídicas conocidas del mercado y del Estado”conceptualizó Trujillo. E identificó sus orígenes en los ’70 del siglo pasado en África, donde a raíz de enormes crisis la gente se inventaba su propio trabajo.

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“Se trata de compañeras y compañeros de los barrios que se inventan un trabajo por falta de empleo, y que se auto organizan. Es esa la gran diferencia con las otras formas de trabajo que son el mercado, el Estado y los trabajadores independientes con altos ingresos” expresó.

La primera llamativa cifra que aportó fue la de la cantidad de trabajadores que, por el tipo de actividad que ejercen y las condiciones, pertenecen hoy a la economía popular: “Hay en la Argentina 10.400.000 compañeros y compañeras de la economía popular” informó. 

Ante semejante número, reclamó que el Estado “tiene que mirar aunque sea esa realidad, que obviamente no van a entrar ni ser absorbidos en el empleo genuino”.

En Tierra del Fuego, el total de inscriptos en el Registro de la economía popular asciende a 13.000. Trujillo explicó que, en términos porcentuales, se debe calcular ese número dentro de la población económicamente activa (PEA), que en la provincia es de unas 77.000 personas. Por ende, casi un 17% de quienes efectivamente trabajan en Tierra del Fuego, lo hacen enmarcados en la economía popular. 

Otro dato interesante que aportó Trujillo fue que, del total de registrados en nuestra provincia, el 58% son trabajadoras mujeres. 

Manifestó también que el Estado tiene que saber hacia dónde dirigir las políticas públicas para el sector. Por eso rescata el hecho de que en la actualidad los datos de la economía popular tienen una mayor visibilidad. “Si se invisibiliza nunca vamos a poder crear políticas públicas para ayudar” sostuvo.

Enumeró algunos de los oficios o tareas que mayormente ejercen trabajadores y trabajadoras de este sector: “Artesanos, gastronomía, textil, costureras, gente que corta el pasto, pequeños talleres automotrices, de carpintería, de herrería. El abanico es muy grande, pero son dos grandes grupos: productivos y socio comunitarios o servicios”.

Para el representante del Registro, el “mercado” de la economía popular es enorme y lucha contra la invisibilidad. En términos nacionales, relató que, previo a la pandemia, en Nación hablaban de 3.300.000 trabajadores informales en todo el país. “Cuando pasó lo del IFE, se convirtieron en 10.400.000. Había 7.000.000 de compañeras y compañeros invisibilizados”.

Las preguntas que consideró claves entonces fueron “¿qué hacemos con los compañeros y compañeras de la economía popular? ¿hay alguna empresa o pyme que puedan absorber a 15.000 compañeras y compañeros para dar un empleo?”

Para responderlas, y tras informar que un 12% del PBI nacional es destinado a la inversión social a través de subsidios mal llamados “planes”, descartó que esa pueda ser la solución. Tampoco los grandes proyectos de obra pública que todos los gobiernos se jactan de implementar, en un rubro como la construcción en donde el componente de mujeres es de apenas un 3%.

“La solución no está en el empleo, ni en la absorción del sector privado. Tenemos que hacer algo nosotros mismos, y que ya lo hacemos. El compañero se inventó el trabajo, vive de eso, es su subsistencia. Con la ayuda del Estado va a poder tener un trabajo y un salario digno, además de herramientas y recursos”planteó finalmente.