Editorial: Gobiernos de familiares y amigos

Este medio publicó la nota “Lӧffler fue gobernador de Tierra del Fuego entre el 13 y el 17 de junio”, haciendo mención a Damián Löffler ocupando ese cargo en su carácter de vicepresidente de la Legislatura, por ausencia simultánea y sin necesidad imperiosa comunicada públicamente por los responsables: Gobernador y Vicegobernadora.

Al mismo tiempo, creándose una eventual incompatibilidad, el hermano del por esos días Gobernador, Ernesto Lӧffler es Juez del Superior Tribunal de Justicia, en flagrante contraposición del sistema de división de poderes, como si constituyeran una Unión Transitoria Electoral (UTE), acrecentando notoriamente su capacidad de gestión y de opacidad en la administración pública.

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Eduardo Menem Armando Macagno Carlos Saul Menem Salomon Schachter Elias Huirtado Hoyo

HACIENDO HISTORIA

Tres jóvenes amigos riojanos estudiaron abogacía al mismo tiempo en la Universidad Nacional de Córdoba.

Fueron años de consolidación de sus íntimas relaciones, compartiendo libros, comida, diversiones, alojamiento, etcétera.

Una vez recibidos, los tres abren un estudio jurídico en Buenos Aires, ya iniciados en los primero avances en la política, mediante el Partido Justicialista.

Carlos Saúl Menem (Presidente 1989 y 1999), Eduardo Menem (Senador (1983-1989, 1989-1998, 1998-2001, 2001-2005) y Julio Nazareno (Poder Judicial 1990-2003).

NO FUE MAGIA, FUE EL PODER

Los tres, al mismo tiempo, ocuparon los máximos cargos del Poder Ejecutivo, Poder Legislativo y el Poder Judicial.

Fue la mayor concentración del poder público de la historia argentina y uno de los pocos eventos en todo el mundo. Todos un record.

En otros casos, con distinta capacidad, buscaron cortes adictas o automáticas de por sí o manipuladas con diversos artilugios. A nivel nacional y en algunas provincias.

También hay que sumar a los respectivos Consejos de la Magistratura.

EL HUESO DE LA CUESTIÓN

El constitucional sistema de gobierno republicano nos remite directa e inexcusablemente a la independencia de los poderes y a sus respectivas y eventuales intervenciones cruzadas. En las monarquías y en el autoritarismo la concentración de las funciones, poder y presupuestos es unipersonal, arbitraria e ineficiente y todo lo contrario a la democracia; y solamente los juzga la historia, es decir, logrando así poder ejercer la extrema discrecionalidad además de la aberrante impunidad.

La impunidad en cuanto a la colisión de intereses privados o públicos, de quienes ejercen percibiendo sueldos aportados por los contribuyentes con el fin de administrar con ecuanimidad y transparencia los asuntos de todos, es una afrenta a la democracia en el contexto de la Declaración Universal de Derechos Humanos, además absolutamente ineficiente desde la perspectiva del conjunto pues los beneficiarios son unos pocos aun cuando expresen a viva voz y con solemnidad que lo hacen en nombre del pueblo y en contra de enemigos difusos de la patria.