RÍO GRANDE. Dificultades en el matadero municipal amenazan la producción porcina

Productores porcinos de la zona norte de la provincia revelaron las numerosas dificultades que enfrentan en el matadero de la Municipalidad de Río Grande, donde realizan la faena de sus animales. Su sustentabilidad está en riesgo a raíz de la problemática.

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Según denuncian productores porcinos de la zona norte de la provincia, la falta de inversión en infraestructura para el matadero municipal y la escasa gestión de las autoridades, están afectando gravemente su producción y perjudicando a toda la industria porcina de la región.

Daniel Parún, reconocido productor porcino, ha sido uno de los afectados y no dudó en hacer públicas las problemáticas que se presentan en el matadero: “el matadero de Río Grande, que utilizamos casi de manera semanal, es crucial para garantizar productos de calidad y bienestar animal a la ciudadanía y consumidores”, señaló Parún por FM Master’s, en el programa que conduce Guillermo Worman.

Sin embargo, la falta de mantenimiento y actualización de la infraestructura del matadero ha generado una serie de inconvenientes que impactan directamente en los productores y en la calidad de los productos que llegan a los consumidores: “no se realizan las inversiones necesarias ni se brindan soluciones para problemas fundamentales, como una caldera obsoleta que lleva muchos años en funcionamiento. Siempre hay alguna dificultad”, expresó Parún.

El productor también hizo referencia a la falta de continuidad en el servicio y las constantes averías que se presentan. “El funcionamiento del matadero es a los ponchazos. Si no se rompe la sierra, se rompe el pinche para cargar los animales, o no hay la caldera, o un día hay paro, otro día se congela el agua. Siempre pasa algo, y eso es un problema”, añadió el productor.

Ante esta situación, los productores se ven limitados en cuanto a opciones para faenar sus animales. El matadero de María Behety, que es privado, no cuenta con línea porcina, lo que agrava aún más la problemática. Algunos productores, como los de El Príncipe, han recurrido a este matadero en casos excepcionales, pero la capacidad de respuesta es limitada.

Parún destacó la falta de compromiso y comprensión por parte de las autoridades y criticó la burocracia que dificulta la solución de los problemas. “Lo que ellos no entienden es que son servidores públicos. No están para cuestionar, están para resolver problemas y para hacerse cargo del matadero, para garantizar a la ciudadanía que no haya faena clandestina, que no se fomente la faena clandestina”, manifestó.

Puntualmente cargó las tintas sobre la actual gestión municipal en la materia, ejemplificando en el problema de la caldera: “responden que no, que no la van a comprar. Matías Lapadula, que está a cargo de la Secretaría de la Producción de Río Grande, dice que no nos preocupemos, que ya va a estar. Hace dos años o más que está en el cargo y no ha habido ninguna mejora, no hay una herramienta nueva”.

La falta de faena en el matadero afecta directamente a los productores, quienes tienen compromisos económicos y necesitan vender sus productos para mantener sus emprendimientos. “Gastamos grandes cantidades de alimentos balanceados mensualmente, y si no podemos faenar, no podemos funcionar. Es insostenible a largo plazo”, afirmó Parún.

A pesar de los intentos por realizar reparaciones y mejoras, la situación no ha mejorado significativamente en el matadero. La falta de gestión y la carencia de voluntad para solucionar los problemas han llevado a los productores a buscar alternativas por cuenta propia: “hemos propuesto comprar nosotros la caldera porque ellos tienen mucha burocracia, tienen que licitarla, tienen que buscar los fondos. En muchas oportunidades hicimos reparaciones en el matadero. No había rampas para bajar animales, las hicimos nosotros con nuestro propio capital, con nuestros propios ingresos que destinamos para que el matadero siga funcionando”, lamentó.

La desidia y el abandono en el matadero son evidentes, según expuso Daniel Parún. A pesar de la calidad de los productos que los productores porcinos ofrecen, la falta de inversión y mejoras en la infraestructura del matadero pone en riesgo su sustentabilidad. Además, en un contexto climático desfavorable, la incertidumbre sobre la faena y la falta de turnos generan preocupación sobre el abastecimiento de carne en la región.

“Estamos pensando que a fin de año vamos a estar prácticamente con 20 mil kilos de carne para ofrecer en Tierra del Fuego. Esos 20.000 kilos significan 200 capones. La semana pasada tuvimos problemas para faenar 15, imagínate lo que serían 200”, advirtió con lógica.

Ante esta situación, los productores porcinos hacen un llamado urgente a las autoridades municipales para que tomen medidas y brinden soluciones concretas. “Hace falta un poco de gestión, ser más ejecutivo, más dinámico, más ágil para que se resuelvan los problemas”, enfatizó finalmente Parún.