El piloto a cargo del helicóptero que participó en el operativo de rescate ofreció su testimonio sobre la compleja misión en la que se halló a Juan Macías, víctima de un accidente en el glaciar De Agostini.
Daniel Moreira, piloto de Heli Ushuaia y miembro de la Comisión de Auxilio, compartió su relato sobre el operativo de búsqueda realizado el domingo en las inmediaciones del monte Olivia. Durante el sobrevuelo, el equipo logró divisar el cuerpo sin vida de Juan Macías, fallecido en un accidente. Las difíciles condiciones climáticas complicaron las labores, como indicó Moreira en declaraciones a FM Master’s.
El piloto explicó que la empresa Heli Ushuaia ha sido parte de la Comisión de Auxilio durante varios años, en virtud de que los helicópteros se han convertido en una herramienta esencial para este tipo de situaciones. «Nosotros fuimos alertados ayer alrededor de las 10 de la mañana de que había ocurrido un incidente en la zona del glaciar Agostini, cercano al monte Olivia. En ese momento, para ir ganando tiempo, me puse en comunicación con los directivos de la empresa. Les comenté la situación y me dijeron que arbitre todos los medios necesarios para colaborar», relató Moreira.
El accidente de Macías ocurrió mientras realizaba una caminata por el glaciar en compañía de dos mujeres. «Tengo entendido que era un grupo de tres, dos personas del sexo femenino y Juan. Por la comunicación que recibimos, iban caminando por una de las laderas del glaciar Agostini y ahí es cuando él sufre este accidente», explicó el piloto.
Moreira detalló que el día del incidente, a las 11 de la mañana, la empresa tenía programado un vuelo habitual en la zona de Ushuaia, y fue durante ese vuelo que otro de los pilotos logró divisar el cuerpo de Macías. «Aprovechando ese vuelo que ya estaba programado, el cual realiza otro de los pilotos integrantes de la empresa, se hizo un sobrevuelo inicial sobre el sector y ya me informa a mí lo que había ocurrido. Había localizado a esta persona sobre una de las pendientes del glaciar Agostini», señaló.
Ante la situación, Moreira se trasladó rápidamente al hangar donde ya se encontraba listo un segundo helicóptero, coordinado previamente con la Comisión de Auxilio. «Sube un integrante de la Comisión de Auxilio y fuimos al lugar puntual que anteriormente había indicado el otro piloto, y pudimos posicionar en qué lugar de la ladera se encontraba esta persona. En base al conocimiento del otro integrante de la comisión que venía conmigo en helicóptero, fue que se decidieron los pasos a seguir a partir de ese momento», describió.
La operación aérea fue fundamental para localizar el cuerpo de Macías, aunque estuvo condicionada por el clima. Según Moreira, durante la mañana del domingo, las condiciones de visibilidad eran adecuadas para volar. «Era notorio y evidente en la montaña, lo que refiere específicamente a la operación del helicóptero, que había caído una nevada importante, se veía una buena acumulación de nieve», explicó.
Sin embargo, las condiciones empeoraron con el paso de las horas. El primer vuelo se realizó con éxito, pero los vientos comenzaron a intensificarse, lo que dificultó los posteriores intentos de acercamiento. «Hicimos tres vuelos en total y al momento de realizar el primer vuelo, por suerte las condiciones meteorológicas daban. Recordemos que ese lugar es un valle bastante cerrado en forma de ‘U’, o sea, los vientos actúan de determinada manera que en el vuelo inicial permitió que nos pudiéramos acercar al lugar donde estaba ubicada la víctima para tener una mejor noción del terreno», dijo Moreira al respecto.
No obstante, durante los vuelos posteriores, las condiciones meteorológicas se tornaron más adversas. «Lamentablemente, en el segundo y tercer vuelo el viento había aumentado significativamente y no estaban dadas las condiciones para aproximarnos como lo pudimos hacer en el primer vuelo», concluyó el piloto Daniel Moreira.
Este trágico accidente dejó al descubierto, una vez más, los riesgos que implica la actividad de montaña en Tierra del Fuego, particularmente en zonas de alta complejidad como el glaciar De Agostini, donde las condiciones climáticas pueden cambiar en cuestión de horas, complicando incluso las operaciones de rescate.