USHUAIA. Desde la Cámara de Turismo advirtieron sobre la saturación del puerto

Ante los “embotellamientos” de grandes cruceros y embarcaciones habitués de los últimos días, el presidente de la cámara local de turismo alertó sobre la falta de infraestructura portuaria para atender la creciente demanda.

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Uno de los titulares de la empresa turística Rumbosur, y presidente de la Cámara de Turismo de Ushuaia, Ángel Brisighelli, se sumó a distintos referentes del sector que alertaron, en los últimos días, sobre la saturación del puerto de Ushuaia a la hora de ofrecer amarre a las enormes y numerosas embarcaciones turísticas que durante la temporada recalan en Ushuaia en su derrotero hacia la Antártida.

Brisighelli aclaró que la evidentemente alta demanda del destino, es algo claramente positivo: “está claramente bueno, tenemos mucha gente interesada en venir a Tierra del Fuego o Antártida y pasan por aquí, eso es alentador”, destacando así el momento particular del mercado de cruceros, en una temporada que “va a ser la mejor de la historia, y eso, evidentemente, es bueno como elemento de desarrollo del turismo a futuro”.

Por eso, la inédita cifra de 490 recaladas que esta temporada recibirá Ushuaia, la enmarca en lo que llamó “crisis de crecimiento, es decir, que sea buena no significa que no venga acompañada de problemas”.

Entre las situaciones que “tenemos que atacar y solucionar”, mencionó primordialmente problemas de infraestructura, sobre todo en el puerto: “la infraestructura portuaria es insuficiente, ayer había cruceros en rada, hoy hay cruceros en rada, no tienen lugar para amarrar. Los 100 metros de alargue que se están construyendo son una muy buena noticia, pero hay que reconocer que son insuficientes”.

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Presidente de la Cámara de Turismo de Ushuaia, Ángel Brisighelli.

Consideró como factores concurrentes, por un lado, el incremento de la cantidad de barcos, y por el otro, el mayor tamaño de los que vienen: “hace algunos años atrás, un buque antártico promedio tenía unos 80 o 100 metros de eslora. Hoy estamos hablando de más de 200 metros algunos”. Entre ellos mencionó uno de los que actualmente amarran -o esperan amarre- en la estación portuaria local, el Viking Polaris, de 210 metros de eslora.

Esta crisis que reconoce, Brisighelli la inscribe como una consecuencia de “muchísimos años de falta de previsión del Estado en infraestructura, porque más allá de esta ampliación de los 100 metros, el Estado hizo una serie de obras de infraestructura muy importantes en las cuales se basó el desarrollo y crecimiento del turismo en la década del noventa, Castor, el puerto, el aeropuerto… y después desapareció como inversor en obra de infraestructura, que es su principal función”, denunció.

Como carencia complementaria, ejemplificó con la demorada pavimentación de la ruta de ingreso al Parque Nacional Tierra del Fuego: “con todos los vehículos, micros y gente que estaba yendo al Parque Nacional, se imaginarán las condiciones de circulación. Hace cuántos años que venimos peleando para conseguir que pavimenten 12 kilómetros” reprochó.

“No tenemos en el puerto una estructura pensada para que un solo barco grande en rada con seis tenders, esté operando en forma más o menos fluida”, reclamó. Las demoras que se producen, “es gente que está perdiendo el tiempo y que no va a llegar seguramente a tomar una excursión, que espera 45 minutos para poder amarrar, y son 45 minutos menos que tiene para disfrutar por la ciudad, caminar y consumir en los diferentes negocios” concluyó Ángel Brsighelli.