DESCONFIANZA ELECTORAL. Elecciones 2023 ¿Y A MÍ QUÉ?

En muchas de las transcendentales, periódicas y espaciadas elecciones un porcentaje del cuerpo electoral está ausente.

*Por Alejandro Rojo Vivot

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¿Quién no echa una mirada al sol cuando atardece? ¿Quién quita sus ojos del cometa cuando estalla? ¿Quién no presta oídos a una campana cuando por alguna muerte tañe? ¿Quién puede desoír esa campana cuya música lo traslada fuera de este mundo? Ningún hombre es una isla entera por sí mismo. Cada hombre es una pieza del continente, una parte del todo. Si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, Como si se tratara de un legendario monte, o de la casa solariega de uno de tus amigos o la tuya propia. Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta porque me encuentro unido a toda la humanidad; Por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti”. (1624)

  John Donne 

En muchas de las transcendentales, periódicas y espaciadas elecciones un porcentaje del cuerpo electoral está ausente.

Además, es notorio el silencio de los prescindentes por parte de quienes pueden votar voluntariamente que hace unos años era casi impensable: jóvenes de 16 a 18 años de edad y en las localidades los residentes extranjeros radicados. (1)

¿Qué sucedería si en Argentina el voto dejara de ser obligatorio?

Intuitivamente, probablemente serían muchos menos los participantes activos.

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Imagen web

Las penas por incumplir con la obligación son ineficientes ya que no cumplen con su función principal en cuanto a la responsabilidad ciudadana.

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Socialmente la situación es más grave aún pues algunos empleados públicos con funciones legislativas mantienen el criterio vigente hace muchas décadas: los ciudadanos a partir de determinada edad pierden la obligación de votar como si la esperanza de vida no ha aumentado notablemente en condiciones favorables para la existencia activa.

Es un cabal desaliento a la expresión vinculante de un grupo poblacional que sufre el menoscabo en sus jubilaciones reducidas con respecto al resultado de sus aportes por las políticas públicas y la voraz corrupción o el irregular desvío de fondos. (2)

¿POR QUÉ SERÁ?

Casi ningún partido político realiza regularmente acciones inteligentemente efectivas para favorecer el voto de los habilitados a tal fin, además del desprecio de hecho por comprometerse mediante plataformas electorales verificables en cuanto a su cumplimiento efectivo.

Hay quienes suponen que parece que les interesa ganar aunque sea por un puñado de votos emitidos en páramos electorales.

Abundando. Entre elección y elección, gran parte de los partidos políticos pareciera que desaparecen de toda actividad salvo mediante alguna noticia paga.

De hecho el mensaje es claro: con sus muy relativamente altos sueldos el interés de ciertos políticos en la población solamente radica en captar a los votantes para los actos comiciales, velando a otros bien distintos.

Ante esa relación absolutamente asimétrica, la eventual consecuencia por parte del pueblo es: si me ninguneas no me interesa votar en una generalización con poco sustento porque también excluye a los demás candidatos y deslegitima a la participación ciudadana democrática acotándola cada vez más.

PODRÍA SUCEDER

Hay sistemas en que basta para triunfar en la única vuelta el que capta más adhesiones, aunque sea por una diferencia mínima, sin piso de votos válidos totales.

Entonces, con que votara por caso el 10% del padrón o menos puede suceder que sea un puñado de votos los que encumbren en posiciones dominantes a candidatos aunque la suma de demás sea de varias decenas del porcentaje más los en blanco y nulos aunque no estén contabilizados.

Es decir, por caso triunfa con 1.000 votos en una elección con 35.000 electores que no se presentaron, 15.000 votos en blanco y 22.000 votos nulos (aunque no sea contabilicen). Además los 15 otros candidatos sumaron en conjunto 5.000 votos.

También puede resultar que aventaje el candidato que más mienta, el que sustentando posiciones de poder emplee recursos públicos con fines privados como son los partidos políticos, acuerde con otros en perjuicio de los demás (coludir), etcétera.

La falta de alternancia en el poder y el nepotismo, aunque sean legales puede ser ilegítimos, pues desalientan la participación popular.

A veces las campañas se basan principalmente en registros fotográficos y fílmicos pagos de los candidatos abrazándose públicamente con personas estereotipadas de los sectores comunitarios, sin hacer conferencias de prensa abiertas, alejados de debates con los que piensan distinto, etcétera.

Recordemos que hay quienes hace quinquenios enumeran genéricas aspiraciones para el futuro en un presente de muchos sufrientes conciudadanos.

Lo que poseen escasa o nula confianza en los prometedores seriales esperan saber las soluciones con respecto al presente que es el futuro de hace ocho o doce años.

Las acciones siempre tienen sus consecuencias por eso que nadie se extrañe del desinterés de bastantes miembros de los cuerpos electorales.

Pareciera que las consecuencias de evadir la responsabilidad de votar no sirven para nada en cuanto al cambio de conducta.

Aceptar el problema es un primer paso perspicaz, demorar la solución es una ignominia.

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El interés surge por diversas y múltiples razones circunstanciales, de mediano o largo antecedente.

A veces pronto desaparece o queda notoriamente relegado y en otras oportunidades permanece a lo largo de toda la vida.

El desinterés es un proceso equivalente pero inverso en las motivaciones.

Al respecto existen causas que socialmente están genéricamente consideradas inexcusables: cuidar la propia salud, resguardo ambiental, convivencia democrática republica, generación de los medios de sustentación personal y familiar, etcétera. Aquí debería figurar la responsabilidad de votar en cada convocatoria específica.

OBLIGACIONES

En Argentina están estatuidas cuestiones fundamentales que el irrespeto individual impacta en la calidad de vida del conjunto: acatamiento a los dictámenes judiciales luego de los debidos procesos con el derecho a la defensa, el voto, etcétera.

También el aporte al sostenimiento del Estado aunque si existieran eventuales razones para lo contrario, siempre será temporaria hasta que mejore la suerte según la antigua expresión.

EN FIN

El desinterés por cumplir con la obligación de votar orada a la Democracia por eso “Ninguna persona es una isla; (…) (todos integramos la comunidad); (En democracias vulneradas) (…) nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti”.

NOTAS Y REFERENCIAS

Alejandro Rojo Vivot durante más de cuatro décadas ha capacitado en América Latina sobre la democracia y el involucramiento ciudadano; en algunas oportunidades lo hizo en zonas de conflictos armados.

1) Concejo Deliberante. Ordenanza 4818. Enmienda Carta Orgánica. Ushuaia, Argentina. 25 de marzo de 2015.

2) Argentina. Ley 19945 y modificatorias. Código Electoral Nacional; texto ordenado al 8 de enero de 2015. Artículo 73°, inciso 2): Podrán ser autoridades y suplemente hasta los 70 años de edad. Pueden votar a partir de los 16 años de edad pero recién a los 18 años de edad pueden integrar el cuerpo de autoridades y suplentes; perfectamente se podría una instancia de participación.