CLÚSTER DE PESCA. Abandono y cierre del Puesto de Venta de mariscos en Ushuaia
La UNTDF había anunciado en marzo de este año que la explotación estaba a cargo de la empresa Argenwolf. Otra promesa incumplida y un nuevo abandono de un servicio central para la pesca artesanal.
El proyecto ambicioso de acercar los productos frescos del mar directamente a los consumidores ushuaienses se desmorona con el abandono y cierre del puesto móvil de venta de productos de mar ubicado junto a la Planta Procesadora de Crustáceos de Ushuaia. La iniciativa, que había sido adjudicada vía licitación al empresario Ulises Castagnaro de la firma Argenwolf, apenas funcionó en escasas oportunidades junto a la planta municipal de procesamiento de crustáceos.
Oportunamente, Judith Valle, docente investigadora de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego y coordinadora del clúster de pesca que involucra a distintas instituciones de la provincia, había anunciado con entusiasmo la aprobación de la licitación para un puesto de venta móvil de productos de mar en la ciudad de Ushuaia. La localización estratégica sería junto a la planta municipal de procesamiento de crustáceos, sobre la avenida Perito Moreno.
Sin embargo, la realidad dista mucho de las expectativas generadas. A pesar de que la empresa Argenwolf se había comprometido a trabajar en colaboración con los pescadores artesanales locales, la falta de cumplimiento contractual ha provocado el cierre del punto de venta, que desde el primer semestre del año se encuentra lejos de alcanzar los objetivos planteados en la licitación gestionada a través de la UNTDF.
En declaraciones previas, la empresa había asegurado que se trabajaría en conjunto con los pescadores artesanales para acercar la oferta del producto marino a una demanda que, según la experta Judith Valle, se encuentra actualmente “poco satisfecha”. El “carrito” de venta estaba en condiciones y contaba con todas las medidas de seguridad requeridas, pero la decisión y falta de cumplimiento contractual de Argenwolf han frustrado las expectativas.
El empresario Ulises Castagnaro había expresado su deseo de obtener la habilitación correspondiente para operar durante la Semana Santa, pero hasta el momento, el cierre persiste. La falta de un compromiso real y la ausencia de resultados concretos han llevado a cuestionamientos sobre la viabilidad y seriedad del proyecto, generando decepción entre quienes esperaban acceder a productos frescos del mar de manera más directa.
La comunidad aguarda respuestas concretas y acciones efectivas que revitalicen esta iniciativa, que, por el momento, se encuentra varada en promesas incumplidas y un punto de venta abandonado.
