32 AÑOS DE PROVINCIA. Carlos Pérez rememoró los momentos fundacionales de Tierra del Fuego

El convencional constituyente y referente del Movimiento Popular Fueguino, repasó la efervescencia política de la época fundacional de la provincia argentina número 23. Hace 32 años, se juraba la Constitución y se daba igualdad institucional a Tierra del Fuego.

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Se cumplen 32 años de la jura de la Constitución que dio origen a Tierra del Fuego, el 1° de junio de 1991. Carlos Pérez, uno de los convencionales constituyentes que redactó aquella Carta Magna, compartió por FM Master’s su recuerdo de los momentos fundacionales, así como fragmentos de su profusa actividad como piloto del avión de la gobernación y referente del Movimiento Popular Fueguino.

Pérez recordó que fueron varios años de trabajo previo a la consagración de la nueva provincia: “hubo mucha gente trabajando, todas las ideas se llegaron y se cumplió en la época de Martín Torres”, el entonces gobernador territorial designado por el presidente de entonces, Carlos Saúl Menem.

Sobre Torres tuvo elogiosas palabras: “hay que ser honesto con esto, él fue el que apoyó y peleó firmemente para que fuera sancionada una ley provincial. Martín Torres tenía mucho peso, era un dirigente muy inteligente, creo que es un tipo brillante, tuvo la oportunidad al ser diputado de poder gestionar, porque hay que gestionar sobre todo una decisión de una ley provincial que involucra muchas cosas”, entre las que mencionó nuevos factores de poder, presupuestos, decisiones sobre un territorio que involucra a las islas Malvinas y a la Antártida. “Le asigno a Martín Torres un rol fundamental en la provincialización” remarcó Carlos Pérez.

“La mayoría quería que fuera provincia, había algunos viejos que preferían ser, como se dice, cola de león en vez de cabeza de ratón. Algunos preferirían no involucrarse, no le asignaban una masa crítica importante a la provincia, entonces preferían que fuera un territorio rico y no una provincia pobre” enfatizó luego. Aunque aclaró que para él Tierra del Fuego “nunca fue una provincia pobre, ni fue ni creo que vaya a serlo, si hacemos las cosas bien”.

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Carlos Pérez, uno de los convencionales que redactó la Carta Magna.

La redacción de la Constitución provincial estaba prevista completarse en principio en 90 días. “Después se estiró un poquito para corrección, redacciones, etc. El proceso de elecciones fue breve, fue poco tiempo y todos estábamos trabajando”.

Consignó como antecedente del texto de la nueva Constitución, la de provincias como Córdoba “que tenían constituciones modernas. Esta fue la más moderna y todavía sigue siendo una de las más modernas”.

En otro segmento de la entrevista, recordó momentos de su juventud cuando, habiendo nacido en Río Grande y emigrado para estudiar a Buenos Aires, decide regresar, esta vez a Ushuaia, en los difíciles años ‘70: “Tomé una sabia decisión en ese momento con un compañero mío que era mi cuñado. Dije ‘vamos a movernos de Buenos Aires porque están las balas del ‘76”.

Al respecto hizo una expresa salvedad histórica: “se olvidan que antes estuvo la Triple A. Ese pacto silencioso que se hizo del ‘76 en adelante, lleva al olvido las barbaridades, los muertos y desaparecidos que hubo antes. Por eso yo el Día de la Memoria, digo ‘paren muchachos, la memoria es un poquito antes, a mí me mataron amigos y hermanos”.

Habiendo pasado por una Facultad de Sociología que era entonces “un reguero de pólvora”, recordó que en el diario Clarín ofrecían trabajo administrativo en una empresa constructora en el Sur del país. “Digo, esto es porteño, el sur del país debe ser Bahía. Escribimos y resultó ser para Ushuaia. Por el hecho de ser fueguino, ya no me tenían que explicar cómo era el clima ni nada”. Y decidió regresar.

Esa empresa realizó en aquellos años trabajos en los sótanos del hotel canal Beagle, en la jefatura de policía, la prefectura naval y la escuelita de Tolhuin.

“Un día el gobernador decidió que había que comprar un helicóptero y habitualmente a los pilotos de aviones no les gusta volar helicópteros, y yo ya era piloto de avión” introdujo Carlos Pérez sobre el comienzo de una nueva y extensa etapa que lo tuvo como protagonista de la aeronáutica provincial.

Rememoró que ninguno de los pilotos de gobierno quería ser piloto de helicóptero. “El papá de Guillermo Torre, el capitán Torre, fue al Aero Club y dijo ‘¿alguien quiere hacer el curso?’ Tuve la fortuna inmensa de que me mandaran a hacer un curso que es carísimo a San Fernando”.

Al principio no era el piloto de la gobernación, sino adscripto, “yo trabajaba en la empresa constructora, cuando había una emergencia me llamaban, me subía el helicóptero, iba a una estancia, por ejemplo, recogía algún herido y volvía”.

En 1977 se creó una vacante en la gobernación, y le propusieron convertirse en el piloto permanente del Estado fueguino. Aceptó sin dudarlo, y dio paso a una extensa y destacable trayectoria.

Luego Carlos Pérez se adentró en su temprana incursión política, donde, dijo, “estuve siempre, por eso me vine”.

En su primera juventud tuvo una etapa militando en el peronismo. En Buenos Aires, “me fui involucrando en la labor social y política, empecé a militar en la Universidad en una organización que se llamaba Guardia de Hierro”, una agrupación que en aquella etapa daba mucho que hablar: “La izquierda nos decía que éramos de derecha y la derecha nos decían que éramos de izquierda” se jactó, y reveló el momento en que Guardia de Hierro se disolvió, en Rosario, inmediatamente después del regreso del exilio de Juan Domingo Perón.

Ya en Tierra del Fuego, evocó una reunión justicialista que resultó una bisagra en su vida política: “empezaron a convocarse a las primeras reuniones, fui a un lugar que se llamaba El Viejo Galpón, donde se cantaba folklore, un restaurante acá en Juan Manuel de Rosas, al lado de la gomería de Romero. Ahí se hizo la primera reunión del peronismo en Ushuaia”. De Antueno, Fadul, Torres, son algunos de los apellidos de los conductores de ese encuentro.

Dos jovencitos destacaban entre los concurrentes, Juan Carlos Oyarzún y Carlos Pérez: “fuimos, juntos, a escuchar. Empezaron a discutir Adrián y Doña Esther, por lo de siempre, por el escenario, por cosas… Nos paramos de esa reunión y nos fuimos, y nunca más volvimos a ninguna reunión de esas. Decidimos ahí empezar a hacer un partido provincial con nuestra propia identidad”.

Luego vino la creación de dos partidos vecinales, uno en Río Grande y otro en Ushuaia, unidos con la vecindad de la provincialización. Pero esa ya es otra parte de la rica historia de la provincia de Tierra del Fuego y de uno de sus referentes fundacionales, Carlos Pérez.