SIN SOLUCIÓN. Ahora por la calefacción, otra vez sin clases en la Kayú Chenen

La semana pasada no se dictaron clases por problemas en los baños. Este lunes, en cambio, la que no funcionaba era la calefacción. La directora de la escuela especial reclamó por el problema edilicio y por la fata de coordinación para decidir la suspensión de clases.

María del Carmen Arias, directora de la Escuela Especial Kayú Chenen, se refirió a una nueva suspensión de clases en el establecimiento, que se suma a la de la semana pasada, esta vez motivada en desperfectos en el sistema de calefacción.

Ya el martes de la semana pasada, en horas de la tarde, se debieron suspender las actividades, que abarcó también al miércoles previo al feriado, en virtud de problemas con los baños. Este lunes nuevamente se debió interrumpir el normal dictado, por no funcionar la calefacción.

La directora, por FM Master’s, hizo hincapié en lo recurrente del inconveniente edilicio en el establecimiento: “es lamentable porque de nuevo nos encontramos atravesados por la situación edilicia e impacta en el dictado habitual de clases”.

Relató justo cuando, al momento de la entrevista, llegó a la escuela la persona con el quemador que reemplaza el dañado que se retiró por la mañana, “así que esperemos que se active y que funcione y que podamos retomar las clases en el turno vespertino”.

En tal sentido denotó que, además del problema puntual de la situación de la calefacción, cuyo aviso dio a las 7:20 para que concurran a verificar, “después el tema de qué se decide, si se suspende o no se suspende, es una decisión que escapa a nosotros como equipo directivo. Entonces, es esperar. Yo tengo la responsabilidad de avisar a las familias por la organización de su día, estar hasta un último momento esperando si se autoriza la suspensión o no, cuando los chicos ingresan 8:30 y estamos esperando hasta un último momento si se autoriza la suspensión o no” se quejó la docente.

Para Arias la situación “es grave, me preocupa porque esta situación nos pone en tensión, porque hay algo que no se resuelve rápidamente”. De hecho, consignó que arribaron a prender el equipo, “el equipo no prendió, considero que automáticamente, yo no lo puedo decidir, pero quien tenga que decidirlo, automáticamente se tiene que definir la suspensión, o sea que eso se resuelva”.

Claramente era imposible el dictado de clases porque se trata de toda un ala “que, si eso estuvo pagado todo el fin de semana, imagínense que está helada, y es un ala donde están los niños de educación temprana, bebés, todo el resto de los niños”.

La directora enfatizó sobre la inconcebible espera de “si se decide suspensión o no, la verdad que esto es grave, hay algo del protocolo que también habrá que revisar, la verdad es que escapa a nosotros como equipo de gestión”. En tal sentido, reconoció que esa realidad “me preocupa mucho, me angustia, porque también me pongo en el lugar de las familias, pero lamentablemente a nosotros como equipo esas cosas nos escapan como para tomar decisiones”.

“Esta mañana vino una señora del área de infraestructura, prendió el equipo y no lo pudo prender. Ahí ellos se retiran, no nos dicen nada, no nos habilitaban la suspensión hasta que a las 9 no vinieran los técnicos”, relató, en un escenario escolar con “las combis afuera con los chicos, las familias preguntando, nosotros sin poder dar una respuesta, cuando la indicación era esperar que a las 9 que llegaran los técnicos, pero los chicos ingresan a las 8:30”.

Por ello, la directora de la Kayú reclamó “a quien tiene que tomar decisiones, ponerse un poco en el lugar de las familias, de los estudiantes, de toda la comunidad”.

Finalmente, María del Carmen Arias agradeció a los medios de comunicación por la difusión de la angustiante problemática: “es importante que se haga visible, que se conozca lo que sucede, que es histórico y que sigue día a día. Todas las semanas estamos suspendiendo nuestras clases por algún motivo, la semana pasada fueron los baños, hoy la calefacción”. Concluyó que “evidentemente la situación edilicia está para reparar, está para revisar, pero seriamente, y es lo que no está sucediendo”.