Parte de los 150.000 bolsones de material plástico industrial de la empresa Rio Chico han sido trasladados a Río Grande, mientras una gran cantidad continúa almacenada sin autorización en las afueras de Ushuaia. Los plásticos, provenientes de Exxon y Dow Chemical, son amontonados a cielo abierto sin medidas de seguridad visibles. Idéntico criterio aplica la empresa para su transporte.
(Con información del Diario del Fin del Mundo) En un nuevo episodio alarmante respecto al manejo irregular de materiales plásticos industriales, se ha confirmado que parte de los bolsones de la empresa riograndense Rio Chico han sido trasladados a la ciudad de Río Grande. No obstante, una gran porción de estos materiales continúa almacenada de manera irregular en un predio sin habilitación comercial, ubicado en el ingreso a la ciudad de Ushuaia, generando una creciente preocupación ante la falta de medidas efectivas.
Este predio utilizado en Ushuaia para el almacenamiento irregular del material plástico nunca contó con la habilitación correspondiente. Pese a esta irregularidad, las autoridades solo procedieron a intimar a la empresa a trasladar el material desde Ushuaia hacia un predio alternativo que, hasta el momento, no ha sido identificado oficialmente por Río Chico, lo que añade una capa de incertidumbre sobre el destino final de estos residuos y la eficacia de las medidas tomadas hasta ahora, ya que la solución planteada hasta el momento es trasladar el problema ambiental hacía Río Grande.
Además, se ha constatado que otra gran parte de estos bolsones permanece almacenada en el predio utilizado por la empresa Transinland S.R.L., la cual opera al servicio de la empresa plástica Rio Chico. Este hecho incrementa la preocupación acerca de la gestión y control de estos materiales, ya que se desconoce si existen medidas de seguridad y procedimientos adecuados para su manejo.
Los plásticos en cuestión provienen de las reconocidas compañías Exxon y Dow Chemical. Estos materiales son específicamente utilizados para la elaboración de plásticos industriales y actualmente están siendo almacenados y trasladados a cielo abierto, exponiéndolos a los elementos naturales sin ningún tipo de protección o medida de seguridad visible. Esto supone un riesgo potencial tanto para el medio ambiente como para la salud pública, al permitir la posibilidad de contaminación.
El acopio ilegal de estos bolsones plásticos saca a la luz una serie de deficiencias en la coordinación y monitoreo ambiental por parte de las autoridades. La primera señal de esta situación fue dada a conocer por este medio periodístico, sin que previamente hubiera mediado una intervención formal por parte de las autoridades encargadas de la supervisión ambiental.
Asimismo, la gestión deficiente y falta de transparencia sobre el destino de estos materiales trasladados plantea preguntas sobre la capacidad de las autoridades locales para manejar adecuadamente este tipo de situaciones. El traspaso de los bolsones desde Ushuaia hacía Río Grande no ha sido suficiente para garantizar una resolución efectiva del problema, puesto que no se conoce el nuevo sitio de almacenamiento ni si este cuenta con las condiciones apropiadas según las normativas ambientales vigentes. De esta manera, un conflicto ambiental local, provocado por la negligencia de las empresas y la insuficiente intervención estatal, se ha transformado en una problemática provincial, ya que es traslado de los bolsones se ha realizado (tal como se evidencia en las fotos que publica este medio) a caja descubierta, empleando solo sunchos para aprisionar a los bolsones que se han desperdigado en el ingreso a Ushuaia.
La equívoca gestión de los insumos químicos industriales y su gestión adecuada es un tema de vital importancia que requiere una supervisión constante y medidas estrictas. La falta de control en este caso específico pone en evidencia las falencias del sistema de monitoreo y regulación ambiental, revelando la necesidad de una actuación más robusta y coordinada por parte de las autoridades competentes para asegurar el cumplimiento de las normativas y proteger al medio ambiente fueguino.
Este medio ha podido corroborar la información a través de diversas fuentes, lo que revela una situación alarmante y la urgencia de una intervención inmediata y efectiva. Ajustar los mecanismos de control y seguimiento de residuos industriales debe ser una prioridad para evitar futuros incidentes y garantizar una gestión adecuada y responsable.
