La presión del sindicato UTEDYC sobre la comisión directiva del URC no cesa. Exigen la creación de dos nuevos puestos laborales para sus afiliados, tras la jubilación de dos empleados.
El Ushuaia Rugby Club atraviesa un conflicto gremial inesperado, cuando dirigentes de la Unión Trabajadores de Entidades Deportivas y Civiles (UTEDYC) exigen la incorporación de dos nuevos puestos laborales para sus afiliados. El reclamo surgió tras la jubilación de dos empleados de maestranza, generando presiones sobre la comisión directiva, que había gestionado el proceso conforme a la normativa vigente. La denuncia fue realizada por Luisina Onganía, integrante de la comisión directiva del club, en diálogo con FM Master’s.
“Hace algunos años se jubilaron dos empleados de maestranza porque correspondía y se hizo todo ese procedimiento, cumpliendo la ley. Desde ese momento, desde el sindicato nos están presionando para que contratemos empleados en esos cupos”, explicó Onganía, detallando que el club buscó una solución alternativa mediante la contratación de una cooperativa para cubrir las tareas de limpieza y mantenimiento, respetando las particularidades horarias que implica el uso compartido de las instalaciones.
El modelo cooperativo implementado permite flexibilizar la dinámica laboral del club, pero ha sido cuestionado por UTEDyC, que alega precarización de los trabajadores. “Todas las personas con las que consultamos si correspondía o no (crear nuevos puestos), nos dijeron que nosotros no estamos obligados. Esto llegó a un punto en que el gremio fue al Ministerio de Trabajo e hizo presentaciones”, señaló Onganía.
El conflicto escaló a instancias oficiales, con audiencias en el Ministerio de Trabajo donde, según la dirigente, se confirmó la legalidad de la contratación de la cooperativa. “Fuimos convocados varias veces, llevamos toda la documentación y preguntamos abiertamente si estábamos incumpliendo alguna normativa. La respuesta fue que no, que estamos en todo nuestro derecho de contratar una cooperativa”, afirmó.
A pesar de esto, el sindicato persistió en sus demandas, planteando incluso la posibilidad de contratar un solo empleado en lugar de dos. Onganía sostuvo que las restricciones financieras del club impiden cualquier incorporación adicional: “La realidad es que no estamos en condiciones financieras y económicas”.
Las acciones gremiales incluyeron dos movilizaciones en la sede del club, donde se desplegaron carteles y se distribuyeron panfletos que, según Onganía, contenían información inexacta y perjudicial para la institución. “Hablan de números diciendo que estamos precarizando trabajadores. La gente de la cooperativa no se siente precarizada porque es un acuerdo, es un contrato entre partes”, aclaró.
Además, la dirigente cuestionó la acusación de prácticas desleales y desmintió categóricamente la figura de un supuesto lock out patronal, respaldándose en el asesoramiento legal recibido. “Ellos lo que dicen es que tenemos trabajadores precarizados, pero la gente del Ministerio nos explicó que las cooperativas tienen un funcionamiento diferente. Ellos tienen aportes, obra social, cobran lo que cotizaron, lo único que no tienen es la afiliación sindical”, destacó.
Mientras tanto, la comisión directiva del club asegura que su prioridad es garantizar el funcionamiento del espacio como un lugar seguro y accesible para la comunidad, especialmente para los jóvenes. “Sostenemos el club ad honorem, con mucha voluntad. Dedicamos muchas horas para que el club funcione y sea un lugar en donde puedan estar los pibes y no estar en la calle”, concluyó Luisina Onganía.