La ministra de Obras y Servicios Públicos, Gabriela Castillo, abordó la problemática relación con el Gobierno Nacional, señalando que el financiamiento para proyectos esenciales como la nueva central energética de Ushuaia y el parque de generación en Río Grande se encuentra detenidos. Castillo destacó que es imposible llevar a cabo estas obras sin el apoyo nacional, lo que pone en jaque el desarrollo energético y productivo de la provincia.
La ministra de Obras y Servicios Públicos de Tierra del Fuego, Gabriela Castillo, explicó en declaraciones en FM Masters la compleja situación de financiamiento para obras públicas que enfrenta la provincia debido a la paralización de recursos por parte del Gobierno Nacional. Un tema que preocupa profundamente a la gestión local, especialmente en lo que respecta a proyectos críticos como la nueva central energética de Ushuaia y el parque de generación en Río Grande, que se encuentran estancados en el Ministerio de Economía nacional.
En una entrevista con FM Masters, Castillo señaló que “no hay posibilidad de llevar obras de gran escala con financiamiento provincial”, evidenciando la dependencia de los fondos nacionales para la realización de infraestructuras vitales en Tierra del Fuego. Según la ministra, la situación ha llegado a un punto crítico en el que hasta el crédito para financiar obras que garanticen el suministro de energía eléctrica en Ushuaia y los fondos del FAMP (Fondo para la Ampliación de la Matriz Productiva) están detenidos.
Castillo explicó que el FAMP está compuesto por los aportes de las empresas beneficiadas por el subrégimen de promoción industrial fueguino. A pesar de que los recursos ya han sido ingresados en un fideicomiso y las autoridades de su administración fueron designadas hace un mes, el dinero sigue sin liberarse del Ministerio de Economía de la Nación. «Toda esa plata entró a un fideicomiso, pero no se ha liberado», enfatizó la ministra.
La ministra también mencionó que la Nación le planteó el mismo esquema a los ministros de todas las provincias, señalando su intención de ajustar el cinturón y reducir drásticamente el número de obras a financiar. “No están en disposición de continuar con las 2.721 obras que había en Argentina”, dijo Castillo, destacando que, si bien algunas obras eran convenios con provincias o municipios, otras eran de organismos nacionales y directamente se ha decidido no llevarlas a cabo.
En relación al financiamiento para la segunda central termoeléctrica en Ushuaia, Castillo detalló que tanto el Banco Asiático como la Corporación Andina de Fomento (CAF) han autorizado el financiamiento. “Lograr un financiamiento internacional tiene un montón de etapas… se cumplimentó todo”, mencionó. Sin embargo, a pesar de haber completado todos los requisitos técnicos, ambientales y sociales, la Nación aún no ha dado luz verde para disponer de los fondos necesarios.
Adicionalmente, Castillo subrayó la postura del Gobierno Nacional de no financiar obras menores como gimnasios, natatorios, infraestructura urbana o asfaltado urbano, e insistió en que su enfoque se ha centrado en grandes obras estructurales relacionados con nodos viales, rutas nacionales y problemas de agua y cloacas, dejando una larga lista de proyectos provinciales y municipales sin financiamiento. “La Nación decide no hablar con los dos mil municipios donde había obras”, comentó con preocupación.
Durante su entrevista, la ministra informó que “se pararon treinta y tres obras que estaban en ejecución”, y que esto también afectó a otras 30 obras que estaban en proceso licitatorio o adjudicadas, así como a 20 proyectos más que tenían no objeción técnica. Las conversaciones sobre algunas de estas obras, que cuentan con financiamiento de Vialidad, ENOHSA y Recursos Hídricos, están en curso, pero sin solución inmediata a la vista.
Finalmente, Castillo fue enfática al señalar que “no vamos a aceptar obras que no podemos pagar como tampoco corresponde que afrontemos las obras municipales”, destacando la imposibilidad de asumir la carga financiera de proyectos cuya responsabilidad corresponde al Gobierno Nacional.
En resumen, las declaraciones de Gabriela Castillo pintan un cuadro preocupante para el desarrollo de Tierra del Fuego, lanzando una llamada de atención sobre la urgente necesidad de desbloquear los financiamientos nacionales e internacionales para asegurar la continuidad de obras críticas y el futuro desarrollo de la provincia.
