Un perro rescatista salvó la vida a un joven atrapado por una avalancha en Ushuaia

Fue en la noche del sábado, en el glaciar Martial. Una avalancha sorprendió, a esa hora, a dos esquiadores. Uno de ellos logró dar aviso a los rescatistas. Tres horas después, el perro “Tango” detectó al joven, bajo 1,5 metros de nieve. Fue rescatado y se recupera.

Una avalancha acaecida este sábado en el glaciar Martial, Ushuaia, literalmente sepultó a Gastón Corradini (28) bajo un metro y medio de nieve, pero afortunadamente rescatistas de la Comisión de Auxilio de Ushuaia lo rescataron y trasladaron al Hospital Regional de esta ciudad. 

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El pedido de auxilio entró a Defensa Civil Municipal, según consignan varios medios, a las 20:40 del sábado. Dos personas habían sucumbido bajo una avalancha que se produjo en el glaciar cercano a la ciudad de Ushuaia, cuando practicaban esquí de travesía.

Las condiciones eran de intermitentes nevadas y mucho frío. Ocurrida la avalancha, uno de ellos sufrió un golpe en su rodilla al trabarse el esquí contra unas rocas, pero afortunadamente pudo resguardarse por sus propios medios. Fue quien dio la voz de alerta sobre su compañero, que había quedado sepultado bajo la nieve. 

De inmediato, brigadistas de distintas organizaciones y fuerzas se convocaron e iniciaron el urgente operativo en la zona para dar con el joven. 

Un tramo pudieron ascenderlo en motos de nieve, para después iniciar una desenfrenada carrera a pie hasta el lugar del siniestro, por momentos con nieve hasta la cintura.

Según relatan los protagonistas, el perro de rescate “Tango”, bajo la tutela del cabo 1º Julián Elizari, de Bomberos 2 de Abril, fue involucrado en las tareas y fue quien, a las 23:10, detectó y marcó el sitio preciso donde estaba la víctima.

Con sondas los rescatistas comenzaron a marcar y excavar en la nieve, hasta dar efectivamente con la persona, aproximadamente 1,5 metros por debajo de la superficie. 

Una vez extraído, se inició el descenso hacia la base de operaciones a donde arribaron a las 00:08. Personal de salud desde allí lo trasladó al nosocomio capitalino. A las 00:21 ya todos los rescatistas descendieron dando por finalizado el operativo con el objetivo logrado. 

A las 2 am se conoció de forma extraoficial que el joven, llamado Gastón Corradini, se recuperaba favorablemente y se encontraba estable a la espera de completar estudios complementarios. 

El héroe “Tango”

“Estábamos en medio de una cena. Yo siempre tengo la mochila preparada. La familia ya sabe. Uno te pasa el pantalón de invierno, otro las linternas. Tango se pone a saltar porque para él es un juego”, relató Julián Elizari, el bombero de 57 años, a la agencia de noticias Télam.

“Cuando el muchacho que pidió auxilio me marcó el lugar, Tango empezó a hacer su trabajo. Recorrió unos 10 metros y empezó a ladrar y a rascar la nieve. Lo había encontrado”, señaló.

Agitado de tan solo rememorar el rescate ocurrido varias horas atrás, Elizari contó que comenzaron a escarbar con cuidado, “con palas y con las manos. Hasta Tango ayudó. La nieve estaba muy compacta y húmeda. De repente encontramos una mano. Estaba quieta y temimos lo peor”.

Afortunadamente, una vez destapado el cuerpo, a un metro y medio bajo la nieve, constataron que movía sus dedos. Aceleradamente se lo puso a resguardo y comenzó el operativo de traslado.

“La verdad es que no sé cómo sobrevivió. Fácilmente estuvo más de una hora enterrado hasta que lo encontró Tango. No había una burbuja de aire con el exterior y calculo que la nieve que tenía encima pesaba unos 200 kilos”, explicó el servidor público.

Elizari contó además cómo es el trabajo que se hace con perros adiestrados para estas circunstancias: “Hay que ir a cursos especializados y entrenar casi todos los días en ambientes hostiles, con frío, viento o nieve. No se hace solo. Otros bomberos tienen que colaborar, por ejemplo, cumpliendo el rol de víctimas y esperando horas a que el can los encuentre”.

“Para el perro es un juego” expresó finalmente. “Todo lo que hace en un caso como el de anoche, es para jugar con vos”.

El 21 de junio pasado, una joven de 25 años también quedó atrapada por una avalancha en el mismo sector, mientras surcaba la montaña en esquí de travesía, y fue rescatada en un operativo nocturno que demandó más de siete horas.