La psicóloga Patricia Caporalin reflexionó sobre el descenso de la natalidad en Tierra del Fuego, explicando cómo la evolución de los roles de las mujeres influye en las decisiones reproductivas.
En los últimos diez años, Tierra del Fuego ha experimentado una notable caída en su tasa de natalidad, pasando de ser una de las provincias con los índices más altos, a estar entre las de menor crecimiento poblacional. Este cambio no es aislado ni exclusivo de la región, sino parte de un fenómeno global que responde a una serie de transformaciones en los contextos social, cultural y económico.
La psicóloga Patricia Caporalin ofreció un exhaustivo análisis sobre este fenómeno, señalando las profundas modificaciones en la percepción de las mujeres respecto a la maternidad, en un contexto que prioriza el desarrollo personal y profesional.
“Yo no tengo un estudio formal, aclaro, pero me parece que hay primero un cambio en la perspectiva en general. Las tasas de natalidad bajan globalmente porque hay un cambio de expectativas”, afirmó Caporalin en FM Master’s, señalando que el fenómeno trasciende lo local y refleja un patrón global.
Según explicó, este cambio está asociado principalmente a una transformación en los ideales de vida de las mujeres, quienes hoy priorizan ámbitos de desarrollo personal y profesional por encima de los roles tradicionales. “Hoy en día esta idea especialmente de las mujeres de ser madres, esposas, como ideal, está absolutamente descartada. Las mujeres a través del feminismo y de haber conseguido una ampliación de derechos que todavía se sigue peleando, tienen una posibilidad de desarrollarse en otros ámbitos, y en eso están”.
La implementación de políticas como la Educación Sexual Integral (ESI) también ocupa un lugar destacado en esta transformación. Según Caporalin, la ESI ha contribuido a que las maternidades sean más conscientes y planificadas, dejando atrás patrones de actuación automática o sin reflexión. “El otro factor muy importante es la ESI que permite la concientización de la maternidad a partir de un deseo y no de lo que nosotros llamamos acting, es decir, que no sea una cuestión de una actuación sin conciencia”.
La psicóloga recordó que, en el pasado, las maternidades adolescentes solían estar vinculadas a la falta de información y dificultades para acceder a métodos anticonceptivos. “Todo eso fue modificado a través de la ESI”, aseguró.
En el ámbito económico, las limitaciones para proyectar un futuro estable también inciden de manera significativa en las decisiones relacionadas con la paternidad y maternidad. “Está la cuestión económica, o sea, la dificultad para proyectarse con buenas perspectivas futuras de los jóvenes, por ejemplo, en la posibilidad de pensarse teniendo una vivienda y sosteniendo una familia”, destacó.
Este contexto económico, combinado con un cambio ideológico en los ideales de vida, ha generado nuevas formas de interpretar el éxito y la felicidad. “Dentro de este cambio en los ideales, esto de tener una familia como un ideal de logro no está tan establecido hoy en día, frente también a la desidealización que los chicos tienen”, explicó.
El fenómeno también revela un replanteo de los valores asociados a la paternidad. Según Caporalin, muchos jóvenes rechazan la idea de sacrificar sus metas personales en favor de la crianza, y en algunos casos toman decisiones drásticas como someterse a procedimientos quirúrgicos para evitar embarazos: “Estamos asistiendo a casos de chicas muy jóvenes que directamente hacen intervenciones quirúrgicas para no quedar embarazada, jóvenes varones también. Hay una especie de falta de deseo en que a través de los hijos y a través de la paternidad se logra un determinado logro en cuanto a ideales de felicidad”.
La ampliación del rango etario en el que se planifica la maternidad también es un fenómeno relevante. Hoy es más frecuente que las mujeres posterguen la maternidad hasta haber alcanzado ciertas metas. “Por eso también aparece el fenómeno de los embarazos en mujeres mucho más grandes, como que una vez conseguidas determinadas metas, recién ahí se plantean la posibilidad de ser madres”, explicó la profesional, atribuyendo este cambio a una transformación cultural que cuestiona estereotipos.
Finalmente, la psicóloga Patricia Caporalin destacó el rol pionero de Tierra del Fuego en la implementación de políticas progresistas como la ESI, que han permitido avances significativos en materia de derechos sexuales y reproductivos. “Ushuaia y Tierra del Fuego es bastante progresista, bastante de avanzada en algunas cosas. Un poco lo que pasa acá es el caldero de lo que después se va viendo en el resto de las provincias”, sostuvo, subrayando las diferencias entre el sur del país y las provincias del norte, donde la resistencia a estas políticas es mayor.