Guillermo Worman

El debilitamiento de los partidos políticos en Tierra del Fuego y la consolidación de los liderazgos personalistas constituyen un problema grave para la calidad democrática fueguina. Esta tendencia, que se ha acentuado en los últimos años, ha debilitado la capacidad de los partidos para generar nuevos liderazgos y de actuar como organizaciones que funcionen como vasos comunicantes entre la sociedad y el Estado, generando una fragmentación política institucional como nunca antes se vio.

Los meses previos a las elecciones suelen llenarse de discursos vacíos y promesas imposibles de cumplir. A esto se suma la facilidad de disponer de partidos políticos para plagar los cuartos oscuros de candidaturas que no pueden explicar ni cómo ni con qué van llevar adelante sus propuestas.

Hay muy pocas ideas innovadoras dentro de la oferta electoral del 14M. Y una nueva generación política brilla por su ausencia en la gran mayoría de las listas. En muchos casos, más de las mismas ideas para enfrentar los nuevos desafíos.

Se elegirán 5 concejalas y 5 concejales en un lugar de un total de ediles por primera vez en la historia de Tierra del Fuego. La mujeres no tendrán paridad a nivel provincial ni en Tolhuín.