La nota firmada por el periodista Hugo Alconada Mon del 22 de abril, bajo el título, «Fuego amigo en Malvinas¨ expuso otra vez un hecho aberrante ocurrido durante la guerra del 82. Según la investigación realizada por el periodista Hernán Dobry, algunos oficiales del Ejército argentino habrían sometido a torturas a otros ¨héroes de Malvinas ¨, por el solo hecho de ser soldados judíos en plena zona de combate en las islas.
Este tipo de acciones se dieron en un contexto correctamente explicado en la nota publicada por el diario La Nación. ¨ Estábamos en dictadura, tiempos en que la tortura en un centro clandestino de detención era moneda corriente y muchos represores fueron a combatir a Malvinas. Hablamos de un período en el que regía el servicio militar obligatorio, en el que también era muy fuerte el antisemitismo.
Muchos de los soldados judíos que fueron a Malvinas ya habían padecido incidentes en sus cuarteles: “bailes”, maltratos, penalizaciones constantes. También se registró un ensañamiento especial en los centros clandestinos de detención contra los judíos, que así quedó asentado en el Nunca más. Todo ese clima previo existente en los cuarteles se trasladó a la guerra. El militar que era antisemita en el cuartel lo fue durante la guerra¨, relata Alconada Mon en un textual de su entrevistado en la nota publicada con su firma.
Entonces, lo descabellado que sucedió en las islas es algo que se explica con claridad en párrafos siguientes: ¨ Lo distinto en Malvinas fue que los oficiales torturaran a sus propios soldados en medio de una guerra, algo incomprensible ¨, relata Dobry en la nota impactante que publicó el medio capitalino.
Ahora bien, a pesar que la tortura es considerada un crimen de guerra según el derecho internacional humanitario, y su práctica debe ser condenada de manera tajante, la causa penal para intentar determinar la responsabilidad de los ¨héroes de Malvinas¨ que torturaron a otros ¨héroes de Malvinas¨ sigue trababa en varias instancias judiciales, y coloca a los hechos en la mayor impunidad posible
A tal punto, que el sitio Agenda Malvinas publicó el mismo 2 de abril de este año un nota bajo el título ¨un oficial publicó una foto torturando a un soldado en Malvinas¨.
Allí se recopiló que el 3 de septiembre de 2014, el hoy Capitán de Ejercito retirado Eduardo Norberto Dalmedo subió a su cuenta de Facebook una foto tomada en Malvinas donde aparece junto a un Cabo 1ro sumergiendo la cabeza de un soldado en un charco de agua.
Lo perverso e incomprensible de la situación es que la fotografía es acompañada por el texto que dice ¨ Con el SEÑOR Cabo 1ro «Gogdo» Juan Carlos Cabrera, uno de mis brazos en la guerra. No recuerdo a quien estamos por sumergir en el espejo de agua, pero seguramente alguna macana se había mandado. Momentos de desenchufe que nos permitía seguir adelante”.
Es importante destacar que estos hechos deben ser investigados a fondo por la Justicia Argentina a pesar de involucrar a ¨ Héroes de Malvinas ¨ que torturaron durante el conflicto a otros argentinos que fueron a combatir para recuperar el territorio ocupado ilegalmente por los británicos.
Sin duda alguna, y a pesar de los intereses que la causa judicial toca, los responsables deben ser enjuiciados frente a los tribunales. La impunidad no puede ser apañada por la carga simbólica que evidencia la tortura que aplicaron oficiales seguramente condecorados por su participación en el conflicto a los llamados ¨pibes de la guerra¨.
La tortura y otros abusos cometidos durante la Guerra de Malvinas son un ejemplo más de los horrores que se cometieron durante la dictadura iniciada en marzo de 1976, y que traslado parte de su cinismo y aberración a la guerra donde argentinos siguieron torturando a otros argentinos.
En este caso, héroes torturando a pibes héroes.
Mientras esta trama impune siga dentro del paraguas de complicidad que hasta hoy impone, el reconocimiento de justicia a quienes fueron torturados por oficiales y suboficiales de las fuerzas armadas seguirá vigente.
Todo, pero todo, está guardado en la memoria de aquellos ¨pibes de Malvinas¨ que fueron llevados a las aguas frías del Atlántico Sur para recuperar a nuestras hermanitas pérdidas.