Desde el 1 de julio de 2023, la receta electrónica es obligatoria en todo el país, marcando un hito en la digitalización del sistema sanitario. En la provincia, su uso ya era habitual y ha sido bien recibido por referentes del sector farmacéutico.
El 1 de julio de 2023 marcó el inicio de una nueva era en la prescripción de medicamentos en Argentina con la obligatoriedad de la receta electrónica. Esta medida, aunque reciente en su implementación total, ya era práctica común en varias provincias. Ignacio Naguila, representante del grupo de farmacias San Martín, ofreció detalles sobre el funcionamiento y ventajas de este sistema, destacando su eficiencia y la simplificación que aporta a la prescripción médica.
Naguila subrayó que, aunque la implementación oficial es reciente, en la provincia esta modalidad ya se utilizaba con éxito desde hacía tiempo. «El sistema funciona muy bien. Desde su vigencia hemos logrado superar muchos de los retos que enfrentábamos con las recetas manuscritas», señaló.
El nuevo sistema de recetas electrónicas trae consigo varias ventajas notables. Entre ellas, Naguila destacó la eliminación de errores por mala letra y las interpretaciones ambiguas. “Lo que está plasmado es muy visible y corroborable en el momento, evitando dudas y dobles interpretaciones. Además, permite un control más riguroso de las prescripciones por parte de las obras sociales, lo que ayuda a prevenir abusos en la toma de medicamentos”, explicó.
A pesar de sus múltiples beneficios, Naguila también admitió que hay ciertos desafíos. Uno de los principales inconvenientes es el acceso restringido a la receta electrónica a solo aquellas farmacias que tienen convenio con la obra social correspondiente. “Hay farmacias de turno que no atienden OSEF. En ese caso, si la prescripción es electrónica, la farmacia no podrá visualizarla ni procesarla sin la cobertura adecuada”, comentó.
En cuanto a la necesidad de tecnología en los consultorios médicos, el referente aclaró que no es indispensable contar con una computadora, ya que casi el 99% de los médicos dispone de un teléfono celular. Existen aplicaciones que facilitan el acceso a las distintas obras sociales y permiten la emisión de recetas electrónicas.
Naguila informó que las principales obras sociales que ya operan con recetas electrónicas incluye a OSEF y todas aquellas con convenios con FACAF (Federación Argentina de Cámaras de Farmacias) y la Confederación Farmacéutica, entre ellas OSDE, Swiss Medical, Unión Personal, y PAMI. Sin embargo, aclaró que su validez se circunscribe a las farmacias con convenio.
Mirando hacia el futuro, Naguila anticipó que para enero de 2025 se espera que las farmacias cuenten con plataformas capaces de consultar la información de pacientes de diversas obras sociales, independientemente de convenios específicos. “Esto permitiría, por ejemplo, que una farmacia sin convenio con una determinada obra social pueda acceder a las prescripciones de los pacientes de esa obra”, afirmó.
Respecto a los medicamentos que requieren una doble receta, Naguila explicó que las recetas electrónicas tienen validez oficial y pueden ser reimpresas desde la plataforma correspondiente. Sin embargo, para medicamentos controlados como psicotrópicos y estupefacientes, aún se requiere una receta en papel adicional.
Por último, se refirió a las prescripciones para tratamientos prolongados. Usando el ejemplo del PAMI, explicó que si una receta es para treinta comprimidos, el paciente podrá recibir una caja cada treinta días en lugar de todas las cajas juntas. Esto facilita el control de la dosis y asegura un suministro continuo de medicamentos según la prescripción.
La obligatoriedad de la receta electrónica representa un gran paso hacia la modernización del sistema sanitario, con significativos beneficios tanto para profesionales de la salud como para pacientes, aunque aún existen desafíos que deben abordarse para su plena implementación.