DEVALUACIÓN. Requejado trazó un complicado panorama en el comercio local

El comerciante y convencional constituyente (mc) del PRO, analizó los efectos claramente negativos de las medidas económicas en el sector comercial. Alertó sobre la incesante pérdida del poder adquisitivo y la imprevisibilidad que genera la inflación.

Ramiro Requejado, titular de un importante comercio de Ushuaia con sucursal en Río Grande y convencional constituyente (mc) del PRO, evaluó las negativas repercusiones que las recientes medidas económicas impuestas por el gobierno nacional tienen en el sector comercial. Estas medidas incluyeron una fuerte devaluación y un consecuente incremento generalizado de precios en medio de un contexto de inflación descontrolada.

Requejado primeramente describió las sensaciones que envuelven al sector de los comerciantes, en el actual contexto: “Estrés, paranoia. No se puede dormir, se sufre todo. La verdad que es muy complicado”.

El comerciante hizo hincapié en el papel de los comercios en la cadena de abastecimiento: “Somos, en toda la cadena, el eslabón que está en contacto con los ciudadanos comunes. porque los productores, las distribuidoras, siempre tratan con empresas. Nosotros estamos con la gente que va, en mi caso, y compra pan. Es tremendo”.

Requejado resaltó la pérdida del poder adquisitivo y la creciente inflación: “Venía pasando de manera gradual, y con índices inflacionarios que no reflejan lo que pasa con los alimentos. Dicen el 6%, 7% de inflación, pero los alimentos aumentan 10% o 12% todos los meses. Para que tengan una idea, en julio, en lo que hacemos nosotros, la receta de un producto como la medialuna, su materia prima, había aumentado en siete meses en 120%. Y nosotros creo que lo aumentamos un 30%”.

En relación con los recientes aumentos, el ex convencional mencionó las dificultades en la obtención de precios y cómo los comerciantes se ven afectados: “El lunes mismo a nosotros no nos dieron precio. Llamabas y te decían que no tienen precio y el que te decía, te decía 35% más. La mayoría no te da precio”.

Además, reflexionó sobre la adaptación y resistencia en medio de la aguda crisis económica: “Somos argentinos ¿sabes cómo hacemos, lamentablemente? lo que hacemos siempre: sostenés, bancás, vas viendo cuál es el momento en el que podés aumentar un poco, porque si no, te quedas. Pero es muy difícil y es realmente muy desgastante”.

El comerciante resaltó la dificultad de trasladar los aumentos y cómo esto afecta la oferta al consumidor: “Trasladar los aumentos es imposible. Lo hablaba con el del café, 35% de aumento y te dicen que no hay. Yo tengo café por dos meses. El café es directo, no le podés agregar valor de otro lado, o buscar la forma que no impacte tanto en el costo de materia prima. Es café, y es imposible”.

En otro orden, Requejado lamentó la falta de medidas efectivas y señaló las consecuencias que esto acarrea para la población: “Lo que es peor es que no se ven medidas que quieran solucionar esto. Lamentablemente, hay que entender, y hay que decirlo, que hay personas a las que les sirve la inflación. Usan la inflación para licuar sus deudas, para seguir con todo este circo. Y los perjudicados siguen siendo los asalariados y los ciudadanos comunes. Es una lástima”.

Finalmente, el comerciante Ramiro Requejado diferenció la situación de su negocio en Ushuaia y Río Grande, destacando el impacto del turismo en la primera y la constante presión financiera en la segunda: “En Río Grande se siente más. Se viene sintiendo hace rato el fin de mes. Después del 20 empiezan a caer las ventas. Se nota que no tiene la ventaja que da el turismo. También tiene, no sé si es una ventaja o una condición, que no tiene estacionalidad. Es mucho más ordenado en ese sentido, no tiene picos, ni para arriba ni para abajo. Es otra dinámica, pero en lo que hace al consumo, claramente se empieza a notar sobre fin de mes que a la gente la plata no le alcanza, no le rinde”.