Un representante del sector farmacéutico de Ushuaia afirmó que la eliminación de la cobertura total de algunos medicamentos para afiliados del PAMI no genera un impacto significativo en el bolsillo del usuario. Según su análisis, los descuentos aplicados siguen siendo importantes.
La decisión del gobierno nacional de modificar la cobertura del 100% en ciertos medicamentos para los afiliados del PAMI ha provocado distintas opiniones dentro del sector. Ignacio Naguila, referente farmacéutico en Ushuaia, restó relevancia a esta medida, argumentando que los afiliados continuarán pagando una fracción menor del valor de los medicamentos.
En declaraciones a FM Master’s, Naguila destacó que, si bien algunos productos dejaron de estar cubiertos en su totalidad, los descuentos aplicados siguen reduciendo considerablemente el costo para los pacientes.
Desde su perspectiva, esta modificación en la cobertura no ha afectado significativamente el consumo de medicamentos en su farmacia. «Estamos viendo que se está normalizando el consumo de medicamentos. Ya en los dos últimos meses no hemos tenido merma, de hecho, están muy similares a dos años antes en cantidad de unidades», señaló. Esto sugiere que, al menos en su caso, la demanda no se ha reducido, a pesar de los cambios en las políticas de subsidios de PAMI.
Naguila explicó que la decisión de quitar la cobertura completa afecta principalmente a medicamentos que no son de uso crónico, como las vitaminas y algunos analgésicos que contienen componentes derivados de la morfina. «No hay medicamentos de uso crónico. O sea, las morfinas, por ejemplo, no están dentro de esto. Sí hay analgésicos que tienen algún componente o algún derivado de la morfina, por ejemplo, ibuprofeno y codeína. Pero normalmente son medicamentos puntuales», aclaró. Implica que las personas que requieren tratamientos prolongados para condiciones crónicas no se verán tan afectadas por esta medida.
En cuanto a la exclusión de ciertos productos del listado de cobertura, Naguila explicó que se debe, en parte, a cambios en la categorización de los medicamentos por parte de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). Algunos productos, como el omeprazol y ciertos tipos de vitaminas, han pasado a ser considerados medicamentos de venta libre, lo que implica que las obras sociales ya no están obligadas a cubrirlos. «Las obras sociales cubren medicamentos de venta bajo receta, y hay un montón de medicamentos que la ANMAT los categoriza como venta libre», explicó, indicando que la decisión no fue directamente de PAMI ni de las obras sociales.
El precio que deben pagar los afiliados por los medicamentos también ha sido objeto de análisis. Según Naguila, los montos son manejables y no representan un gran impacto en el bolsillo de los afiliados. «El monto que se está pagando con respecto a esto es muy chico por unidad. Por ejemplo, una levotiroxina que antes se cubría el 100%, el precio de venta público es $12.000, el afiliado PAMI hoy estaría pagando $1.000», detalló. Además, destacó que los medicamentos que antes estaban cubiertos al 100% ahora implican un pago que, en muchos casos, no supera el 30% del valor total.
Este alivio en el costo final para los afiliados del PAMI se debe a la implementación de un sistema de precios regulados. Naguila señaló que la industria farmacéutica y las farmacias han contribuido a este sistema mediante aportes que permiten mantener los precios más bajos para los beneficiarios de la obra social. «Varios gobiernos antes generaron un precio que se llama precio PAMI, donde sobre el precio final del medicamento las farmacias aportamos un poco, la industria aporta un poco», explicó, indicando que el costo que finalmente paga PAMI es considerablemente inferior al precio de venta al público.
En síntesis, el análisis de Ignacio Naguila sugiere que, aunque la medida del gobierno nacional de reducir la cobertura total en algunos medicamentos podría parecer inicialmente preocupante, el impacto real sobre los afiliados de PAMI ha sido moderado. Los precios finales que pagan los beneficiarios son relativamente bajos, y la demanda de medicamentos no ha disminuido de manera significativa.