El proyecto escolar que financia Sánchez Posleman con su pensión de veterano de Malvinas

El médico dueño de la clínica San Jorge comenzó a percibir este mes su pensión como veterano de Malvinas, donde participó como médico recién recibido. Le llovieron las críticas anónimas, pero esos fondos ya tienen destino: asistir a una escuela primaria de Ushuaia con extremas necesidades.

Este martes se conoció la noticia, por su publicación en el boletín oficial, acerca del beneficio de una pensión como veterano de Malvinas que empezó a percibir, este mismo mes, el dueño de la clínica San Jorge de nuestra ciudad, Dr. Carlos Sánchez Posleman.

Ushuaia a tu lado banner 728x90 1

Como reguero de pólvora, la noticia recorrió el vía crucis de sitios anónimos, blogs clandestinos y redes sociales de dudosa identidad que infectan la Internet de Ushuaia, en donde, a priori, sin información y con notable prejuicio, decenas de malintencionados y muchos más inocentes consumidores de tales despreciables canales, le cayeron encima a Sánchez Posleman con cuestionamientos de una índole moral que esos propios “canales” están muy lejos de practicar.

https://twitter.com/TapaRadio/status/1544369220607172613?s=20&t=4aNaJZ3CiX2TlZEQOpHQBQ

En Noticia de Tapa Radio causó una inusitada sorpresa. No por la pensión en sí misma, sino por desconocer en forma absoluta que el caracterizado vecino ushuaiense tuvo participación en el conflicto bélico del 1982, tan emblemática para todos los fueguinos.

Apelando a lo más sencillo del ejercicio de periodismo, desde el programa se invitó al Dr. Sánchez Posleman a compartir con la audiencia su particular historia relacionada con Malvinas, y el verdadero trasfondo de la pensión honoraria que, desde ahora, percibe.

Sánchez relató que efectivamente durante la guerra fue parte de la dotación del rompehielos Almirante Irízar en su carácter de médico voluntario mientras duró el conflicto.

irizar sanchez posleman
Rompehielos Irizar

Se había recibido de su profesión con tan solo 22 años en Córdoba, en el año 1980. Dos años más tarde, al ser seleccionado para cumplir con el servicio militar, entonces obligatorio, en el Ejército, solicitó ingresar como residente de clínica médica en el hospital Naval de la ciudad de Buenos Aires.

Médico a bordo

Declarada la guerra, el hospital se evacuó ante la posibilidad de recibir soldados heridos provenientes de las islas. El personal médico se encontraba, en los hechos, sin trabajar, solamente atento a las noticias. Fue entonces cuando Sánchez Posleman se ofreció como voluntario para ir efectivamente a las islas, lo que finalmente ocurrió a principios de mayo.

Con el grado de teniente de corbeta, embarca en Puerto Belgrano en el rompehielos Almirante Irízar, convertido en buque hospital por los propios médicos voluntarios que lo equiparon con terapia intensiva, banco de sangre y todo lo que necesitaba un hospital de campaña flotante.

En realidad, el buque dispuesto a ese fin por la Armada era el Bahía Paraíso. Pero cuando se produjo el hundimiento del Crucero Gral. Belgrano, se involucró por completo, por lo que las autoridades sanitarias requirieron otro buque hospital. Así, los propios médicos acondicionaron el Irízar y pusieron proa a Malvinas, en el tramo final de la guerra.

El buque ahora hospital permaneció navegando alrededor de Malvinas, en donde recibían en helicóptero a los heridos para su atención. El 13 de junio finalmente desembarcaron en la bahía de Puerto Argentino. “Esa noche contamos 70 bombas por minuto. Uno ahí se chocó con la triste realidad de que tecnológicamente nos superaban ampliamente. No hubo nada que hacer” recordó Posleman aquel aciago momento.

“Fui el único médico que desembarcó en Malvinas con el helicóptero a buscar a los heridos” añadió. Ya en esos últimos días antes de la rendición, la aeronave buscaba a los heridos en el hospital de Malvinas: “Después de la rendición y con las pautas y premisas consensuadas con el gobierno inglés, empezamos la evacuación, primero de heridos y después de soldados. Mi función era ir a buscar a los heridos y traerlos en el helicóptero”.

El primer puerto que tocó el Irízar con los sobrevivientes fue Ushuaia, donde Carlos Sánchez sufrió una gran desilusión: “Llegamos a las 10 de la mañana, no se les permitió el desembarco hasta la noche a los soldados. Luego los de Marina iban a la aeronaval y salieron en un avión desde el aeropuerto viejo. Los de Fuerza Aérea los derivamos a Río Grande en ómnibus y desde ahí salieron por avión. A los de Ejército tuvimos que llevarlos a Puerto Madryn y recién ahí desembarcarlos”.

El relato de Sánchez Posleman revela no sólo el nivel de ocultamiento que ejercieron los jerarcas militares, sino también la feroz pelea interna entre los tres comandantes de las tres armas, y cómo eso repercutió en la evacuación. “Fue todo fuertísimo. Por muchos años no pude hablar del tema”.

Hacer en silencio

La experiencia dejó profundas huellas en el médico. Admite que se sintió siempre en falta “como argentino” por la falta de reconocimiento a los conscriptos cuando llegaron de la guerra, casi unos niños, “yo con 22 años me creía un adulto al lado de los chicos que venían de la guerra”

Cuenta que siempre tuvo resistencia a ejercer el derecho a percibir pensión como veterano. “Me parecía que eso era para los conscriptos, ellos que sufrieron lesiones”. Con el paso del tiempo, los ex combatientes de Ushuaia se enteraron de su condición también de veterano de Malvinas. 

Así, miembros del Centro de Veteranos se le acercaron en varias oportunidades pidiéndole la afiliación. El tema de la pensión sin cobrar comenzó a ser tema de debate junto a sus viejos camaradas.

Escuela 48
Escuela 48 ¨Veteranas de Malvinas ¨

“Siempre decía que no estaba de acuerdo con las pensiones. Hablando con ellos, un día llegamos al acuerdo que me hicieran el trámite, con el compromiso mío de esa plata donarla a alguna institución o a algo relacionado con los ex combatientes. O que ellos decidieran o me dieran dos o tres opciones y entre todos decidiríamos el destino de esos fondos”.

Y así fue. Sus compañeros recomendaron la escuela primaria N° 42 “Mujeres Veteranas de la guerra de Malvinas”, en el barrio Los Alacalufes II. “Fui a la escuela, hablé con la directora. Es una escuela chica con algunas necesidades y empezamos a diagramar un esquema de inversión”.

mariana veterana de malvinas
Mariana Soneira, Veterana de la Guerra de Malvinas

El establecimiento tiene un gran patio, y la decisión fue que el aporte se destinara a transformarlo en gimnasio cerrado. Más los elementos para armar el gimnasio, como el faltante de los aros de básquet con sus redes, la pintura antideslizante para el piso que los propios maestros se ofrecieron a pintar, para que los chicos puedan practicar deporte sin lastimarse. En carpeta están otras necesidades como mejorar la conectividad de internet o instrumentar alguna capacitación para los profesores.

“Esto va a ser por este año. Hemos aportado más de lo que he recibido. Yo le dije a la directora que no se preocupe si supera el presupuesto del mes, para adelantarle recursos” porque así ocurrió. Como recién la semana pasada recibió el primer pago mensual de la pensión, hasta ahora Sánchez Posleman aportó en forma particular para que las labores comenzaran. 

https://twitter.com/TapaRadio/status/1544371953242411008?s=20&t=4aNaJZ3CiX2TlZEQOpHQBQ

“Tratamos de no divulgarlo” reconoció el doctor Sánchez Posleman, en parte por su propio bajo perfil, y en parte porque habrá quizás sospechado de una negativa reacción primaria. “Mi madre era incansable luchadora y trabajadora, de chiquito mamé el trabajo social y entendí que esas cosas había que hacerlas en silencio”. Por eso mismo, le dijo a la directora que “no era de mi interés hacer público esto. Es una decisión que tomé junto a los ex combatientes y quedamos de acuerdo en eso”.

La publicación en el boletín oficial visibilizó la noticia, buena en sí mismo, pero desnaturalizada por los malintencionados de siempre. Sánchez Posleman no se privó de dedicarle unos reflexivos párrafos a los odiadores: “La paradoja de quienes se escudan en la clandestinidad y hablan de libertad, democracia e igualdad, pero se mantienen en forma clandestina. Yo soy un ignorante de redes sociales, sitios, medios. Pero desde la clandestinidad quieren generar daño” apeló.

Termina la extensa entrevista radial y el galeno deja algunas reflexiones personales que quiere compartir con sus vecinos: “Tengo el derecho, hay una ley y soy excombatiente. Por más que tenga una situación económica que me permita vivir bien, tengo un derecho y no veo por qué hay gente con la potestad de decir que yo no puedo usar un derecho que me corresponde”

Como la discusión que naturalmente deviene es si “se justifica” la pensión, reitera que jamás la usufructuó, pero “cuando tomé la decisión, lo hice con este compromiso”

No es algo que de palabra ni que comenzó esta semana. La primera paga se hizo efectiva este mes, pero la iniciativa se puso en marcha hace ya un tiempo. Todo está planificado y previsto, y de hecho ya los aros de básquet para la escuela fueron encargados y vienen en camino. “Estamos muy entusiasmados en todo el proyecto” compartió el Veterano de Malvinas Carlos Sánchez Posleman.