Ángeles De la Peña, de la Fundación por el Mar, presentó a la fundación fueguina Finnova el proyecto de siembra de macroalgas que llevan adelante en Santa Cruz, buscando extender esa medida crucial para conservar los bosques submarinos en Tierra del Fuego.
Ángeles De la Peña, referente de la Fundación por el Mar, compartió detalles de su reunión con miembros de la Fundación Finnova, con el fin de compartir los avances del proyecto de siembra de macroalgas en Santa Cruz. El propósito era evaluar la replicación de esta iniciativa en Tierra del Fuego para preservar los bosques submarinos.
De la Peña explicó, por FM Master’s: «Somos una fundación de conservación marina. Trabajamos sobre todo en Santa Cruz y Tierra del Fuego, y nuestro objetivo, además de la conservación del mar y las especies, es desarrollar una prueba piloto de siembra regenerativa en los bosques de algas».
Según De la Peña, los bosques de macroalgas desempeñan un papel crucial a nivel global, contribuyendo a la mitigación del cambio climático: «Entendemos que los bosques de macroalgas cumplen un rol muy importante en la absorción de dióxido de carbono, en la liberación de oxígeno y como hogar de especies en peligro de extinción».
La estrategia de conservación busca alternativas a la extracción de bosques submarinos, según explicó: «Estamos trabajando con una prueba piloto de siembra en varios lugares del mundo, como Chile y Estados Unidos, como alternativa a la extracción, buscando equilibrar desarrollo y protección de ecosistemas».
La experta destacó: «Hablamos sobre la necesidad de proteger los bosques. La simple regenerativa se está explorando, pero nuestro objetivo es trabajar para proteger los bosques de macroalgas y generar herramientas de protección pública que ayuden a conservar este ecosistema tan importante para Tierra del Fuego».
Aunque el área Península Mitre ha protegido parte de los bosques submarinos, De la Peña señaló áreas no cubiertas: «Hay mucho bosque que queda por afuera de esa superficie. La idea es proteger todo el bosque, porque hay mucho en Río Grande, en el canal Beagle y en las aguas frente al parque nacional, un ecosistema patagónico y argentino que vale la pena conservar».
La posición geográfica de Tierra del Fuego y la preservación relativa de sus bosques submarinos ofrecen la oportunidad de anticiparse a la pérdida global de estos ecosistemas. La extracción descontrolada, como el barreteo en Chile, ha llevado a la disminución de estos bosques en otros lugares del mundo: «Tierra del Fuego tiene sus bosques en condiciones casi prístinas, hay mucho interés y estudios. En otros lugares se están perdiendo por el aumento de la temperatura y la extracción».
De la Peña añadió la información de la pérdida a nivel mundial “y hay muchos esfuerzos hechos para recuperar esos bosques. Tierra del Fuego tiene una posición privilegiada, porque tiene sus bosques en condiciones casi prístinas. Se están perdiendo en países vecinos como Chile por el aumento de la temperatura y la extracción. El objetivo es anticiparnos, porque se sabe que son importantes y necesarios».
La Fundación por el Mar busca proteger los bosques de macroalgas como parte esencial del patrimonio argentino, no solo por su valor para las especies marinas, sino también por su papel fundamental en la formación de paisajes, la protección contra la erosión costera y la absorción de dióxido de carbono: «Son formadores de paisaje, de ecosistema, que protegen de la erosión costera, de las marejadas, absorben dióxido de carbono y liberan oxígeno a la atmósfera, afectándonos directamente» concluyó Ángeles De la Peña.