Gracias a un convenio entre el Municipio y el Grupo Mirgor, llegarán 10 mil aves de corral a Río Grande, ampliando la oferta en el mercado local. El siguiente objetivo es traer huevos y criar pollitos localmente para optimizar la producción. Con la colaboración de la UTN, se está poniendo a punto la incubadora de huevos.
Facundo Armas, Subsecretario de Desarrollo Productivo de Río Grande, subrayó la importancia del convenio firmado entre el Municipio y el Grupo Mirgor. «Estamos muy contentos con esta nueva posibilidad de fraccionar y apalancar la producción local de pollos frescos», expresó.
Armas recordó que la producción de pollos en la ciudad había cesado por 12 años y que desde 2021, gracias a un acuerdo con la Misión Salesiana, se revitalizó la faena productiva, impactando positivamente en la comunidad con productos de calidad a precios justos.
“A través de la sociedad del estado, pudimos producir y comercializar bajo la marca RGA Alimentos, lo cual ha tenido una aceptación muy amplia en la comunidad. Hoy es un producto altamente demandado», destacó.
El funcionario explicó que el año pasado, la producción se vio afectada por restricciones para ingresar pollitos bebé a la provincia debido a una ola de gripe aviar. Este obstáculo desfinanció las operaciones, llevando al Municipio a explorar alianzas con el sector privado, resultando en un acuerdo con el Grupo Mirgor. El objetivo es escalar la producción, mejorar la eficiencia y reducir costos productivos.
“Este vínculo con el privado nos permitirá ser más eficientes. A fin de mes, traeremos la primera tanda de 5 mil pollos conjuntamente con Mirgor, un número significativo que garantizará la continuidad de la producción. Planeamos traer otra tanda de 5 mil para maximizar la capacidad de nuestros galpones y aumentar la oferta en el mercado local», informó Armas.
La próxima etapa, según Armas, será generar los pollitos directamente en la provincia. Para ello, se está trabajando en un convenio con la carrera de Ingeniería Electromecánica de la UTN. «Los estudiantes están colaborando en la incubadora y nacedora de pollitos históricamente usada por la Misión Salesiana. El próximo paso es traer los huevos a Río Grande y que los pollitos nazcan en la ciudad», indicó.
El traslado de pollitos desde el continente durante su primera semana de vida genera estrés, prolongando el tiempo de cría y aumentando los costos debido al mayor consumo de alimento balanceado. Estandarizar la crianza en la ciudad permitirá reducir estos problemas y contribuir a la soberanía alimentaria de Río Grande.
