“Entre lo que deseamos vivir y el intrascendente ajetreo en que sucede la mayor parte de la vida, se abre una cuña en el alma que separa al hombre de la felicidad como al exiliado de su tierra”. (2000) (1)
Ernesto Sábato (1911-2011)
Es un rasgo de inteligencia también observar a nuestro alrededor y apreciar los valores que integran la sociedad en que vivimos activamente.
Federico (Fede) Rodríguez (1979) escritor y Omar Teófilo Hirsig (1982) artista plástico son los autores de “Zink City. El oro de Popper y otros misterios de espanto”. (Editora Cultural de Tierra del Fuego, 2019), asimismo responsables de la magnífica iniciativa editorial “El origen del viento” de Río Grande.
Además, participaron Máxi López, Jorge Bernard (1962), Chelo Candia, Diego Pérez, Gabi Kun, Tono Pérez Whosoever, Esteban Rodríguez (docente, scout e historiador), Ever Zapata, Rodrigo Crespo, Wilson, Gabi Kun, Fernando Ariel Cany Soto (Artista plástico fallecido en 2019).
El atrapante y divertido “Prólogo desde el infierno” está firmado por el célebre y siniestro demonio Naberius: “El arte tiene la odiosa virtud de trascender las mareas del tiempo y permitir que los nombres perduren más allá de una vida mortal, y esa es una afrenta personal que no voy a permitir”.
Según sus propias palabras, por un exorcismo, fue “confinado a un paciente con muerte cerebral. Hace 37 años que habito este cuerpo medio comatoso en una cama de hospital. Su nombre es Federico Marcel y con esfuerzo dicto esta sentencia a una monja ciega”. Por lo menos hay que estar atentos que lejos esté todavía de cumplir con su juramento de “regresar y asolar la tierra”.
Muy relevante es que el humor está muy presente casi siempre entramado con lo macabro.
El muy destacable y atrapante diseño y diagramación es de Sergio Poblete; Florencia Lobos estuvo a cargo de la corrección de textos según su profesionalismo que la caracteriza positivamente.
La tapa y la contratapa son magníficas.
Es también destacable que un grupo relativamente grande de creativos se hayan conformado exitosamente, en épocas de gran individualismo del sálvese quien pueda.
Aquí queda claro que los esfuerzos y méritos valen en sociedades que se desarrollan en libertad.
EXTRAORDINARIAMENTE INFRECUENTE
El libro, de 108 imperdibles páginas, demanda una particular atención y, a veces, volver un poco para retomar captando las múltiples entre líneas de las numerosas obras artísticas y los atrapantes relatos escritos.
La creación es notable, donde lo disruptivo está siempre presente para la admiración de los que avanzan hoja por hoja, en la seguridad que en la siguiente habrá alguna inteligente sorpresa.
El hilo conductor son las intrépidas andanzas de José Zink (1923-2004), siempre buscando la verdad y la justicia.
La urdiembre de este trabajo es lo funesto donde el negro marcadamente prevalece.
En definitiva, es un azaroso viaje atravesando el río Flegetonte donde hervía sangre (Canto XIV, séptimo círculo del Infierno del Dante).
Los impostores son muchos como los envueltos en apariciones fantasmagóricas, vívidas pesadillas, pitonisas (Pythia), sabandijas, demonios y otras entidades malignas, etcétera.
En los relatos como “El cuento del tío muerto”, “El chimichurri sagrado”, “Criatura de Dios”, “¿Sueñan las ovejas con muchachos metálicos”, “La aventuras de los huesos” y, por caso, “Hombre castor fueguino” recorren Tolhuin, Río Grande, Ushuaia y zonas rurales de la provincia de Tierra del Fuego.
MAGNÍFICAS FICCIONES LITERARIAS
En la macabra y excelente historia relacionada con el Presidio de la ciudad puerto, a fines de 1981, la imaginación es tal que la realidad narrada es absolutamente verosímil, aunque está claro que solamente podría ser verdad si la complicidad de los lectores abrevan en la fantasía.
El holandés taxidermista, especializado en la plastinación, (Gunther von Hagens, 1977) seguramente que nunca existió pero, luego de haberlo conocido tan vivamente en las páginas que promedian el libro, posiblemente cada vez que caminemos por alguna calle mal iluminada cada tanto miraremos por sobre el hombro…
Vale recordar que en estos lares, hace algunos años, hubo una controversial exposición de cuerpos humanos tratados con esta técnica.
También es importante estar atentos por si nos cruzamos con ciertos sujetos que notoriamente les han crecido las orejas… sobre todo si bajan la cabeza o visten gorros que las tapan.
Lo mismo si nos enteramos que “en las casas de todos ustedes aparecieron pájaros muertos, gatos ahorcados y alguien intentó prenderlas fuego, ¿no? En otra casa, apareció el señor Doejo con un clavo enterrado en el cráneo, al parecer por obra de su propia voluntad. Quizás ustedes no lo sepan, pero algunos antepasados de las cinco familias trabajaron juntos en el antiguo presidio. Y además de ser colegas laborales, también fueron cómplices de por lo menos un hecho delictivo”. “No olviden que el Demonio es una criatura de Dios”.
Mucho se ha escrito sobre Cayetano Santos Godino, alias El petiso orejudo, aunque en este caso la versión supera en mucho a otras descripciones históricas y las seudocientíficas.
Algunos símbolos cotidianos como cruces y ruedas son comprendidos con explicaciones racionales o ideológicas partidarias que, al conocerlas, pueden ser apreciados de otra manera.
Todo es posible si empleamos el pensamiento abstracto ejerciendo plenamente la libertad humana, inclusive apreciando narraciones funestas imperdibles.
DESDE EL FUTURO OBSERVANDO NUESTRO PRESENTE
En literatura se denomina distopías a las ficciones de hechos que sucederán más adelante que tienen implicancias en el aquí y ahora, como extraordinariamente las creó el genial estadounidense autodidacta Ray Bradbury (1920- 2012).
En el cuento “El oro de Popper” la acción comienza en el 2893: “pese a todo lo que ha acontecido en el mundo, pese a habernos hundido en la oscuridad de una nueva edad media (…). En 2246 se realizó la Quema General de Libros a Nivel Mundial, y solo quedaron algunos sitios virtuales, que eran modificados todo el tiempo por los hackers que querían desterrar de una vez y para siempre la Historia y el conocimiento. Pero por más que la humanidad se esforzó en destruirse a sí misma, por más que la ignorancia y la violencia fueron terribles, por más que se arruinó casi en su totalidad el medio ambiente, por más que intentaron eliminar de los libros la vida de los hombres que nos hicieron grandes, hay cosas que Dios nunca permitirá que sean borradas. Y una de ella es nuestra figura central, nuestro santo patrono, nuestro héroe: el padre Zink”.
TAMBIÉN ES POSIBLE
El escritor siempre necesita del lector, aunque nunca se conozcan personalmente. Maravillosa situación que se reitera gratificantemente entre millones y millones de individuos que comparten el placer de disfrutar de las palabras por unos pensadas y concatenadas.
Al igual, el artista plástico al crear aguarda que otros se sumen a su acto de construir con su peculiar destreza.
La conjunción de ambos oficios, llevados adelante con maestría, nos remite al los folletos de cordel iniciados en el Siglo XV y a bien entrados en el Siglo XXI.
Sucede aquí y ahora como en muchos otros horizontes algunos muy lejanos; eso ya es mucho.
Si en cada hogar, por lo menos, hay un libro a la vista, en cualquier formato, aún en las noches oscuramente tormentosas habrá luces que brillarán con diversas intensidades iluminando los senderos aunque acechen peregrinos nefastos.
NOTA Y REFERENCIA
Alejandro Rojo Vivot ha brindado varios talleres referidos a las reseñas literarias periodísticas.
1) Sábato, Ernesto. La resistencia. Seix Barral. 17 ᵃ edición. Página 73. Buenos Aires, Argentina. Abril de 2006.
