Los judiciales de la provincia se juegan no ser cooptados por Löffler

El juez del Superior Tribunal de Justicia de Tierra del Fuego, Ernesto Loffler, fue concejal de la ciudad de Río Grande y diputado nacional por el Movimiento Popular Fueguino (Mopof) además de ocupar otros cargos políticos antes de dedicarse de lleno a la actividad judicial y de ser nombrado en la Corte fueguina a través de una ampliación del organismo producida en 2020.

Lo que llama la atención de los fueguinos es cómo el magistrado trasladó su perfil de dirigente partidario al ejercicio de la magistratura, y en particular su reciente desembarco en la política sindical del gremio de judiciales.

“Nené”, como lo apodan en la isla, encabezó la afiliación masiva de un grupo de jueces y funcionarios judiciales a la Unión de Empleados Judiciales de la Nación (UEJN) seccional Tierra del Fuego, justo en medio del proceso electoral que culmina este martes con los comicios para renovar la conducción del sindicato.

Además de Loffler se afilió a la UEJN su colega del Superior Tribunal Gonzalo Sagastume y los jueces Daniel Sattini (flamante camarista Civil de la ciudad de Río Grande, cargo que ostentaba Loffler) y Raúl Sahade (de instrucción penal del mismo distrito, recordado por haber sobreseído al gobernador Gustavo Melella en una causa donde lo acusaron del “abuso sexual coactivo” de tres obreros de la construcción. Y por haber sido acusado de “arreglar” causas de su juzgado con una abogada del fuero).

También se afiliaron al gremio relatores y secretarios del Poder Judicial fueguino, como Florencia Grassi, Sebastián Torres, Sofía Roldan Gómez, Eduardo Tepedino, Javier Fernández, Guillermo Acuña, Cecilia Cataldo, Jesús González, Manuela Palacios Murphy, Andrea Furtado e Ignacio Pavlov, entre otros.

“No veo que sea incompatible. Tenemos ejemplos de jueces de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que se afiliaron a la UEJN y ejercieron el cargo manteniendo su afiliación al sindicato, como la jueza Carmen Argibay Molina y la actual presidenta de la Corte Suprema de Entre Ríos, Susana Medina”, se justificó el magistrado en declaraciones a Radio Nacional Ushuaia.

“Hay más de cien funcionarios judiciales en relación de dependencia que están afiliados al gremio. Particularmente integro el Superior Tribunal, pero no veo ninguna incompatibilidad. Así como me afilié al gremio a la UEJN, estoy afiliado a la Asociación de Magistrados, soy miembro de AMJA (Asociación de Mujeres Jueces de Argentina) y de la Sociedad Argentina de Derecho Constitucional. Uno tiene derecho a participar, en la medida de lo posible y según los tiempos que uno maneja. Son actividades lícitas, republicanas, y me gusta mucho la democracia”, agregó Loffler.
Sin embargo, en la provincia no pasó desapercibido qué podría suceder, por ejemplo, en el caso de una negociación salarial colectiva, ya que el juez podría intervenir como afiliado o trabajador del sindicato, y como miembro de la parte patronal.

“Un eventual pedido de recomposición salarial no lo hace solamente la UEJN, porque hay dos gremios dentro del Poder Judicial, y los dos integran las mesas de trabajo. Y si hay un aumento también nos beneficiamos nosotros (por los jueces). Porque si hay aumento para los empleados, lo hay para todo el mundo, siempre de una manera razonable y con criterio”, se defendió el juez gremialista.

“Mi gran amigo”

De todos modos, más allá de la afiliación masiva, lo particular es el contexto en el que Loffler se incorporó a la vida sindical.
El actual secretario general de la UEJN en Tierra del Fuego, Luis Bechis, armó una lista a nivel nacional y competirá por la conducción del gremio que actualmente ostenta el histórico dirigente del sector, Julio Piumato.

Ante ello, Piumato viajó a la ciudad de Ushuaia y fue recibido en su despacho por Loffler el 13 de diciembre del año pasado, en una reunión difundida a la prensa por la propia Justicia. Luego del encuentro se conoció la novedad de la afiliación del juez y sus colegas a la UEJN y la presentación de una lista opositora a la de Bechis para disputarle el manejo local del gremio.

“A mí no me afilió Piumato, de ninguna manera -desmintió Loffler- Me afilié porque siempre quise participar y participo en varias organizaciones. Uno puede tener opinión de la posibilidad de que se presente nuevamente Luis Bechis, pero yo creo en la alternancia”, declaró el juez aludiendo a los mandatos consecutivos del gremialista al frente de la organización.

Pero Loffler no solo se afilió a la UEJN y movió “su gente” para que también lo hiciera, sino que además armó una lista opositora a Bechis con personas de su propio entorno.

Por ejemplo, el candidato a secretario adjunto del gremio será Héctor Fabián Igarzábal, a quien lo unen vínculos públicos y notorios.
Igarzábal es empleado del Poder Judicial en Río Grande. Sin embargo, a través de la acordada 159/2021 del 10 de diciembre del año pasado fue designado como “Jefe de la División de Automotores del Distrito Judicial Norte, en el cargo Especializado 3°”. Esa acordada fue suscripta por los jueces Loffler y Sagastume. Es decir que poco antes de ser candidato en la lista opositora de la UEJN impulsada por Loffler, el empleado fue ascendido a través de una acordada firmada por Loffler.

Pero no solo eso. En un posteo de Facebook de 2019 puede verse una foto de “Nené” e Igarzábal juntos y sonrientes. Allí el juez se refiere al empleado como “mi querido amigo” mientras en la imagen se ve un tatuaje de Igarzábal en su antebrazo izquierdo, con la leyenda “Aquila non capit muscas” (Águila no caza moscas).

Lo curioso del posteo, más allá de probar la cercanía entre ambos, es que Loffler lo concluye con la frase “de lo que se trata ahora es de vivir mejor”, o sea el mismo eslogan de campaña del actual gobernador Melella, a quien el “sector Loffler” del Movimiento Popular Fueguino acompañó en su llegada a la gobernación.

Por otra parte, en una foto de 2017 posteada por Igarzábal se puede ver un auto de carrera y el auspicio en el capot del “Estudio Loffler Hermanos”, conformado por varios de los integrantes de la misma familia.

Y como si fuera poco, en la lista opositora es candidata la propia relatora de Loffler en el Superior Tribunal de Justicia, Mariana Sánchez Caparros, hija de la diputada nacional Mabel Caparros, integrante de Forja, el partido del gobernador Melella.

Vengan a mí

En plena campaña de los sectores que pugnan por quedarse con el manejo de la UEJN local, Loffler también recibió el 19 de abril en su despacho a los candidatos de la lista que apadrina.

En una foto del encuentro que difundió el propio Poder Judicial se puede ver al juez del Superior Tribunal en el centro de la escena, rodeado de los postulantes de la Lista Marrón.

Allí está, por ejemplo, el “querido amigo” Igarzábal y otros empleados judiciales como Adriana Sandoval, Juan Pedro García, y Fabián Gallo.
El artículo 148 de la Constitución de la provincia establece que “Los magistrados y funcionarios del Poder Judicial no podrán intervenir en actividades políticas, ni realizar actos que comprometan la imparcialidad con que deben actuar en el cumplimiento de sus funciones”.

A su vez, el Código Iberoamericano de Ética Judicial al que adhirió el Superior Tribunal en 2019 señala que “la independencia judicial implica que al juez le está éticamente vedado participar de cualquier manera en actividad política partidaria”.

“Posible fraude”

Bechis denunció en las últimas horas un desempeño “totalmente arbitrario, autoritario y direccionado” de la junta electoral que conduce los comicios internos y habló directamente de la “posibilidad de un fraude”.

Según el dirigente fueguino, su sector “no tiene acceso al padrón de electores, ni provisorio ni definitivo, no saben a ciencia cierta si sus boletas estarán en los lugares de votación y no se conoce la identidad de las autoridades de mesa”.

“Y en el colmo de los despropósitos, aparentemente habrían ya cerrado las urnas sin la presencia de las agrupaciones participantes”, denunció Bechis en declaraciones a FM Espectáculo de Ushuaia.

“Es algo nunca visto. Estamos como invitados a una fiesta donde no tenemos participación. Parece que no quieren dejar el poder y por eso actúan de esa manera”, analizó el gremialista sobre la lista que en Tierra del Fuego apadrina el juez de la Corte.

Familia con poder

Sin embargo, Loffler parece ajeno a cualquiera de estas situaciones. Su familia es una de las más influyentes de la política fueguina. Por ejemplo su hermano Damián “Loly” Loffler es diputado provincial desde hace 23 años en forma consecutiva.

Los Loffler lideran la facción del Movimiento Popular Fueguino de Río Grande que en 2016 proporcionó un apoyo clave para que el entonces intendente Melella derrotara en las elecciones a la ex gobernadora Rosana Bertone.

Con Melella ya instalado en la casa de gobierno de Ushuaia, la Legislatura y el gobernador trataron en tiempo récord el proyecto para ampliar el Superior Tribunal de tres a cinco miembros, lo que posibilitó la elección de “Nené” como flamante magistrado de la Corte.

En forma simultánea, el gobernador fue sobreseído en la causa donde lo acusaban de abusar sexualmente de tres obreros de la construcción.
Ernesto Loffler trasladó a la magistratura la impronta que tuvo siempre. Con perfil mediático presenta libros, opina sobre la causa Malvinas, se reúne con legisladores y da diagnósticos sobre la viabilidad de algunas obras públicas.

También le queda tiempo para armar listas y participar de internas gremiales.