Docentes y estudiantes de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego compartieron sus perspectivas sobre el conflicto que afecta al sistema universitario, en medio de la tensión con el gobierno de Milei por el recorte presupuestario.
La Universidad Nacional de Tierra del Fuego (UNTDF) enfrenta una situación de conflicto que refleja la crisis generalizada en las universidades nacionales, derivada de la controversia por el financiamiento educativo. En este contexto de creciente tensión con el gobierno de Javier Milei, tanto docentes como estudiantes expresaron su preocupación y tomaron medidas para hacer visible el malestar que atraviesa al sector académico.
En la UNTDF, tanto docentes como estudiantes muestran una activa participación en las acciones de protesta, como lo explicó Santino Casanova, estudiante de la institución, por FM Master’s. «El ambiente que en la universidad es justamente el de lucha constante. Estamos en asamblea permanente, lo decidimos el jueves pasado después del veto presidencial que se dio el miércoles», indicó, refiriéndose al veto de la ley de presupuesto universitario que fue impulsado por el gobierno de Javier Milei. Esta medida, que reduce la asignación de fondos destinados a las universidades, generó una respuesta inmediata dentro del ámbito académico.
Si bien en otras universidades del país se han registrado medidas más radicales, como la toma de edificios, en Tierra del Fuego las acciones de visibilización se han adaptado al contexto local. «Nosotros nos acoplamos al territorio en el que estamos y, por ejemplo, el día de ayer tuvimos una clase pública abierta en la universidad, donde hubo bastante participación», destacó Casanova. Para el estudiante, estas actividades cumplen un rol fundamental en la visibilización de la lucha.
En este sentido, también mencionó las acciones organizadas inmediatamente tras el veto presidencial: «El mismo miércoles que se dio la rectificación del veto en el Congreso de la Nación nosotros nos encontramos en la universidad. Fuimos llegando compañeros y compañeras, docentes, no docentes, estudiantes y organizamos una asamblea». Esta rápida movilización derivó en una serie de decisiones, como el paro total del jueves y la realización de actividades simbólicas, entre ellas un abrazo simbólico a la universidad y una marcha el sábado en el desfile de la ciudad.
Por su parte, Walter Bogado, docente de la UNTDF, también se refirió a la crítica situación presupuestaria que atraviesan las universidades nacionales. «Nosotros estamos con un presupuesto reconducido del 2023. Hubo una recomposición que se dio entre gallos y medianoches previamente al 23 de abril cuando fue la primera de las marchas, pero de diciembre a octubre de este año el aumento salarial del personal docente y no docente fue del 89,5% y la inflación fue cerca de 157%», explicó. La pérdida del poder adquisitivo en un contexto inflacionario severo ha generado un malestar profundo entre los trabajadores universitarios, quienes ven cómo su salario queda rezagado frente al aumento del costo de vida.
Bogado destacó que, más allá de la cuestión salarial, lo que se vive en las universidades es parte de una problemática estructural mucho más compleja. «En las universidades nacionales lo que estamos atravesando es muy complejo. Vengo escuchando representantes legislativos que plantean que las universidades no van a dejar de existir y a mí me alarma mucho la literalidad con la que se analiza», expresó. Para el docente, la interpretación de las declaraciones que minimizan el impacto del ajuste presupuestario es preocupante, ya que, aunque no se espera un cierre inmediato de las universidades, el desfinanciamiento progresivo pone en jaque el funcionamiento adecuado de las instituciones.
«Esto es ideológico», subrayó Bogado, afirmando que la situación actual no solo responde a una cuestión de números, sino que hay un trasfondo político más profundo. «No se trata solamente del desfinanciamiento, sino que esto es un avasallamiento contra la educación pública en general». Su postura es compartida por gran parte de la comunidad universitaria, que interpreta las medidas del gobierno como un intento de debilitar el sistema público de educación superior, enmarcado dentro de un proyecto político que prioriza otras áreas en detrimento de las universidades.
El conflicto en las universidades nacionales continúa desarrollándose en medio de un clima de incertidumbre y preocupación por el futuro. Mientras tanto, en la UNTDF, los estudiantes y docentes permanecen en estado de alerta, buscando mantener viva la lucha por la defensa de la educación pública.
