La representante por el sector de los activos en la Caja de Previsión Social, respaldó la modificación de la Ley 561, que beneficia a ciertos docentes, argumentando que aclara y amplía las categorías elegibles.
Norma González, representante en la Caja de Previsión Social de la provincia por el sector de los activos, se pronunció a favor de la modificación de la Ley 561, sancionada por la Legislatura, que mejora las condiciones de jubilación para ciertas categorías de docentes que, de alguna manera, habían quedado fuera de la regulación legislativa tras la derogación de la Ley 1286.
Según González, la reforma legislativa ha añadido claridad y especificidad a ciertos roles docentes que ahora se consideran elegibles para jubilación. Destacó la importancia de esta enmienda, que viene a corregir una omisión en la legislación anterior que no incluyó explícitamente a ciertas categorías de docentes que trabajan directamente con los estudiantes.
En sus propias palabras, González señaló en el programa Línea Directa, por FM Master’s: «Se amplió el campo en esa especificidad, y creo que ahora está más claro, más taxativo de quiénes son a quienes se refiere el artículo 35». Lo que a su entender pone de relieve la necesidad de reconocer la labor de estos docentes y garantizar su derecho a una jubilación adecuada.
La representante también hizo hincapié en el papel fundamental que desempeñan estos profesionales en el ámbito educativo: «El asesor pedagógico, ese es su rol fundamental con el adolescente, con el grupo», afirmó González, quien subrayó la minuciosidad y la especificidad de su trabajo, que va más allá de la simple enseñanza en el aula.
Además, argumentó que esta reforma tiene en cuenta el desgaste físico y psíquico que conllevan estos roles: «Uno tiene un campo del conocimiento más o menos de cómo son otros sectores, que creo que sí tienen un trabajo de sumo valor en la tarea que cumplen», comentó, como reflejo de la necesidad de reconocer y valorar la labor de estos docentes a lo largo de sus carreras.
En cuanto a la relación entre la escuela y la familia, González enfatizó también su importancia: «Es como hacer esa terapia grupal, que la tenés que hacer en estos tiempos complejos», sostuvo. Destacó que esta colaboración es esencial para abordar los desafíos educativos y sociales actuales.
Finalmente, Norma González señaló la inexorable evolución en el sistema educativo y cómo esta reforma refleja un cambio en la visión de la educación: «Antes había, por ejemplo, celadores, porque había otra visión del sistema educativo. Después vino la reforma del 2006 que trajo nuevas figuras en el marco de la obligatoriedad de la escuela secundaria, que se extendió el tramo educativo y que hay que ponerlo en valor», concluyó, aportando así su perspectiva.
